El programador lleva más de una década sin poder acceder al dispositivo. Hay un método que puede salvarlo, pero si falla perdería toda la información
Cuando se habla del Bitcoin, muchos fantasean con poseer al menos una unidad de esa criptomoneda. O, en muchos casos, relatan como dejaron pasar la oportunidad años atrás. Pero hay un caso particular: alguien que no solo aprovechó su chance, sino que tiene miles de bitcoins... y no puede usarlos.
Esa es la historia de Stefan Thomas, un programador nacido en Alemania que vive en San Francisco, pero hace una década padece un episodio que parece sacado de una película: es millonario, y aún así jamás pudo utilizar su dinero.
Es que Thomas tiene un pendrive IronKey envuelto en un contenedor metálico, guardado al fondo de un cajón. Y ese pendrive tiene la clave de acceso a su fortuna: 7.002 bitcoins.
Pero, ¿por qué Thomas no puede acceder a ese dinero? Simple: no recuerda la contraseña.
Sí, así como leen. Hace más de diez años (desde 2011, precisamente) que el programador alemán intenta acceder a su fortuna sin éxito. Falla y falla, sea cual sea la contraseña que intente. Y allí yacen esos miles de bitcoins.
Por qué la fortuna en Bitcoin de Thomas está en riesgo
La situación tiene dos agravantes. El primero, que el Bitcoin afronta una de las subas más importantes de su historia. Para que tengan una referencia, cuando Thomas adquirió sus bitcoins, valían menos de un dólar. Hoy están por encima de los 80 mil dólares. Esto significa que Thomas posee 235 millones de dólares (o quizás más) guardados en un cajón.
El otro tema, más preocupante aún, tiene que ver con el peligro de perder toda la información. Es que le queda un último intento, pero si falla, el pendrive se bloqueará y destruirá toda la información que tiene almacenada.
"Pasaba horas en la cama pensando en ello. Luego iba a la computadora con una nueva estrategia, pero no funcionaba y volvía a sentir la desesperación", explicó en una de las entrevistas que brindó al respecto.
Lo cierto es que así como las criptomonedas brindan a sus poseedores independencia de los bancos y a la vez son muy seguras, le otorgan también toda la responsabilidad a sus dueños, con lo bueno y lo malo. Y en este caso, se trata de lo segundo.
Para colmo de males, el Bitcoin atraviesa una de las subas más grandes de su historia, valuando su mercado en más de 3 billones de dólares. Al alza se suma también el llamado “Trump trade”, que está impulsando múltiples activos financieros. Tras su victoria, Trump generó expectativas en el mercado cripto al sugerir que podría cumplir con sus promesas de campaña favorables a este sector.
Problemas y "soluciones"
Según consignó Chainalysis, una empresa que brinda datos sobre el mundo de las criptomonedas, se cree que un 20% de los bitcoins existentes están en carteras "inaccesibles", ya sea por pérdidas de contraseña o fallecimiento de su dueño. No es un dato menor, considerando que esto implica alrededor de 140 mil millones de dólares.
¿Hay alguna solución posible? Si, pero tan arriesgada como hacer ese último intento. Hay un microscopio electrónico de barrido que "desarma" el chip del pendrive IronKey capa por capa y extrae los datos. El problema es que no solo es un procedimiento excesivamente costoso, sino que requiere un laboratorio especializado y tiene un altísimo riesgo.
Según señaló Thomas, "el proceso es tan arriesgado que podríamos perder toda la información si algo sale mal".
Hay otra situación que lo ata de manos: el grupo de hackers Unciphered le ofreció una "técnica revolucionaria" que permite sortear el límite de intentos. Sin embargo, Thomas no aceptó la oferta para trabajar en conjunto porque tiene un contrato vigente con otros equipos de expertos.
"Es genial vivir en un país libre donde podemos elegir cómo mantener nuestros bitcoins, pero para la mayoría de las personas, quizás es mejor dejarlos en manos de expertos", se resignó Thomas. Mientras tanto, observa como en su cajón duermen más de 235 millones de dólares sin ninguna prisa.
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