Castillos de Barros: como las termas de Copahue, pero en el norte neuquino
Estas aguas, ubicadas en tierras ancestrales a solo 5 kilómetros de Buta Ranquil, buscan posicionarse turísticamente a partir de su poder curativo.
La buena comunión del hombre con la tierra ha permitido que atractivos de una belleza y soberbia inmensidad se mantengan intactos al pasar el tiempo. Esa es la historia de las aguas termales que fluyen en los campos ancestrales de don Eliberto Albrun Barros, al que todos desde siempre conocen simplemente con el nombre de “Bruno”. Con su poder curativo, se ubican en el norte neuquino, más precisamente en cercanías de la localidad de Buta Ranquil; donde además hay otros seis puntos termales que están siendo monitoreados por el Ente Provincial de Termas para ponerlos en valor y darles un envión turístico.
La semana pasada, el presidente del organismo provincial, Matías Ramos, en compañía de Hugo Gutiérrez (integrante del directorio), hicieron un trabajo de campo en tres sitios termales con excelentes resultados y ya planean una próxima visita para continuar con el relevamiento.
Al respecto, Ramos, en contacto con LM Neuquén, precisó que “hemos quedado sorprendidos por el recurso termal que existe en Buta Ranquil. En esta oportunidad visitamos tres termas de un total de siete que existen en el lugar. Son las tres mejores en orden de importancia que pudimos recorrerlas y la verdad que hay mucho potencial en cada una de ellas”.
Por su parte, Gutiérrez explicó que están trabajando en el norte neuquino para detectar aguas termales para proyectar un corredor que involucre a Buta Ranquil, Tricao Malal y otros parajes como Ahilinco y Coyuco Cochico.
“La idea del gobernador Rolando Figueroa apunta en ese sentido y a trabajar en forma articulada con el Ministerio de Turismo, el ISSN y los municipios regionales para poder poner en valor todos aquellos sitios con aguas termales”, explicó.
Impulso del gobierno
Aunque hay muchos puntos con fuentes termales, “Castillos de Barros” será la punta de lanza de esta propuesta que impulsa el gobierno provincial, ya que las propiedades curativas de sus aguas no tienen nada que envidiarles a las de las clásicas y famosas Termas de Copahue, según se desprende de estudios científicos que se hicieron durante el año 2014 y que se profundizarán en la actualidad.
De acuerdo al informe elaborado, “las aguas de estas termas son hipotermales y se caracterizan por una fuerte mineralización, siendo sulfuradas, cálcicas, bicarbonatadas y carbogaseosas. Estas propiedades les otorgan una serie de beneficios terapéuticos: su presión hidrostática ejerce un efecto relajante y sedante sobre el cuerpo, y su contenido de gas carbónico estimula las mucosas y favorece la secreción de jugos gástricos, lo que las hace útiles para el tratamiento de gastritis y otros problemas digestivos cuando se administran por vía oral”.
Se explicó, además, que “el alto contenido de azufre contribuye a la mejora de las articulaciones, mientras que su alcalinidad promueve la eliminación de ácido úrico, aportando efectos anti inflamatorios”.
Por si fueran poco, a los beneficios terapéuticos hay que sumarle la belleza inconmensurable de las termas que dejan extasiados a los visitantes con el color turquesa de sus aguas.
Un camping fortalece el punto termal
Para conocer las termas “Castillos de Barros” hay que estar atentos y a unos 5 km antes de acceder al pueblo de Buta Ranquil (por ruta nacional 40) se debe girar a la derecha y tomar un camino de tierra. Tras recorrer unos 1.300 metros se llega al Camping de don Bruno Barros y, al lado de este lugar, se encuentran estas maravillas de la naturaleza que se hallan absolutamente en su estado natural.
Gutiérrez, que participó activamente del relevamiento del sitio, apuntó que “según el estudio de 2014 son aguas curativas, no calientes ni frías sino más bien templadas. También a pocos metros hay una vertiente de agua termal que la gente del lugar desde hace muchos años las utiliza para lo que son las enfermedades de gastritis y úlceras”.
En relación a la infraestructura, el funcionario provincial agregó que “desde el estado se va a trabajar en la cartelería porque no está señalizado y la misma podría estar activamente funcionando ya para el mes de noviembre”.
Agregó que “en forma conjunta entre provincia y municipio de Buta Ranquil hay que trabajar para poder ayudarlo al propietario para hacer dos baños con vestidores que es lo que haría falta al lugar para ponerlo en valor con más alternativas de bienestar y confort”.
La historia de Don Bruno
Don Eleterio Albrun Barros es la cuarta generación de una familia que ha vivido siempre al lado de estas “bendiciones de Dios”. “Estas tierras eran de mi bisabuelo Honorio Barros, después de mi abuelo José Abel Barros y de mi madre María Matea Barros y hoy me toca llevar los destinos a mí”, señaló con orgullo.
A su vez se mostró conmovido porque su hijo Honorio David de 14 años ya le está abriendo camino a la quinta generación. El adolescente es el único de sus cuatro hijos que convive con él en la propiedad donde “habitan” las aguas termales sanadoras.
“Siempre ha sido mi sueño construir un arco de entrada a las termas con un gran cartel que diga “Castillos de Barros”, en honor a todos mis ancestros y al esfuerzo y sacrificio que hicieron para conservar estas tierras y estas aguas curativas en su estado natural”.
El camping, que con recursos propios viene impulsando hace 26 años, luego del fallecimiento de su querida madre, tiene una capacidad para albergar a unas 200 personas. Cuenta con espacios de acampe y arboledas que brindan buena sombra, mesas y mesones, accesos a energía eléctrica y servicio de wifi.
Uno de los grandes desafíos de don Bruno siempre ha sido la construcción de infraestructura de baños y vestuarios. “Siempre ha estado en mi planes pero los escasos recursos con los que cuento han hecho imposible completar este servicio”, se sinceró.
Algo para tener en cuenta es que en el lugar nunca se cobró ni se cobrará por usar las instalaciones del camping y de los baños termales. “Todo queda de acuerdo a la voluntad y lo que dicte el corazón de cada visitante. Lo que da Dios no se cobra y además es un mandato ancestral familiar no cobrar”, manifestó don Barros. Además, en su corazón alberga cientos de testimonios de gente del lugar, de otras provincias del país y de Chile que le han contado que se han sanado utilizando las aguas termales de “Castillos de Barros”.
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