Cumbre: señales de distensión entre Joe Biden y Xi Jinping

Fue un año complicado para el mundo, y también para la relación entre China y Estados Unidos. Pero al verse cara a cara por primera vez en un año en San Francisco, California, los presidentes Joe Biden y Xi Jinping se preocuparon por dejar en claro que ambos quieren evitar un nuevo conflicto. Biden le dijo a Xi que debían “gestionar la competencia” y tenían la responsabilidad de “trabajar juntos”, y Xi le respondió que darse la espalda “no es una opción”, y “el planeta Tierra es lo suficientemente grande” para el éxito de ambas superpotencias.

Joe Biden recibió a Xi Jinping en San Francisco, donde se celebra la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, para una reunión bilateral –no se veían desde hacía un año y un día– crítica para descomprimir la tensión acumulada en la relación bilateral más importante del planeta. Antes de la cumbre privada, ambos líderes ofrecieron señales para marcar la intención de evitar una escalada catastrófica, sin dejar de reconocer, sobre todo Xi, las profundas diferencias entre ambas naciones.

“Tenemos que asegurarnos de que la competencia no se convierta en conflicto y también tenemos que gestionar la competencia de forma profesional. Eso es lo que quiere Estados Unidos”, dijo Biden, quien habló primero. “También tenemos la responsabilidad ante nuestro pueblo y ante el mundo de trabajar juntos cuando consideremos que es de nuestro interés hacerlo”, completó el mandatario y anfitrión.

Biden llegó al encuentro con Xi con la intención de volver a encauzar el vínculo, reparar algunas líneas de comunicación con Pekín y avanzar en áreas, como el combate al fentanilo, dentro de la línea de “competencia responsable” fijada por Biden para la relación bilateral.

Xi fue más extenso en su mensaje de apertura. Remarcó que habían pasado “muchas cosas” desde su último cara a cara, en Bali, Indonesia, en noviembre 2022, durante la cumbre de líderes del G-20. El líder chino dedicó el tramo inicial de su mensaje a la economía global, enfatizando que, pese a la recuperación postpandemia, el impulso “sigue siendo lento”. Luego ofreció su mirada de la relación en dos declaraciones, con las que también ofrecio un tono más conciliador que confrontativo.

“Darse la espalda no es una opción”

“Las relaciones entre China y EE.UU. nunca han sido fluidas en los últimos 50 años y siempre enfrentan problemas de un tipo u otro, pero han seguido avanzando en medio de giros y vueltas. Para dos países grandes como China y EE.UU., darse la espalda el uno al otro no es una opción. No es realista que una parte se remodele mutuamente y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas partes”, dijo Xi. Al finalizar, Xi le dijo a Biden que China y EE.UU. son países muy diferentes, pero que deberían ser “totalmente capaces de superar las diferencias”.