China: gracias a la tecnología, recupera a su hija secuestrada hace dos décadas

La historia de Shi Chunxin está dando la vuelta al mundo por su valentía y perseverancia. El hombre, cuya hija bebé había sido secuestrada por una banda dedicada al tráfico de niños, la pudo recuperar el mes pasado gracias a su inclaudicable convicción, pero también a la sofisticada tecnología que desarrolló China.

Lo llaman “el padre coraje chino” porque durante 23 años batalló hasta dar con su pequeña, llamada Shi Ke. El hombre recorrió gran parte del inmenso país asiático en una combi buscando a su hija raptada.

El padre buscó a su hija durante 23 años en China

Recién el 27 de mayo pasado la policía lo llamó a Shi para avisarle que habían dado con su hija, ahora una mujer, gracias a la reconstrucción de rostro logrado con las cámaras.

Shi y su esposa tuvieron dos hijos más tras la desaparición de su pequeña, pero nunca la dejaron de buscar. Ahora la familia intenta reconstruirse, incorporando a Shi Ke.

Shi Chunxin, el primero de la izquierda, con la foto de su hija durante la interminable búsqueda.

Shi Chunxin, el primero de la izquierda, con la foto de su hija durante la interminable búsqueda.

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El secuestro en China

La dramática historia de Shi Chunxin, un mecánico que trabajaba por su cuenta, comenzó en abril de 2001 en una población de la provincia central de Henan.

Su esposa había salido con su pequeña hija y una amiga a realizar unas compras en un triciclo motorizado. La amiga iba atrás con la bebé en sus brazos, cuando dos hombres en moto se acercaron y le arrebataron a la nena, para luego huir.

Era una época crítica en China y todavía regían normas políticas muy rígidas como sólo permitir un solo hijo por familia para evitar que la población siga creciendo.

Esto hizo que afloraran bandas delictivas dedicadas a explotar un creciente mercado negro de bebés robados, ya que había una alta demanda de adopciones.

La pequeña Shi Ke pasó a ser un número más de los miles de niños desaparecidos en esos años. La policía tampoco contaba en ese momento con recursos como para investigar y encontrar a los bebés robados.

Shi Chunxin, sin embargo, se lanzó a las rutas de china, recorriendo pueblo tras pueblo con la foto de su hija y preguntando a los pobladores si la habían visto.

El hombre cuenta que hubo muchas pistas falsas y situaciones desdichadas, pero que continuó pese a todo. En ese camino encontró a cientos de familias que les había ocurrido lo mismo.

Así que Shi fue conectando con muchas familias que habían perdido a sus bebés y fundó una organización dedicada al tema.

También apareció numerosas veces en televisión para expresar su reclamo y con la llegada de Internet y las redes sociales la organización se fue destacando.

La combi de Shi Chunxin, con las fotos de los chicos secuestrados.

La combi de Shi Chunxin, con las fotos de los chicos secuestrados.

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La tecnología dio un vuelco

Con su “misión” social, Shi cobró una gran popularidad. Esto hizo que las fuerzas policiales le dedicaran más tiempo a la búsqueda de bebés secuestrados.

En ese camino, las autoridades comenzaron a construir una base de ADN para dar con los pequeños y a utilizar programas de reconocimiento facial que son capaces de simular cómo sería el rostro actual del niño desaparecido.

De esta manera comenzaron a comparar el rostro reconstruido de los chicos con imágenes recientes de las cámaras que China instaló a lo largo de todo el país y, especialmente, en ciudades muy pobladas.

Así lograron dar con la pequeña Shi Ke, que ahora tiene 23 años y que su padre exhibe con orgullo. “Hola a todos, soy el padre de Shi Ke. Han encontrado a Shi Ke”, dijo en un video publicado rápidamente en las redes.

El de Shi Ke no fue el único caso. Hubo al menos una decena de familias que pudieron hallar a sus hijos desaparecidos. Y por eso dieron las gracias públicamente a Shi Chunxin, asegurando que fue su perseverancia y fuerza la que ayudó en esta interminable búsqueda.