La deportista inglesa Georgia O’Connor tenía 25 años. Denunció fallas médicas, peleó contra una grave enfermedad y se casó con el amor de su vida.
Antes de morir, Georgia O'Connor pudo cumplir su último deseo. Hace exactamente dos semanas, la boxeadora profesional inglesa de 25 años, dejó atrás todo lo malo que le sucedió desde hace un buen tiempo hasta esta parte y se encargó de celebrar.
“Me casé con el amor de mi vida”, escribió en su última publicación en redes, el pasado 12 de mayo. Fue poco más de tres meses después de que su madre hiciera pública una campaña con el objetivo de juntar fondos para tratar una enfermedad cuyo avance endilgaron a los médicos por no tratarla a tiempo.
La empresa que la promocionaba deportivamente fue la encargada de confirmar este jueves su deceso.“Estamos desconsolados por el fallecimiento de Georgia O'Connor. Una verdadera guerrera dentro y fuera del ring, la comunidad boxística ha perdido a una joven talentosa, valiente y decidida demasiado pronto”, informó BOXXER.
Además, afirmó: “Georgia era querida, respetada y admirada por sus amigos aquí en BOXXER. Nuestros pensamientos están con sus seres queridos en este momento difícil”.
Por su parte, su promotor, Ben Shalom, dijo que “es difícil comprender esto”. “Pasan muchas cosas en la vida, pero nada más importa aparte de tu familia y tu salud”, expresó en redes.
“Mi más sentido pésame a los padres y a la pareja de Georgia, quienes sé que hicieron todo lo posible sin descanso y están pasando por momentos muy difíciles”, completó Shalom.
Durante su etapa como amateur, O’Connor, entre otros logros, se había adjudicado el oro en los Juegos de la Juventud de la Commonwealth de 2017. Su excelente proyección se confirmó en su etapa como profesional, al obtener desde su debut en 2021 tres victorias en igual cantidad de presentaciones, la última en octubre de 2022.
La confirmación del diagnóstico y su conmovedora lucha
“Si conoces a Georgia, sabes que es una luchadora, siempre lo ha sido y siempre lo será. Como boxeadora, ha dedicado muchos años a superarse a sí misma, demostrando que la fuerza no es solo física, sino que está en el corazón, en la mente, en la resistencia a rendirse. Esta es solo una batalla más, y está decidida a ganar”, escribió su madre en la plataforma GoFundMe, donde acudió en busca de ayuda económica para solventar los gastos del tratamiento.
En esa misma publicación, en febrero de este año, la familia cuestionó el trabajo de los médicos para abordar la enfermedad. “Le diagnosticaron un cáncer raro y agresivo. Durante 17 semanas, le negaron la atención médica adecuada y, en ese tiempo, el cáncer se propagó. Ahora, los médicos lo llaman ‘incurable’”, precisó la mujer.
Según dijo la propia O’Connor, las malas noticias venían desde hace tiempo. Antes de recibir aquel diagnóstico, había estado embarazada, pero sufrió un aborto espontáneo. “Los últimos meses han sido una montaña rusa. ¡Pero todavía me siento en la cima del mundo!”, escribió con notable optimismo.
Fue precisamente unos días antes de la publicación de su madre que la boxeadora se descargó en su Instagram. “No hay una forma fácil de decirlo, pero tengo cáncer. Ahora que lo dejamos claro, es hora de exponer a los incompetentes que permitieron que esto sucediera”, publicó el 31 de enero.
“Durante 17 semanas, desde principios de octubre, he tenido un dolor constante, yendo y viniendo entre las salas de urgencias del RVI de Durham y Newcastle, sabiendo en el fondo que algo iba muy mal. Dije desde el principio que sentía que era cáncer”, remarcó.
Y detalló: “Tengo colitis y colangitis esclerosante primaria (CEP), dos enfermedades que aumentan drásticamente las probabilidades de contraerla. Sé lo alto que es mi riesgo y ellos también. Siempre lo han sabido”.
“Pero ningún médico me escuchó, carajo. Ningún médico me tomó en serio. Ningún médico me hizo las tomografías ni los análisis de sangre que supliqué mientras lloraba de dolor en el suelo. En cambio, me ignoraron. Me engañaron, me dijeron que no era nada, me hicieron sentir como si estuviera exagerando. Se negaron a hacerme las tomografías. Se negaron a investigar. Se negaron a escuchar. Uno incluso me dijo que ‘todo está en mi cabeza’. ¿Y ahora? Ahora el cáncer se ha extendido”, cuestionó.
Una complicación que la puso en riesgo
Fue a aquel bebé que perdió al que mencionó en otra publicación que subió en marzo pasado, cuando tuvo que ser trasladada de urgencia en ambulancia a un hospital por una sepsis.
“El personal de la ambulancia les dijo a mis padres que tenía unas cuatro horas para que me administraran los antibióticos adecuados e intentar recuperarme, si no, moriría”, contó aquella vez.
Y agregó: “No recuerdo mucho. Un minuto estaba bien y al siguiente estaba aparentemente flácida y sin reaccionar, solo arrastrando las palabras y dando vueltas en el sofá. Estaba temblorosa, tenía fiebre, me faltaba mucho el aire y tenía la presión arterial baja”.
“Por suerte, lograron salvarme en el hospital y al poco tiempo empecé a estabilizarme. Fue una de las cosas más aterradoras que me han pasado y doy gracias a Dios por seguir viva. Por favor, investiguen, lean sobre los síntomas de la sepsis y cuéntenles a sus seres queridos. Nos puede pasar a cualquiera”, solicitó.
La boxeadora del condado de Durham completó ese mensaje destacando todo lo que había pasado y soportado. Lo que había intentado “destrozarla”. “Seguir aquí, seguir lidiando con todo y seguir sonriendo y riendo es un auténtico milagro”, valoró.
"Creo que mi pequeño niño en el cielo debe estar cuidándome", aseguró.
El casamiento fue su último deseo
El casamiento con su novio fue su último deseo. El 12 de mayo, O’Connor subió a Instagram una foto de su mano y la de su "príncipe italiano”, Adriano Cardinali, con los anillos de bodas colocados en los dedos anulares.
“Nunca en mi vida pensé que encontraría a alguien como tú. Alguien con un corazón y un alma tan puros, alguien que me hace sentir amada cada día, alguien que haría absolutamente cualquier cosa por mí... alguien tan peculiar como yo”, le escribió a su pareja el 19 de enero cuando cumplió años. El joven había dejado su trabajo para cuidarla.
En esa publicación, donde se los ve en un restaurante, destacó los obstáculos que ambos tuvieron que sortear juntos. “Hemos pasado por tantas cosas juntos, cosas que ninguna pareja debería pasar, pero siempre las superamos porque nada puede separarnos”, indicó.
Por último, le dedicó unas palabras que bien pudieron sonar como despedida. “Te amo incondicionalmente y siempre estaré contigo”, remarcó.
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