Es la época y ante la crisis, muchas vecinas y vecinos se juntan con familiares y amigos para adquirirlos. Todos los detalles y testimonios.
Aprovechando el receso escolar, Constanza realiza la compra matinal para colaborar con sus padres. Su mamá le hizo un pedido especial antes de salir de casa: ‘preguntá por los cajones de tomates perita’.
Mientras espera pacientemente en la fila de la popular verdulería Del Valle, en Circunvalación y La Esmeralda, la adolescente de 16 años oye al cronista de LMC hablar de ese producto y le consulta: “¿vos vendés tomate?”.
El periodista le explica que en verdad está abocado a un informe sobre la demanda de esa verdura para las salsas, tan propio de la época, y la joven sonríe por la confusión. Seguidamente confiesa con madurez: “Mi mamá hace salsa de tomates siempre, toda la familia se pone de acuerdo y compra para que salga más barato”.
En una recorrida por varios comercios pudimos confirmar que los vecinos se inclinan bastante por esa opción -comprar tomates en cantidad y en forma asociada-, ya que como dice Karina, del puestito callejero de Naciones Unidas y Esquiú, “la gente vuelve a lo de antes porque no alcanza la plata".
“Entonces se juntan familiares, vecinos y se llevan cajones de tomates peritas para hacer salsas y conservas porque les conviene, pero también lo hacen con las berenjenas, el ají dulce, el común”, asegura sobre el regreso a las viejas costumbres y las compras colectivas para achicar los gastos en plena crisis.
Más allá de su gran porte físico, no es menor su esfuerzo para trasladar los cajones desde el depósito de enfrente. “El finde vendimos 20 cajones, se nota que la gente consumió salsa el domingo, ja”, admite.
Los precios
Los cajones suelen traer entre 17 y 20 kilos y “acá los tenemos a 6 mil pesos, económico. Si compran en cantidad les hago algún descuento, capaz los bajamos a 5.500, también con algún combito con albahaca etc”, asegura.
Por su parte Juan, de Verdulería La Esmeralda (La Esmeralda y Reconquista) los tiene “entre 4.500 y 5.500 pesos, puede ser 5.500 con un atado de albahaca. Me piden y yo encargo de un día para el otro, los traigo del Mercador Concentrador de Neuquén. Estaban entre 8 y 12 mil pesos al inicio del año, así que la gente que puede, aprovecha”, destaca la oferta.
Es que el valor del kilo, en promedio, se reduce a 300 pesos adquiriendo el cajón. Lo tiene en claro Soledad, una clienta que adelanta: “Conviene llevar para hacer salsa, con una amiga vamos a comprar en breve”.
Allí mismo hay una promo de “2 kilos de tomate por 1000 pesos”, por lo que de todos modos sigue siendo más negocio obtenerlos en cantidad.
En el puesto ambulante de Bolivia y Circunvalación también “pide mucho la gente, la semana que viene traemos, capaz llegan 30 ó 40 y se venden al toque”.
Hay otra atendible razón por lo que muchos prefieren la salsa casera. En Del Valle, las clientas Alejandra y Oriana resaltan que más allá del beneficio económico, “es mucho más natural, por eso seguro que encaramos algún cajoncito”.
En ese comercio cuesta “5.500 el cajón de perita y vendemos 6 ó 7 por día. A la mañana vuelan”, apunta la encargada que tuvo el gran gesto de atender a LMC pese a que el recinto estaba repleto.
Por último, en Villegas y Alem “están preguntando, pero aún no hay muchos tomates”, considerando que en marzo es el fuerte de esa famosa verdura. “El Perita lo ofrecemos a 2 kilos por 1.500”, indica la empleada.
En tiempos de vacas flacas y con una inflación récord, todo lo que sea ahorrar a futuro suma y las ventas de tomates para salsas están al rojo vivo.
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