Aplicó la pena capital a una magnate inmobiliaria por defraudar al principal banco local. El nuevo gobierno comunista endurece su política.
En uno de los juicios más espectaculares de la era comunista, un tribunal de Vietnam condenó este jueves a la pena de muerte a una fuerte empresaria local, magnate inmobiliaria, por uno de los mayores casos de corrupción en el país.
Truong My Lan, de 67 años y una larga trayectoria empresarial donde siempre tuvo la protección del régimen, fue condenado por solicitar préstamos por valor de 44.000 millones de dólares del Saigon Commercial Bank, que nunca devolvió.
El veredicto, poco común contra una mujer y por un caso de estafa, se da en el marco de un gran giro del nuevo gobierno comunista, que inició una severa purga contra la corrupción en el país asiático.
Un proceso colosal
Las autoridades le dieron una enorme dimensión al proceso judicial, y una drástica condena contra Truong My Lan, para que sirviera de ejemplo.
Trabajaron más de 10 fiscales y 200 abogados en el juicio, donde fueron citados a declarar 2.700 personas. Las pruebas estaban almacenadas en 104 cajas que pesaban seis toneladas en total.
Procesaron a 85 personas, además de a Lan. Todos fueron declarados culpables. Cuatro de ellos recibieron cadena perpetua y el resto penas que oscilaban entre 20 y 3 años de cárcel.
Entre los acusados estaban el esposo de Lan y su sobrina, quienes recibieron penas de prisión efectiva de 9 y 17 años respectivamente.
"Creo que nunca ha habido un juicio espectáculo como este en la era comunista", dijo David Brown, un funcionario retirado del Departamento de Estado de Estados Unidos con una larga experiencia en Vietnam, a la BBC. "Ciertamente no ha habido nada de esta escala", agregó.
Una figura empresaria y un fraude llamativo
Truong My Lan proviene de una familia chino-vietnamita de la ciudad de Ho Chi Minh, antes de la revolución conocida como Saigón.
Esa ciudad fue durante mucho tiempo el motor comercial de la economía vietnamita, incluso desde sus días como capital anticomunista de Vietnam del Sur. Allí vive una gran comunidad étnica china.
Según cuenta la BBC, Lan comenzó como vendedora en un puesto de mercado, ofreciendo cosméticos con su madre. Luego, cuando el Partido Comunista inició un período de reforma económica conocido como Doi Moi, en 1986, se dedicó a comprar tierras y propiedades.
En la década de 1990 ya era propietaria de una gran cartera de hoteles y restaurantes, que le daban buenas ganancias.
Si bien Vietnam es más conocido fuera del país por su sector manufacturero de rápido crecimiento, como cadena de suministro alternativa a China, la mayoría de los vietnamitas ricos ganaron dinero desarrollando y especulando con propiedades.
En realidad, todas las tierras son oficialmente de propiedad estatal y obtener acceso al negocio depende de relaciones personales con funcionarios estatales. La corrupción aumentó a medida que la economía crecía y se volvió endémica.
En 2011, Truong My Lan era una figura empresarial muy conocida en la ciudad de Ho Chi Minh, y se le permitió organizar la fusión de tres bancos más pequeños y con problemas de liquidez en una entidad más grande: Saigon Commercial Bank.
Así obtuvo un gran poder. Claro que nada podía hacer sin el respaldo de altos funcionarios. En el juicio la acusaron de utilizar ese poder para nombrar a su propia gente como gerentes y luego ordenarles que aprobaran cientos de préstamos a la red de empresas fantasma que ella controlaba.
Las cantidades retiradas son asombrosas. Sus préstamos representaron el 93% de todos los préstamos del banco.
Según los fiscales, durante un período de tres años a partir de febrero de 2019, ordenó a su gente retirara más de 4.000 millones de dólares en efectivo del banco, y los almacenara en su sótano.
Nuevo gobierno de mano dura
Este llamativo juicio es parte de la campaña anticorrupción "Hornos Ardientes", que lanzó el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong.
El mandatario es un marxista conservador que considera que la indignación popular por la corrupción constante plantea una amenaza existencial al monopolio del poder del Partido Comunista.
Esta campaña anticorrupción la fue insinuando desde 2016, cuando le ganó la pulseada al entonces primer ministro proempresarial que había, y se quedara con el puesto más alto en el PC vietnamita.
En los últimos meses cuatro figuras centrales del gobierno, de cargo ministerial, así como cientos de funcionarios, fueron disciplinados o encarcelados. Ahora Truong My Lan, una de las mujeres más ricas del país, se ha unido a sus filas.
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