El dolor y el recuerdo de los docentes de Milagros, la joven que murió en el incendio de Don Bosco II
La comunidad educativa del CPEM 62 expresó su pesar en las redes y dos docentes recordaron a la joven que cursaba en la nocturna. El Colegio San Martín, donde asistía su hermano Enrique, suspendió las actividades este viernes tras su fallecimiento.
En shock y sin saber cómo encararán las clases en el CPEM 62 tras la trágica partida de Milagros Pelliza, dos docentes del mencionado establecimiento recordaron a la joven de 17 años que falleció el martes en el incendio de una vivienda situada en la calle Palpalá al 1000, en el barrio Don Bosco II. Este jueves, durante su velorio, murió su hermano Enrique, quien asistía a tercer año del Colegio San Martín.
Brígida Ruíz respira y toma fuerzas para asistir al velatorio y también para compartir unas palabras sobre su alumna, esa que siempre brillará en su memoria con su sonrisa tímida y compromiso para finalizar sus estudios secundarios en la nocturna.
La conoció hace unos meses en su clase de biología para primer año y quedó impactada por la responsabilidad de Milagros, siempre presente y temprano. Se enteró del fatal desenlace este miércoles. No había visto las noticias ni se imaginaba que las llamas que causaron desesperación en el barrio Don Bosco II le iban a tocar de cerca.
"El martes yo tenía clases con ella y cuando llegaron sus compañeras les dije casi en broma: '¿Por qué no están acá? Me dejaron sola'. Justo empezamos con el diseño curricular, estaba mi dupla y yo decía: 'Bueno, somos más docentes que estudiantes'. Y la pregunta fue esa: ¿por qué no está Milagros, Candelaria? La nombré sin saber que ya no estaba entre nosotros. Yo trabajo todo el día y por ahí miro las noticias de a ratos", contextualizó. Recién el miércoles, junto a sus colegas del colegio, leyó un mensaje que la dejó en shock.
Minutos antes, el director había recurrido a ella para hacerle una consulta, pero sin anticiparle nada. "Yo siempre armo un listado de mis estudiantes y anoto si tienen hijos, si trabajan, dónde, también la fecha de nacimiento para celebrarles el cumpleaños o mandarles un mensaje. Cuando me pidió ese listado me dijo: 'quiero corroborar algo y después te digo'", contó Brígida. Instantes después, el Whatsapp con la noticia la dejó aturdida.
"Estaba en otra escuela dando clases y continué a medio pulmón. No sabía si quedarme, si irme. En un colegio de adultos, como el que iba Milagros, la mayoría de los estudiantes que recibimos atraviesan situaciones diversas, por eso a veces una deja un poco de lado el rol docente para apuntalar desde otro lugar. Entonces creamos vínculos totalmente distintos a los que construimos con los del nivel medio común", explicó.
Tanto ella como Enzo Vaccaro, otro docente del CPEM 62 que habló con LMNeuquén, coincidieron en describir a Milagros como una joven "bastante reservada y una de las más responsables del grupo". "No faltaba nunca, prestaba mucha atención", subrayó Enzo, encargado de la materia Comunicación y medios.
"Milagros era bastante introvertida, contaba pocas cosas, pero sabíamos de algunas situaciones. Tuvimos la posibilidad de hacer una salida y ahí compartimos un poco más. Ella era muy calladita, pero estaba siempre con una sonrisa, muy aplicada. Iba todas las clases. Estaba atravesando una situación particular con uno de sus piecitos y, así 'a media pata' -como le decía yo- iba al colegio. No quería perderse las clases, siempre puntual, esperaba hasta último momento", dijo, por su parte Brígida, para luego revelar que la joven tenía una uña encarnada que le dificultaba la movilidad y que estaba esperando una operación en el hospital.
"Muy predispuesta a terminar para terminar el secundario. Nunca le pregunté por qué no pudo terminarlo en forma común, pero me imagino que estaba asociado a la problemática familiar que tenía. Nosotros sabíamos que no vivía bien. Vivía con una familia ensamblada y no tenían gas. En Facebook hice un comentario sobre la desidia del Estado que deja de lado a las personas vulnerables como ella. En una provincia cara, productora de gas, es ilógico que haya familias viviendo en pésimas condiciones, calefaccionándose con leña. Eso lo sabemos no porque ella dijera 'vivo en estas condiciones', sino porque uno le va preguntando a los y las estudiantes. Quisiera que no haya más Milagros: familias sin gas ni luz, viviendo en pésimas condiciones", remarcó.
