Asesinó a su novia e intentó encubrirlo de una manera terrible: ahora se declaró culpable

Un hombre asesinó a su novia en el departamento que ambos compartían en Glasgow y luego intentó encubrir su crimen de una manera aberrante. El sujeto ahora se declaró culpable de ese hecho y seguramente afrontará una dura condena el 14 de julio próximo, cuando la Justicia de Escocia dicte su sentencia.

Según determinó la investigación, Ewan Methven, de 27 años y calificado como “la personificación del mal”, estranguló y apuñaló a Phoenix Spencer-Horn el 16 de noviembre de 2024.

Es, al menos, lo que declaró ante el Tribunal Superior de Glasgow el último 17 de junio quien está arrestado desde dos días después de que la Policía encontrara el cuerpo de la víctima dentro de la vivienda de Glen Lee donde vivían.

“Mis pensamientos están con la familia y los amigos de Phoenix mientras continúan tratando de superar lo sucedido”, expresó la inspectora jefa detective Susie Cairns. Y advirtió: “Methven ahora enfrenta las consecuencias de sus acciones”.

Además, en un comunicado oficial de la Policía escocesa señaló: “Este tipo de violencia nunca es aceptable en nuestras comunidades y trabajaremos incansablemente para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia”.

Los terribles detalles del asesinato

Methven, un trabajador del histórico servicio postal Royal Mail, conoció a Spencer-Horn en una fiesta, dos años antes del desenlace trágico. Luego se pusieron de novios y se mudaron juntos, aunque la relación al parecer tomó carriles que ninguno esperaba.

Es que el sujeto, según dijeron los fiscales, estranguló a su pareja y la apuñaló 20 veces, una de ellas mortal en el pecho. Posteriormente, según consta en los expedientes, le cortó la cabeza a la joven que por entonces tenía 21 años y posteriormente intentó cercenarle las extremidades y el torso, con el presunto fin de encubrir el crimen.

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El edificio de East Kilbride, al este del centro de Glasgow, donde se registró el cruel asesinato.

Medios locales informaron que el día del crimen, Methven le había realizado un reclamo a su novia. Le dijo, en específico, que se “sentía solo” mientras ella completaba sus turnos laborales como camarera.

El último llamado, gritos y un aviso tardío a la Policía

Siempre de acuerdo con los informes judiciales, Spencer-Horn contactó a su madre por última vez a las 21:37, hora local, en la noche del crimen. Le dijo que estaba cenando con su pareja. Poco después, a la medianoche, un vecino del piso de abajo escuchó “ruidos fuertes y pasos apresurados”.

La BBC precisó que el hombre condujo durante el siguiente fin de semana el automóvil de la víctima y que no solo revisó su teléfono, sino que además buscó pornografía en Internet a través de ese dispositivo unas 170 veces. También informó que realizó varios intentos de comprar cocaína y que se hizo pasar por la joven en mensajes destinados a su madre.

Dos días después del crimen, Methven llamó al 999 (la versión británica del 911). Al entrevistarse con las autoridades, dijo que el asesinato sucedió durante un episodio psicótico inducido por cocaína, alcohol y esteroides, y que no tenía conocimiento de lo que estaba haciendo. Por tanto, no sabía qué fue lo que provocó su brutal y mortal agresión.

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La víctima llamó a su mamá minutos antes de ser asesinada en Escocia. Luego, su pareja se hizo pasar por ella.

La Policía encontró el cuerpo de Spencer-Horn en el pasillo del departamento, mutilado y decapitado, junto a dos cuchillos manchados de sangre. Una tercera arma blanca “ensangrentada”, fue hallada en el baño.

“No podía quedarme aquí con ella así. Intenté desmembrarla. La saqué del baño y la metí allí”, dijo Methven a las autoridades, según una versión del Daily Mail.

Su abogado, Tony Graham, dijo ahora ante el Tribunal que el asesino, que podría recibir una condena de cadena perpetua, “reconoce que sus familiares y amigos nunca podrán perdonarlo”.

“No podrá perdonarse a sí mismo. Entiende que los dolientes buscarán una explicación, pero él no puede darla”, manifestó en declaraciones reproducidas por ese medio.