El extraño grupo comunista en Estados Unidos que respalda a Trump
Admiran a Putin, Maduro y Kim Jon-un, y defienden el movimiento palestino. Cómo piensan los integrantes de “MAGA Communists”.
La imagen de MAGA Communists.
En un mundo político confuso y ambiguo como el actual, no deja de llamar la atención un sector de jóvenes comunistas de Estados Unidos que pertenecen a la agrupación “Make America Great Again” (MAGA), admiradores y defensores de las propuestas del candidato republicano Donald Trump,
Se autodenominan “MAGA Communists”, y están liderados por dos figuras políticas con marcado perfil ideológico: Haz Al-Din, de 27 años, y Jackson Hinkle, de 24.
Las ideas del grupo, que conjugan comunismo con libre mercado, suenan totalmente contradictorias con la corriente de Trump, un exponente del liberalismo ortodoxo.
El grupo conjuga comunismo con libre mercado
Estos jóvenes consideran que el candidato republicano tiene que llegar a la Casa Blanca para arrebatarle el poder a las “elites globales”, que manejan el mundo desde las sombras.
Están en contra del imperialismo típico, aunque quieren un Estados Unidos dominante. Quieren que el Estado subvencione servicios básicos, pero defienden la reducción de impuestos.
Admiran al líder ruso Vladimir Putin, al venezolano Nicolás Maduro y a China, al tiempo que rechazan a Ucrania y Taiwán. También apoyan a Palestina, sin importar que la autoridad sea Hamás.
Si bien es un grupo minoritario, se destacaron en los últimos meses con manifestaciones y actos en defensa de Gaza y los palestinos y en repudiar de la política israelí.
La historia de Jackson Hinkle
Es la figura más destacada del “MAGA Communists” y su recorrido representa al sector. De joven admiraba a Bernie Sanders, el senador demócrata independiente que se inclina por un socialismo suave.
En esa época, Hingle criticaba la proliferación de las centrales nucleares y la carrera armamentista. También fue ecologista.
Un año atrás eligió X (Twitter) para definirse con una serie de calificativos: “Patriota americano, temeroso de Dios, pro-familia, marxista leninista, pro-Palestina, Rusia y China, anti Estado profundo, antiimperialista, antiwoke, pro-crecimiento, antimonopolio, pro-armas, pro-combustible fósil”.
Hinkle se define como "patriota americano" y "marxista leninista"
“Si se analizan sus políticas, como lo que realmente proponen, resulta evidente que se trata de un movimiento marginal desquiciado que en realidad no tiene mucha articulación”, explicó Alexander Reid Ross, investigador de la Universidad Estatal de Portland, al diario británico The Guardian.
El especialista, que exploró cómo los movimientos de derecha se fueron apropiando del lenguaje de la izquierda, sostiene que “parece ridículo, pero yo diría que es realmente un síntoma de la erosión de la vida política racional”.
La fama del grupo creció de la mano de Twitter después de que Elon Musk comprara la red social. Allí habla de apoyar a Trump “para terminar con la guerra y para que la izquierda woke (tendencia en contra del racismo y de la desigualdad social) dejara de existir”,
Una mezcla de ideas
Los comunistas de MAGA advierten que no están del todo de acuerdo con las propuestas del republicano, pero señalan que a través de Trump pueden llegar a la clase obrera de Estados Unidos.
Afirman que Trump, sin el Partido Republicano, es la única manera de canalizar la militancia obrera fuera del capitalismo y hacia un futuro comunista.
Así logran formar una extraña agrupación política donde se conjugan personas que odian el feminismo, el ecologismo y los movimientos LGTBIQ+.
Llaman a defender "el honor de los hombres"
En las redes sociales se puede ver como estos activistas antisistema mezclan imágenes de Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un, llaman a defender “el honor de los hombres” y hacen burlas al feminismo y a sectores gay.
“No es que estemos en contra de las mujeres. Simplemente percibimos que el discurso, la cultura y la esfera política han experimentado un enorme declive en la noción del honor”, señala Al-Din.
“Una de las razones de ello es el declive de las virtudes masculinas básicas, el auge de una especie de afeminización, especialmente de los hombres”, afirma. Y remata: “Necesitamos proteger a nuestra juventud de los terroristas y propagandistas trans”.
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