Cuando el Paseo de la Costa dio un paso definitivo hacia el oeste
El 15 de septiembre de 2015 derribaron el muro que había en la calle Olascoaga y que impedía la circulación por ese sector del río Limay.
Se cumplen este viernes ocho años de un momento clave en la historia de la ciudad de Neuquén. El 15 de septiembre de 2015, las autoridades municipales derribaban el muro que impedía el paso por la costa del río Limay a la altura de la calle Olascoaga. De esta manera, comenzaba el nuevo camino para extender el Paseo de la Costa hacia el oeste de la capital.
En la década del 60 ya marcaba el fin del balneario Río Grande a la altura de esa avenida. La costa del río Limay entre aquella pared de ladrillos y calle La Pampa estuvo vedada por todos estos años a los vecinos de la ciudad. El motivo fue porque las tierras eran privadas y pertenecían a la familia Álvarez, propietaria del lote en el último tramo de la Olascoaga.
Ese 15 de septiembre a las once en punto una máquina dio el primer golpe para derribar el muro y marcar así lo que para muchos fue un momento histórico para la ciudad. “Este es el resultado de prestar atención al río, de comprender a Neuquén en su genética, que es la barda, el río y la confluencia”, dijo el intendente Horacio Quiroga, minutos después haber visto cómo cayó el primer tramo.
Se abrió también el paso imprescindible para concretar el proyecto de unir los tres balnearios municipales a través del paseo costero. El próximo paso para esto será consolidar los 200 metros de costa que se abrieron ayer y que tendrá las mismas características que la zona de la calle Democracia.
Según las estimaciones de entonces, en el mes de enero estaría listo para su inauguración. “Será de tránsito y recreativo, con mobiliario urbano para que la gente pueda sentarse a contemplar el río, a tomar un mate, a leer un libro”, indicó Quiroga.
El proyecto indicaba que a estos 200 metros los cruzará la calle Democracia, del mismo ancho que la que pasa por el Río Grande, una senda de tres metros y medio y una bicisenda de 2,5 metros, intercaladas con espacios verdes, luminarias y mobiliario similar al del resto de los centros recreativos.
El tramo siguiente que se extiende entre La Pampa y Leguizamón estaba en proceso de proyecto ejecutivo. El Concejo Deliberante acordó la acción concertada con la sociedad Ferracioli-Páramo-Castañeda, se pactó que el 25 por ciento que deben ceder a Cordineu no sería en tierras sino en dinero equivalente. Serían ellos los encargados de contratar y ejecutar la obra del proyecto que se está terminando.
Nadie quiso perderse el momento en que las máquinas derribaban el histórico paredón. El intendente con todos sus funcionarios y concejales acompañaron el momento.
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