Denunció al hospital Castro Rendón: fue por un esguince en un pie y le operaron el otro
Según la denuncia, le operaron el otro pie porque era plano. Ahora, los clavos que le colocaron se le corrieron de lugar.
El calvario de Liliana Rulo (66), una mujer jubilada de Neuquén, no termina más. En 2014, tuvo la desgracia de tropezar con una vereda rota. Sufrió una caída muy cerca del hospital Castro Rendón, en una esquina del barrio militar que está en el centro. Entonces, no se le ocurrió hacer una denuncia por el estado de la vía pública y el impacto que tuvo en su vida. A ella solo le importaba recuperar su pie izquierdo, el que se le torció y nunca más fue el mismo.
Comenzó a tratarse en el hospital Castro Rendón. Pero el pie no volvía a su lugar. "Se me torcía", dijo. Pasó varios años bajo tratamiento y con el pie izquierdo vendado. En el medio, una pandemia de Covid-19 que demoró su intervención y el drama de los insumos que no llegaban. Esperó así largos años, hasta que el 30 de marzo de 2023 ingresó a un quirófano.
"Me operé, y cuando me desperté, me miro y tengo el otro enyesado, con un parche en el empeine y dos clavos. Pregunto y me dicen que me habían operado el pie derecho porque era plano. Pero yo no fui a operarme por un pie plano. Fui por el pie torcido", denunció la mujer, en diálogo con LMNeuquén.
Recordó también que tuvieron que pincharla varias veces y le daban morfina por el dolor intenso que sentía. "El doctor -traumatólogo- me dijo que si me hubiera operado el otro pie, el torcido, estaría peor. Pero nunca me dijo que me iba a operar el otro. Después de eso, estuve dos meses en silla de ruedas. Luego andador y bota. Fue todo un trastorno. Me tuvieron que volver a internar, me agarró una inyección, y como soy alérgica a la penicilina, fue un lío hasta que dieron en la tecla", contó la denunciante.
Hoy su situación es más complicada aún. Advirtió que los tornillos que le pusieron en el pie derecho se le dieron vuelta. "Los tenía de costado y ahora los tengo abajo. Así que tengo que ver cómo voy a hacer para operarme los dos pies", señaló. Mientras tanto, comentó que le cuesta mucho caminar y no puede subir a la bicicleta, entre otras limitaciones.
Una operación que no buscó
En su momento, recordó que tuvo que dar su consentimiento quirúrgico, pero aseguró que "no especificaba" para qué. Y reiteró: "Yo iba por el pie izquierdo, para que me lo enderezaran; y no por el derecho. A partir de ahí, mi calidad de vida cambió totalmente (para mal)".
Aseveró que ya está hecha la denuncia en el hospital y ante el Ministerio Público Fiscal. No obstante, el abogado que tomó el caso le dijo que la causa estaba parada desde mayo de este año porque falta reunir prueba.
"Quiero que se haga justicia, por eso hago público lo que me está pasando. En el hospital no me dieron la historia clínica de la caída que sufrí en 2014. Estoy viendo también si me pueden dar los estudios que me realizaron antes de la operación. Tengo que conseguir pruebas. Así no puedo quedar. Si no me opero, voy a estropear la cadera y las rodillas. Pero PAMI no me cubre los mejores materiales y tengo que afrontar yo los gastos. Entonces, tengo que ver cómo hacer", expresó.
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