La hija de Bill Gates se vacunó contra el COVID-19 e hizo una broma "conspirativa"

Jennifer K. Gates, la hija de Bill Gates, hizo una divertida broma luego de recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer en contra del COVID-19.

Con una pegatina que la identifica como vacunada en la mano, Jennifer K. Gates se tomó una fotografía que compartió a través de su cuenta de Instagram con una descripción que puso en jaque la teoría conspirativa que asegura que el fundador de Microsoft pretende controlar a la humanidad a través de las vacunas.

"Lamentablemente, la vacuna NO implantó al genio de mi padre en mi cerebro, ¡si tan solo el ARNm tuviera ese poder…..!", escribió la hija de Bill Gates seguido de un emoji guiñando un ojo.

La hija de Bill Gates se vacunó contra el COVID-19 e hizo una broma "conspirativa"

La hija de Bill Gates se vacunó contra el COVID-19 e hizo una broma "conspirativa"

Teorías conspirativas sobre el COVID-19

Bill Gates, "el culpable de todo"

El nombre de Bill Gates siempre está ligado a las teorías conspirativa que plantean la implementación de un "nuevo orden mundial". Los activistas anti vacunas, entre ellos artistas con fama internacional, señalan que Bill Gates financió la pandemia para posteriormente, a través de las vacunas, controlar a las personas con chips rastreadores.

El virus es un arma biológica

Argumentada en las películas de ficción de Hollywood, y en las hipótesis sobre el desarrollo de armas biológicas por parte de las potencias mundiales, surgió una teoría conspirativa que apunta a que el COVID-19 fue un arma biológica diseñada por el Gobierno de China para controlar el mundo.

Red 5G

Al comienzo de la pandemia circularon varios memes sobre la coincidencia de la implementación de la red 5G en varios países y el esparcimiento del virus que se originó en Wuhan, China.

Estas imágenes, que para muchos representaron solo un meme más sobre el COVID-19, realmente tenían detrás toda una teoría conspirativa que aseguraba que el virus era difundido por las ondas de la señal 5G, aseveración que tuvieron que salir a desmentir desde la Organización Mundial de la Salud (OMS y que además es fácil de desarmar teniendo en cuenta que en países en las que no han implementado la red 5G hay coronavirus.