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La Mañana Nene

Mató a su hijastro porque entró cuando veía porno

El británico, de 36 años, golpeó salvajemente al pequeño, de dos.

Un británico, de 36 años, fue condenado a cadena perpetua por asesinar brutalmente a su hijastro, de dos, luego de que el pequeño entró al cuarto mientras el adulto estaba viendo pornografía. Encima, en vez de ayudar al niño mientras agonizaba, llamó a su traficante de drogas. La madre del menor también fue encarcelada por permitir el deceso.

El hecho ocurrió en la localidad de Doncaster, en South York, y si bien sucedió a principios de este año, fue revelado mediáticamente ayer, cuando el identificado como Vile Martin Currie fue enjaulado de por vida. Según detallaron los investigadores, el homicida golpeó contra la pared o el suelo al nene, llamado Keigan O’Brien, en un ataque de rabia que fue desencadenado cuando el nene lo interrumpió en la cama viendo pornografía desde su celular. El análisis del uso del teléfono también evidenció que el asesino, quien es adicto a la heroína, estado buscando en sitios de apuestas y se había puesto en contacto con su traficante de drogas mientras Keigan agonizaba.

A partir de las pericias al celular, también se demostró que el asesino se puso en contacto con su traficante de drogas mientras el nene agonizaba.

La salvaje golpiza transcurrió mientras que la madre del menor, Sarah O’Brien, de 33 años, llevaba a sus otros hijos a la escuela. Cuando regresó a la vivienda, la víctima ya no respondía en la cama. En lugar de llamar a una ambulancia, la insensible pareja esperó dos horas para inventar una historia, momento en el que ya era demasiado tarde para salvar al jovencito.

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El niño murió de una hemorragia cerebral causada por el violento estallido de Currie. Además, la autopsia indicó que Keigan también había sufrido una fractura de columna vertebral, tenía costillas rotas, ojos morados y un brazo quebrado debido a una torsión en las semanas previas a su asesinato.

La mamá fue absuelta de asesinato pero declarada culpable de permitir la muerte de su hijo indefenso y fue sentenciada a ocho años de prisión. “Trágicamente, la vida del pequeño Keigan O’Brien llegó a su fin solo cuatro días después de su segundo cumpleaños. Lo mataron en su propia casa, el lugar donde debería haber estado más a salvo de cualquier daño”, concluyó la fiscal Jill Brookes ante la Corte de Sheffield.

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