Un banquero retirado se convirtió en protagonista de una historia increíble en Wyoming, oeste de Estados Unidos. La mina tiene “tierras raras”.
Por esos giros inesperados de la vida, el ex banquero Randall Atkins se convirtió en protagonista de una historia de película, de esas que todo el mundo quisiera vivir. Compró una mina de carbón antigua y abandonada en el año 2011 por dos millones de dólares, y descubrió que su valor era incomparablemente superior.
El negocio, que inicialmente pasó desapercibido, resultó ser una jugada magistral. Se descubrió que la mina contiene uno de los depósitos de elementos de “tierras raras” más grandes de Estados Unidos, un componente esencial para las empresas tecnológicas.
La mina contiene uno de los yacimientos más grandes de "tierras raras"
Se cree que al valor actual la mina alcanza los 37.000 millones de dólares, una fortuna que Atkins ni soñaba tener. “Cuando la compré, no sabía la diferencia entre tierras raras y monedas raras”, ironizó el banquero.
Incluso ahora el gobierno de Estados Unidos interviene en la exploración ya que las tierras raras son un elemento fundamental en la competencia tecnológica internacional.
"El valor de esta mina va más allá de los dólares. Tiene el potencial de alterar el equilibrio de poder en un sector crítico para el futuro de la tecnología y la defensa”, explicó un experto en recursos naturales.
La compra
La mina está ubicada en Wyoming, sobre un área olvidada por la industria minera moderna. Había sido explotada en el pasado para extraer oro y plata, aunque sin mucho éxito.
Durante décadas, fue considerada una propiedad sin valor significativo, y hasta había sido objeto de subastas municipales debido a impuestos impagos.
Atkins, quien ha trabajado en el sector bancario durante más de 30 años, vio una oportunidad donde otros solo veían una ruina minera. Por eso, y corriendo un riesgo comercial importante, invirtió los dos millones de dólares en comprarla.
Su idea era explotarla a través de su empresa Ramaco Resources, dedicada a la extracción de carbón para la industria siderúrgica,
Algunos años después de la compra, investigadores del gobierno preguntaron si podían realizar algunas pruebas en la mina Brook para ver si el suelo contenía algo llamado “elementos de tierras raras”.
Los resultados llegaron a mediados del año pasado y fueron sorprendentes. Su desmantelada mina contiene lo que podría ser el mayor depósito de tierras raras no convencionales de Estados Unidos.
El hallazgo le permitiría a Estados Unidos competir con China en este rubro.
Atkins decidió invertir también para descubrir qué potencial tenía la mina. Así extrajo muestras más grandes que permitieron continuar con los análisis adicionales.
Según los expertos, este hallazgo puede suponer un antes y un después para Estados Unidos en el mercado de las tierras raras, ya que el país está compitiendo con China por el suministro de estos minerales críticos.
Hace unos meses, China prohibió la exportación de minerales como el galio y el germanio, utilizados para sistemas de misiles. Estos minerales son algunos de los que se encontraron en la mina de Wyoming.
Por este motivo, la trascendencia del descubrimiento podría ser aún mayor, ya que este mercado actualmente se encuentra en un momento de crecimiento global.
Relevancia geopolítica
El descubrimiento de las tierras raras es particularmente relevante en el contexto de la competencia mundial por estos recursos estratégicos.
En la actualidad, China domina el mercado global de tierras raras, controlando aproximadamente el 80% de la producción mundial.
China domina el mercado mundial de "tierras raras".
Estos minerales son esenciales para la fabricación de productos tecnológicos y militares, lo que ha convertido su suministro en un tema de seguridad nacional para muchos países, especialmente Estados Unidos.
El hallazgo de Atkins representa una potencial reducción de la dependencia de Estados Unidos respecto a las exportaciones chinas.
Para los expertos, este descubrimiento podría ayudar a equilibrar la balanza en un mercado donde la geopolítica y la economía están profundamente interconectadas.
No solo se trata de una oportunidad económica, sino también de una ventaja estratégica para las naciones occidentales, que buscan diversificar sus fuentes de suministro ante las crecientes tensiones comerciales con China.
Atkins aún no reveló si planea vender la mina o continuar con su explotación, pero lo que es claro es que su decisión inicial de invertir en esta propiedad cambiará su vida y posiblemente la de muchos otros.
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