Día Mundial del ACV: cómo evitar y prevenir
El 82% de los Accidentes Cerebrovasculares podrían evitarse. Estudios de especialistas arrojaron datos que buscan mejorar las etapas de información y prevención.
En Argentina, advierten que el 2% de la población mayor de 40 años vive con secuelas de un ACV previo. Además, recientes investigaciones, muestran que 82% de los pacientes presentaba algún grado de evitabilidad de su ACV y que los principales factores de riesgo vasculares son la hipertensión arterial, la dislipemia y la obesidad.
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del ACV. Recientes estudios de especialistas, que buscan generar datos epidemiológicos confiables sobre cuántas personas viven con secuelas de un ACV, cuántos ACV se producen por año y cuánta gente muere por ACV, arrojaron datos más que sustanciales y que abren puertas para mejorar las etapas de información y prevención. Entre los resultados destacados de la investigación, se confirmó a la hipertensión como el principal factor de riesgo cerebrovascular (asociada en el 88% de los casos), la alta frecuencia de las apneas obstructivas del sueño en pacientes con ACV (51%) y las dislipidemias (46%), que consisten en niveles muy elevados de colesterol o lípidos en la sangre.
“En Argentina el 2% de la población mayor de 40 años vive con secuelas de un ACV previo, lo que representa más de 340 mil personas. Además, cada año se producen entre 50.000 y 60.000 nuevos casos”, indicaron especialistas del Fleni.
Los resultados preliminares del estudio sobre “Evitabilidad del ACV” (cuántos de los ACV podrían haber sido evitables), creado para evaluar la prevalencia de factores de riesgo vascular no optimizados en una serie de pacientes con ACV isquémicos agudos atendidos en tal centro muestran que 82% de los pacientes presentaba algún grado de evitabilidad de su ACV. Los factores de riesgo vascular peor optimizados fueron la hipertensión arterial, la dislipidemia y la obesidad.
“Creemos que teniendo en cuenta que el 90% de la carga global de ACV es atribuible a factores de riesgo vascular modificables, la optimización del control de estos −tanto en el contexto de la prevención primaria como secundaria−, debería ser prioritaria para los profesionales y los sistemas de salud, ya que logrando un adecuado tratamiento de los mismos podríamos evitar en gran parte la enfermedad cerebrovascular”, afirmó la médica Virginia Pujol Lereis, Subjefa del Servicio de Neurología Vascular.
Cuánto sabés sobre ACV
El SIFHON (Situación del Ictus Fundamentada en encuestas de Hogares Nacionales) es un programa que tiene como objetivo evaluar el grado de conocimiento de la población sobre la enfermedad cerebrovascular, prevalencia de los principales factores de riesgo y hábitos saludables y se realiza desde 2015 hasta la actualidad.
Entre sus últimos hallazgos recogidos a través de una encuesta cuya población se dividió en dos grupos (un grupo de prevención primaria, con el antecedente de al menos un factor de riesgo cardiovascular como hipertensión, diabetes, sobrepeso u obesidad y/o dislipemia y el grupo de prevención secundaria, con historia de ACV y/o Infarto Agudo de Miocardio (IAM) sumado al antecedente de al menos un factor de riesgo cardiovascular, respecto de la adherencia al tratamiento de los pacientes, se descubrió que:
La tasa global de adherencia a la medicación (definida como la toma correcta del medicamento por parte del paciente siguiendo las indicaciones médicas) fue del 82,8%. En aquellos que habían tenido un ACV y/o IAM fue significativamente mayor 86,2% en comparación con quienes no tuvieron esos eventos (81,2%).
El estudio EstEPA (Estudio Epidemiológico Poblacional sobre Accidentes Cerebrovasculares) es único en su tipo en América Latina: evaluó durante seis años la prevalencia, incidencia, carga de enfermedad y mortalidad del ACV en nuestro país.
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