"No sé qué fue lo que causó el incendio. Me mandaron links de la noticia pero no los puedo ver", dijo consternada. "Si fue un accidente por eso, me gustaría que el Estado preste atención en esas cuestiones", recalcó.
Al respecto, su colega reflexionó: "Que fallezca un estudiante deja a toda la institución con una sensación de impotencia. Aunque sean accidentes, siempre hay cuestiones de vacío donde el Estado no llega a tiempo por alguna circunstancia. Si no llega a ser un accidente, la única forma de reparar la situación es que haya un esclarecimiento. No obstante, para la escuela es un golpe porque cada miembro de la comunidad educativa es parte de un colectivo de personas que va construyendo vínculos afectivos".
Al ser consultado sobre si la joven atravesaba algún tipo de malestar en su entorno, el docente contestó: "No quiero hablar por todos los docentes, pero entre los que hablamos al respecto no vimos ningún indicador o una situación particular en su casa que requiriera un abordaje".
Falta acompañamiento institucional para estos casos
El CPEM 62 no funcionó normalmente este jueves porque cumplió con el cronograma de jornada institucional. Tras el cierre de sus puertas el miércoles por duelo, el viernes la comunidad de docentes y alumnos volverá a reunirse para continuar camino, ya sin Milagros, en medio de una profunda tristeza. En cambio, el Instituto de Formación Docente Nº 12 (San Martín) suspendió sus actividades este viernes por el fallecimiento de Enrique, hermano de Milagros, quien permanecía internado en grave estado tras el incendio y murió ayer.
Brígida y Enzo toman aliento y tratan de prepararse para ese duro cara a cara con los jóvenes a los que les toca contener. Ambos saben que deberán apelar a sus herramientas y al compromiso de quienes forman parte de la institución para transitar este amargo momento de la mejor manera posible, dado que no cuentan con un protocolo ni con un grupo de personas que los asesores o acompañen en este tipo de instancias.
"Venimos hablando con sus compañeras, vamos a estar presentes en el velorio y en principio nos ponemos a disposición de la familia que también perdió una casa", dijo Enzo para luego manifestar: "Es evidente que va a haber un vacío en el aula. Es una herida que está abierta y que hay que ir sanando con el tiempo. Milagros asistía a un curso que tenía la particularidad que eran todas chicas jóvenes que discontinuaron sus estudios en la escuela diurna. Obviamente será difícil entrar a un lugar donde una persona a quien veíamos cotidianamente ya no va a estar".
"Es necesario habitar ese espacio de manera consciente, sabiendo que estamos haciendo un duelo. En ese marco, es importante señalar que las escuelas secundarias no tienen espacios para abordar este tipo de situaciones. A veces se piensa que la asesoría pedagógica es para este tipo de cuestiones o para la contención social-afectiva de los estudiantes y no es así. El rol de esa asesoría es otro, más vinculado a la enseñanza y no hay ningún dispositivo institucional para abordar estas situaciones. Bien vendría, tanto para este contexto o para otras situaciones que suceden. Corre por cuenta de los docentes y su predisposición y lo que se vaya estructurando con los distintos actores en cada escuela. En este caso somos un colectivo docente que trata de contener un poco más allá de lo estrictamente relacionado con la enseñanza", planteó Enzo.
"Nosotros venimos de varios golpes en la institución", dijo, a su turno, Brígida al recordar el caso de una estudiante que perdió su bebé y a la que el equipo docente trató de contener para que no abandonara los estudios. La docente recordó también el caso de Pablo Báez, un alumno que falleció en su departamento intoxicado con monóxido de carbono. "Fue un caso resonante y no tuvimos tampoco en esa oportunidad la posibilidad de elaborar un duelo con alguien que nos indique cómo volver al aula con el resto de los compañeros", lamentó.
"Sé que hay equipos pero no dan abasto, así que el duelo lo hacemos solos. Las escuelas nocturnas estamos abandonadas en un montón de aspectos. Las capacitaciones llegan siempre primero a la diurna y a la noche muy poco, así que no creo que nos manden un equipo para conversar con nosotros para esta situación", concluyó.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario