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La Mañana Mendoza

Mendoza: el micro de Turbus corría una picada

Lo hacía para llegar primero al puesto fronterizo con Chile y no perder tiempo en Migraciones. Lo confirmó el procurador de la provincia, Alejandro Gullé.

Mendoza.- En el momento del accidente en la Ruta 7, camino a Chile, que dejó un saldo de 19 muertos y 22 heridos, el velocímetro del ómnibus de la empresa Turbus marcaba 100 km/h en una zona donde la máxima es de 40 km/h. El conductor, Francisco Javier Sanhueza, había sido advertido por el exceso de velocidad por los pasajeros y por su acompañante, Pedro Vargas. Pero la tragedia fue inevitable y el chofer no hizo más que cumplir con una estrategia patética: acelerar para llegar primero al puesto de Migraciones y hacer más rápido ese trámite.

Este pareciera ser el modus operandi de varios choferes de esa empresa (se conocieron videos tomados por viajeros chilenos que confirmarían los excesos de velocidad repetidos). Alejandro Gullé, procurador general de la Corte de Mendoza, investigó los testimonios de testigos y pasajeros, y concluyó en una realidad tan contundente como triste, que además desnuda las falencias burocráticas en los mecanismos de traslado a través de la frontera.

“Como todos los ómnibus que parten hacia Chile lo hacen de noche, inician sus viajes a muy corta distancia temporal uno del otro. Entonces, la cuestión es no esperar en la montaña el trámite en el control de Migraciones y Aduana”, relató Gullé. Y agregó: “Si llegan primeros, pasan rápido, no hay problema. Pero si llegan detrás de otro ómnibus, tienen que esperar hasta cuatro horas. Entonces, van jugando carreras para ver quién llega primero allá, pasándose uno al otro, lo cual es terrible, terrorífico”.

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