Aseguran que el servicio de Salud Mental del hospital Castro Rendón está en estado crítico
Trabajadores del área denunciaron numerosas situaciones que afectan la atención a la comunidad con vulnerabilidad psicosocial.
Desde el desabastecimiento de psicofármacos usados como parte de los proyectos terapéuticos pasando por ausencia de un espacio para la internación de mujeres con consumo problemáticos de sustancias hasta demoras en el pago de honorarios a profesionales, son algunas de las "graves situaciones" denunciadas por las y los trabajadores del servicio de Salud Mental del Hospital Castro Rendón.
Las y los trabajadores del área señalaron a LMNeuquén que desde hace un tiempo existen múltiples factores que vienen afectando significativamente la atención a la comunidad usuaria del servicio. "Trabajamos acompañando a personas que presentan sufrimiento mental grave que requieren la continuidad de cuidados y terapéutica; además de acompañar a las familias de las personas usuarias del servicio, quienes en su mayoría se encuentran en graves situaciones de vulnerabilidad psicosocial", explicaron los profesionales.
El desabastecimiento de psicofármacos utilizados en los tratamientos terapéuticos es una de las situaciones denunciadas por los trabajadores del servicio, quienes señalaron que el faltante no sólo se da en los medicamentos que se utilizan en casos excepcionales con pacientes muy graves y que son caros "sino también en los medicamentos usuales que son los más baratos".
"La discontinuidad de un esquema farmacológico implica el riesgo de una descompensación clínica y por lo tanto una probable internación del paciente", describió uno de los profesionales con mayor trayectoria en el servicio. Agregó que "el costo que paga el usuario por la discontinuidad como consecuencia del faltante del medicamento es enorme, lo que genera un descalabro en su vida, que requerirá de una internación lo cual puede provocarle la pérdida del trabajo y de sus vínculos".
Los profesionales del área comentaron que en muchos casos "se les da la medicación a cuenta gotas, cuatro o cinco comprimidos un día con lo cual tiene que volver a los pocos días para recibir otros pocos comprimidos con todo el trastorno que esto acarrea en las personas". A esta compleja situación se agrega que en la mayoría de los casos "los usuarios que requieren de nuestro servicio presentan una vulnerabilidad psicosocial muy importante y no pueden comprar la medicación porque no tienen obra social o viven por debajo de la línea de pobreza".
Otro de los puntos denunciados por las y los trabajadores es la demora en el pago de honorarios de los acompañantes terapéuticos dependientes del ministerio de Salud, quienes favorecen la posibilidad de sostener estrategias de inclusión social de base territorial, explicaron.
"Muchos de los usuarios del servicio están con tratamientos complejos que requieren del cuidado durante las 24 horas, algunos de esos cuidados se operativizan a través de cuidadores domiciliarios que dependen del ministerio de Desarrollo Social y otros de acompañantes terapéuticos que dependen de Salud", describieron. Precisaron que la demora en los pagos "se viene arrastrando desde hace varios meses y esto afecta a los usuarios que necesitan ese acompañamiento".
Asimismo afirmaron que aún no se efectivizó la incorporación de psicólogos y acompañantes terapéuticos que lograron sus cargos a través de concursos realizados en el mes de marzo.
Por otra parte, exigieron el correcto funcionamiento de los únicos dispositivos intermedios con los que cuentan actualmente los usuarios de los servicios de salud mental que son los centros de día, ubicados en la zona oeste, este y centro. "Estos dispositivos no cuentan con espacio físico o no está acorde para un dispositivo de estas características. Además no cuentan con los recursos humanos necesarios para su correcto funcionamiento", aseguraron.
En tanto, reflejaron la ausencia de un espacio en el hospital para la internación de mujeres con consumos problemáticos de sustancias para los casos en que a criterio profesional medie situación de riesgo y ausencia de otras alternativas terapéuticas. En este punto, los trabajadores precisaron que en el servicio de adicciones hay un total de 10 camas, de las cuales 8 están disponibles para varones. "En la provincia no hay espacios de internación para mujeres con problemáticas de salud mental. El servicio de adicciones del Castro Rendón tiene 10 camas, de las cuales dos la ocupan mujeres con problemáticas de consumo. Este es un largo reclamo", precisaron. Comentaron que se han hecho contrato con otras instituciones para disponer de camas, sin embargo no es la solución "porque no sirve para la dinámica del tratamiento porque entra en un mecanismo de admisión y aceptación por parte de la institución".
Por último, las y los trabajadores del servicio de Salud Mental del hospital de mayor complejidad de la provincia manifestaron su preocupación de las situaciones descriptas anteriormente, las que calificaron de muy graves “a seis meses del cambio de gobierno” y denunciaron “la subejecución progresiva del presupuesto y la falta de respuesta ante los diferentes reclamos emitidos” a las autoridades tanto del hospital como del ministerio de Salud.
“Manifestamos nuestra preocupación ante la situación de precariedad existente en el sistema de salud y el consecuente deterioro y vulneración de derechos que implica para los usuarios de salud mental”, subrayaron.
Reclaman viviendas de medio camino
El año pasado el gobierno nacional anunció el programa Habitar Inclusión que preveía la construcción de 50 viviendas de medio camino destinadas a las personas que se encuentran en instituciones de salud mental con el objetivo de que puedan restablecer su vínculo con la sociedad.
Habitar Inclusión tiene como objetivo desarrollar una política integral de hábitat tendiente a beneficiar a las personas con sufrimientos psíquicos severos, conforme lo establece el artículo 11 de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657, sancionada el 25 de noviembre de 2010 que introdujo la perspectiva de los derechos humanos en el abordaje de los padecimientos mentales.
El convenio acordado por los ministerio nacionales de Salud y de Desarrollo Territorial y Hábitat contemplaba la construcción de viviendas de medio camino (espacios convivenciales para personas con trastornos mentales severos) adaptadas para 2 o 4 habitantes, con una red de apoyo externa desplegada y con modalidades que se orientan a la inclusión social, según se informó en su momento. Este proyecto contemplaba la creación de diez viviendas en la provincia de Neuquén.
El psicólogo Máximo Mantilaro, integrante del servicio de Salud Mental del Castro Rendón, precisó que desde la adhesión de la provincia a la ley “pasaron varios años y aún no se construyó una sola casa de medio camino destinadas a estas personas". Lamentó esta situación "a pesar de que hubo en todo este tiempo otros proyectos que sí concretó el gobierno provincial en la ciudad de Neuquén como el primer complejo de viviendas para mujeres trans inaugurado en 2020 en el barrio Confluencia y la ampliación y construcción de la Casa Integral de las Mujeres Madre Teresa, que hospedará a víctimas de violencia de género, y a sus hijos en caso de ser necesario". “Es cuanto menos una desidia, inoperancia e ineficiencia de la gestión ya que supuestamente hay presupuesto asignado", resaltó.
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