"La Tomatina" en España, un negocio que ahora tiene entrada VIP a 500 euros

Buñol, una pintoresca localidad en la provincia de Valencia, España, se transforma cada año en el escenario de una de las fiestas más inusuales y exuberantes del mundo: la Tomatina, un festival conocido por su icónica batalla de tomates, que pasó de ser una celebración popular a un evento internacional con un giro de lujo.

Si bien la entrada común estaba 15 euros, este año la entrada VIP, que antes era un concepto inexistente, ha llegado a alcanzar los 500 euros, marcando un cambio significativo en la naturaleza del evento.

En La Tomatina se arrojaron más de 120.000 kilos de tomates

La comuna puso 120.000 kilos de tomates de la variedad pera para que los asistentes se arrojen entre sí, en esta “batalla” callejera que atrajo a más de 20.000 personas.

Las calles de Buñol desbordan de tomates

Las calles de Buñol desbordan de tomates

"La Tomatina" Buñol

La popular fiesta de esta localidad española, considerada la capital mundial del tomate por su gran producción, contó este año con turistas de 28 países.

Gran parte de los asistentes vienen de ciudades europeas a disfrutar este momento singular cuyas fotos y videos se viralizan rápidamente en las redes sociales.

Bañados en Tomates.

Bañados en Tomates.

Twitter

Una fiesta popular, de fuerte tradición local

La Tomatina se celebra el último miércoles de agosto y tiene sus raíces en una fiesta local que comenzó en 1945, donde los asistentes se lanzaron tomates unos a otros como parte de una broma.

Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en una atracción turística global que atrae a miles de visitantes de todos los rincones del planeta.

Recibe miles de visitantes de todo el planeta.

La semana de fiestas patronales de Buñol es siempre el último miércoles de agosto. Y previo a la “tomatina” hay una noche de diversión abierta en bares y chiringuitos.

Alrededor de las 10 comienza el primer evento de la fiesta, que es el tradicional “palo jabón”. Cuando alguien logra soltar el jamón ubicado en la punta del palo enjabonado, comienza la batalla de tomates.

Seis camiones de la municipalidad cargados de tomates los distribuyen para que la gente comience a arrojárselos entre sí. La vestimenta central, por tradición, es una camiseta blanca para que resalte el rojo de los tomates.

Son dos horas en general sobre las cuatro cuadras del centro de la localidad, donde se forman ríos de jugo de tomates.

Imagenes de la Tomatina en Valencia.

Imagenes de la Tomatina en Valencia.

Twitter

Un giro de lujo

La celebración ha sido tradicionalmente una fiesta accesible para todos. Los vecinos de Buñol tienen ingreso libre, pero los turistas deben pagar una entrada, que este año subió a 15 euros.

En los últimos años, el evento ha evolucionado para acomodar un público más exclusivo. La introducción de entradas VIP por 500 euros marca un cambio notable en la dinámica del festival.

Este paquete exclusivo ofrece una serie de beneficios diseñados para mejorar la experiencia del asistente, como ir en los camiones que distribuyen los tomates. Además, tienen acceso a áreas reservadas, comidas gourmet, bebidas premium y una vista privilegiada del evento.

Con el pago de esa cifra, los turistas tienen la opción de acceder a un área de descanso y cambiarse en vestuarios exclusivos, elementos que contrasta con la experiencia tradicional, mucho más sencilla y desinhibida.

El surgimiento de la entrada VIP ha generado una mezcla de opiniones. Para algunos residentes de Buñol y participantes de la Tomatina, el cambio representa una comercialización excesiva de una tradición popular.

La preocupación se centra en que el verdadero espíritu del festival, que se basa en la participación comunitaria y el disfrute colectivo, podría perderse en medio de la exclusividad y el lujo.

Hundido en los tomates arrojados en Buñol.

Hundido en un río de tomates en Buñol.

Twitter

Por otro lado, para el sector turístico, la introducción de entradas VIP es vista como una oportunidad para diversificar y aumentar los ingresos.

La Tomatina, que antes era una fuente de ingreso importante pero limitado para la localidad, ahora tiene el potencial de atraer a un público dispuesto a pagar precios elevados por una experiencia única.

Esto cobra más relieve si se tienen en cuenta que este año asistieron turistas de China, Estados Unidos, India, Japón, Australia, Canadá, Gran Bretaña y muchas ciudades de Europa.