Nicolás Maduro envió un mensaje en inglés a Biden y generó risas y memes
El presidente de Venezuela lanzó una advertencia por televisión a Estados Unidos sobre las sanciones al país caribeño.
En medio de la larga disputa que mantiene Venezuela con Estados Unidos, el presidente Nicolás Maduro habló en la televisión oficial contra las sanciones que viene aplicando Washington sobre el comercio de petróleo. El mandatario quiso enviar una advertencia en inglés a su par Joe Biden, pero terminó despertando risas.
La transmisión se viralizó rápidamente en las redes sociales, y no justamente por el tono en que se dirigía a la primera potencia mundial, sino por su mala pronunciación del inglés.
En Twitter, Facebook e Instagram se multiplicaron los memes contra el mandatario caribeño, que actualmente está en una situación compleja por las sanciones de Estados Unidos.
Qué quiso decir Maduro
El mensaje de Maduro buscaba ser conciliador y se refería al anuncio de Estados Unidos de que podría no renovar la licencia temporal que alivió sanciones al sector del petrolero y el gas en Venezuela.
La decisión de Washington se debe al giro que dio el régimen venezolano respecto a las elecciones nacionales del 28 de julio próximo, donde no le permite participar a los principales dirigentes de la oposición, algo que se había estipulado en los acuerdos de Barbado.
“Les digo a los negociadores que le digan al presidente Biden el siguiente mensaje”, lanzó Maduro este lunes en su programa semanal. A continuación pronunció una frase en inglés con muy mala pronunciación, acompañándola con gestos de todo tipo. El auditorio, compuesto por funcionarios, no pudo contener la risa, pero después lo terminó aplaudiendo.
La frase en inglés era “If you want, I want, if you don't want, I don't want”. Como se dio cuenta que no se entendía, Maduro remató: “En caraqueño: si tú quieres, yo quiero, si tú no quieres, yo no quiero. Punto final”.
Un tema crítico, detrás de las bromas
El trasfondo de esta situación es sumamente complejo para los venezolanos, ya que se tratan de elecciones presidenciales que podrían cambiar el rumbo del país.
El régimen chavista mantuvo numerosas reuniones con la oposición en Barbado, con la mediación de Estados Unidos y Europa, y de allí salió un acuerdo para realizar elecciones transparentes.
Sin embargo, a la semana siguiente Maduro proscribió a la dirigente opositora con mayores chances de ganarle, María Corina Machado, y encarceló a casi toda la cúpula de su partido, Vente Venezuela.
Ante este panorama, Estados Unidos analiza anular la licencia general 44, emitida en octubre de 2023, que autoriza transacciones con la estatal petrolera PDVSA e inversiones en el sector energético de Venezuela.
El embargo al petróleo y el gas de Venezuela fue impuesto en 2019 como parte de una batería de sanciones que buscaban desplazar a Maduro del poder, pero la invasión de Rusia a Ucrania impulsó en Estados Unidos y Europa la búsqueda de fuentes de energía estables. Por eso flexibilizó las sanciones con esta licencia.
“Ellos siguen chantajeando que van a quitar la licencia 44. Nosotros vamos a seguir adelante con licencia, sin licencia, nosotros no somos colonia gringa, nadie nos va a parar”, dijo Maduro en su mensaje televisivo.
Sin embargo, la flexibilización de las sanciones es fundamental para Venezuela. El país caribeño produce alrededor de 800.000 barriles diarios, tras tocar piso a mediados de 2020, cuando se desplomó por debajo de los 400.000. Pero está lejos de los tres millones que alcanzaba hace 15 años.
Maduro sabe que si permite que los comicios sean transparentes, lo más probable es que gane la oposición. Y su intención es quedarse otros 6 años en el poder.
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