Pese a la orden judicial en marcha desde hace meses, nace otro principio de acuerdo político que beneficia tanto a la comunidad como a la Municipalidad.
No será fácil el desalojo mapuche en el camping del lago Correntoso, pese a una orden judicial en curso. Hay un principio de entendimiento, para que el intendente Javier Murer pueda tomar posesión de ese espacio con fines turístico en Villa La Angostura, y convivir con la comunidad Paichil Antriao.
Según pudo saber LM Neuquén, se estaría por firmar un acta de entendimiento para el manejo de esas tierras -aún en discusión- que desde el 2014 están ocupadas por los mapuches, que hicieron dos casas y manejan el camping, También hay un revés judicial con el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y una orden de desalojo del juez Francisco Astoul Bonorino.
El documento busca evitar un desalojo inminente y ordenar la convivencia en el predio, pero todavía no fue firmado, y su avance quedó atado tanto al Concejo Deliberante como a los conflictos políticos internos.
El acuerdo surge en el marco de las causas judiciales por la ocupación y administración del camping, un conflicto que lleva más de una década en tribunales. En Villa La Angostura hay varios conflictos con la comunidad Paichil Antriao. El último, donde hay una inminente orden de desalojo, es en Puerto Elma en la costa del lago Nahuel Huapi. Así, hay más de 12 causas de reivindicación de tierras y conflictos mapuches con privados.
Villa La Angostura: que buscan las partes
La comunidad sostiene la ocupación tradicional del espacio, al tiempo que el municipio reclama la titularidad formal sobre el predio. El acta intenta cerrar esa disputa mediante reconocimientos recíprocos: la comunidad acepta el dominio municipal y el municipio reconoce la presencia ancestral del lof en la zona del Correntoso.
El borrador también establece que la comunidad podrá continuar realizando actividades culturales y espirituales, como Wiñoy, Txipantu, recolección de lawen e intercambios de saberes, además de acciones interculturales abiertas a la ciudadanía.
A su vez, la Municipalidad propone otorgar un permiso de uso diurno para el balneario y habilitar la explotación comercial de una proveeduría, una confitería y puestos de artesanías. La normativa prohíbe el pernocte y deja en manos del municipio la concesión de otros servicios, con consulta previa a la comunidad.
El acta también plantea un esquema de control municipal. La comunidad no podrá obstaculizar inspecciones de higiene, seguridad, bromatología y ambiente. A cambio, el municipio se compromete a capacitar a integrantes del lof para adecuarse a los estándares comerciales del ejido.
Por ahora, el camping no está legalizado por la Municipalidad de Villa La Angostura, que lo que pretende es que se cumplan las normas comerciales y bromatológicas. Esto no es posible y hay un impacto sobre la calidad del servicio al turismo.
En paralelo, se prevé conformar una Mesa Técnica-Política para ordenar estructuras existentes, coordinar emergencias y proteger el bosque de arrayanes y la fauna nativa del predio.
Si bien el entendimiento aparece como una salida viable al conflicto, su falta de firma genera incertidumbre. La decisión final podría tener consecuencias políticas, especialmente para el intendente Javier Murer, quien impulsa la negociación en medio de presiones diversas dentro y fuera del gobierno local.
La posibilidad de que el acuerdo se ratifique o se caiga en los próximos días mantiene la tensión en torno al futuro del camping del lago Correntoso y a la estabilidad de uno de los frentes más delicados de la gestión municipal.
La llegada de esta acta de entendimiento, que no se sabe si avanzará, es un mensaje desde la mediación y la política más allá de lo judicial. El abogado de los Paichil Antriao, Luis Virgilio Sánchez, ha tenido algunos cruces con el juez Bonorino. De hecho, se ha dejado trascender sobre presuntos intereses inmobiliarios, que no pudieron ser comprobados.
Camping mapuche Rincón de los Amigos
El conflicto por el camping Rincón de los Amigos del lago Correntoso no es nuevo. Desde 2012, integrantes de la comunidad Paicil Antriao se instalaron en el predio tras el vencimiento del contrato de concesión con el anterior administrador. Durante más de una década, las autoridades municipales han intentado recuperar el espacio, argumentando su uso ilegal y la falta de condiciones de seguridad.
En varias oportunidades, la situación fue eje de polémicas en la localidad. En octubre de 2024, LM Neuquén informó que el municipio buscaba evitar el desalojo forzado, priorizando un acuerdo consensuado. Sin embargo, la falta de avances en las negociaciones y el incumplimiento de los plazos judiciales llevaron a Murer a cambiar de estrategia.
Asimismo, en junio de 2024, el medio señaló que los vecinos se indignaron al descubrir que los ocupantes habían instalado un pilar de luz con el aval del EPEN, a pesar de la falta de documentación legal que respaldara esta acción. Este hecho se sumó a una lista de tensiones que deterioraron aún más las posibilidades de un acuerdo.
“Confío en que juntos, como sociedad, podremos concluir este largo proceso de restitución de manera pacífica. Villa La Angostura nos necesita unidos para seguir creciendo”, había dicho el intendente en su momento.
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