La Legislatura aprobó una ley que obliga a municipios a justificar la instalación de radares y a señalizarlos. Buscan evitar un uso meramente recaudatorio.
La Legislatura de la provincia de Neuquén aprobó una ley que regula el uso de radares para el control de velocidad en las rutas provinciales, con el objetivo de poner fin a lo que desde distintos sectores se denunciaba como un uso arbitrario y sin control de estos dispositivos. La norma establece la suspensión por 180 días del funcionamiento de todos los radares ya instalados, durante los cuales no podrán emitirse nuevas multas.
La ley comenzará a regir una vez que sea publicada oficialmente y, desde ese momento, los municipios deberán presentar la documentación correspondiente ante la Dirección Provincial de Seguridad Vial para obtener la autorización que les permita mantener o instalar radares en el futuro.
“Lo que hicimos fue sancionar una ley que regula este tipo de radares, que yo los denomino ‘cazabobos’, porque la realidad es que no están bien señalizados ni están en zonas críticas. El objetivo de estos radares solo es recaudatorio”, sostuvo, en diálogo con LU5, la diputada provincial Giselle Stillger (Arriba Neuquén), una de las impulsoras del proyecto.
Según explicó, en la actualidad los municipios podían instalar radares en rutas provinciales con solo sancionar una ordenanza local y firmar un contrato con empresas privadas proveedoras del servicio. “Eso generaba situaciones abusivas y poco transparentes, como la que denunciamos el año pasado con el radar en El Chocón”, recordó.
En ese contexto, usuarios se comunicaban con la diputada para plantear reclamos sobre radares ubicados en zonas como Añelo y San Patricio del Chañar, sin señalización previa ni criterios claros para su instalación. Las multas, además, solían ser elevadas y difíciles de impugnar.
Nuevos requisitos y sistema de control
Con la nueva normativa, será la provincia la que determine si un radar puede instalarse y en qué lugar. Los municipios deberán presentar una solicitud formal ante la Dirección Provincial de Seguridad Vial, acompañada de una justificación técnica y documental que respalde la necesidad del dispositivo.
“¿Querés poner un radar? Tenés que explicar por qué: ¿hay muchos accidentes?, ¿una escuela cerca?, ¿un hospital? No se puede poner un radar porque sí”, remarcó Stillger.
Además, los municipios estarán obligados a señalizar correctamente los dispositivos. La ley exige que haya carteles indicativos al menos 500 metros antes del radar, lo que apunta a promover la prevención y la conciencia vial por sobre la sanción.
Radares en Neuquén: sin multas durante 180 días
Durante los seis meses posteriores a la entrada en vigencia de la ley, los radares que a la fecha están operativos no podrán emitir más multas. Pasado ese plazo, solo podrán reactivarse aquellos que cuenten con la debida autorización provincial.
En cuanto a las infracciones ya emitidas por estos dispositivos, Stillger aclaró que la ley no tiene efecto retroactivo: “Lo que le recomiendo a la gente es que multa por multa la vayan impugnando”, sostuvo.
Otro punto importante es la creación de un sistema público y accesible para que la ciudadanía sepa dónde están ubicados los radares autorizados. La ley obliga a la Dirección Provincial de Seguridad Vial a publicar en su página web un mapa con todos los dispositivos habilitados, junto con la documentación que justifica su instalación.
Educación vial y destino de lo recaudado
La norma también contempla que al menos el 50% de lo recaudado en concepto de multas por exceso de velocidad deberá destinarse a programas de educación vial. Esta información también estará disponible en la web oficial, para garantizar la transparencia del uso de esos fondos.
“Vas a poder ver cuánto se recauda y cuánto se está destinando efectivamente a educación vial. Esto también forma parte del espíritu de la ley: que el control de velocidad no sea un negocio, sino una herramienta para cuidar vidas”, enfatizó Stillger.
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