La madre de la nena de 11 años solicitó desde comienzo del ciclo lectivo una docente domiciliaria y aún no obtuvo respuesta.
“No estoy pidiendo una locura, ni nada del otro mundo, solo una maestra en casa”, exclamó Yanet Pérez, la mamá de Alma, de 11 años, quien no puede asistir a la Escuela Primaria 56 porque tiene osteogénesis imperfecta, un trastorno genético que se le diagnosticó a los pocos días de haber nacido por el cual los huesos se fracturan con facilidad a veces sin un motivo aparente. Esta enfermedad conocida como “huesos de cristal” obliga a la pequeña a permanecer todo el tiempo en cama.
El 5 de enero, Alma sufrió una fractura de fémur izquierdo. Imposibilitada de comenzar el ciclo lectivo, cursa sexto grado, Yanet solicitó a la dirección de la escuela, a la que asiste desde primer grado, una docente domiciliaria. “Alma estuvo un mes con yeso, el 14 de febrero la operaron, le colocaron un clavito para unir el hueso y pedí un certificado para la escuela porque faltaban unos días para que empezaran las clases”, contó la mujer a Canal 7. Yanet presentó el correspondiente certificado a la directora de la escuela, Claudia Reyes, "que me dijo que no podía recibir el certificado porque no servía ya que no especificaba que era por 30 días”.
Expresó su malestar porque su hija asiste a esa escuela desde primer grado, y todos conocen su situación. Ante la negativa por parte de la directora, Yanet se dirigió a la supervisora de la institución. “La supervisora me tramitó la maestra domiciliaria y me dijo que tenía que esperar que vaya la maestra, pero nunca llegó. El 30 de marzo me dice que necesitaba tener una reunión virtual con una psicóloga del sistema para evaluar la situación. Nadie me había dicho nada de eso antes”, describió.
Yanet comentó que su hija tuvo el año pasado maestras a domicilio, instancia que está contemplado en el sistema educativo provincial en este tipo de casos. “Nunca tuve problemas, nunca me dieron tantas vueltas como ahora, nunca me pidieron tantos requisitos, solo un certificado de discapacidad que da constancia que ella necesitaba una maestra en casa”, precisó. Hace dos semanas realizó gestiones ante el Consejo Provincial de Educación (CPE) sin obtener ninguna respuesta. Recién este jueves al mediodía se comunicó la presidenta del CPE quien le prometió que el lunes iban a enviarle a Alma una maestra a su domicilio, comentó Yanet en diálogo con LMNeuquén.
Contó también que el año pasado su hija sufrió violencia física por parte de algunas de sus compañeras de grado y situaciones de bullying "que la afectó psicológicamente" a punto tal que analizó el cambio de escuela.
“Toda la escuela sabe la situación de salud de Alma y saben que al tener huesos de cristal cada dos por tres va a sufrir fracturas, entonces no sé cuál es el problema de la escuela que no deja que mi hija empiece el ciclo lectivo”, se quejó.
La mujer aseguró que lo que más desea su hija es tener clases, “ella quiere hacer las tareas y estudiar”. Mientras tanto, la mamá de un alumno del curso de Alma, enterada de los inconvenientes que atraviesan, le acercó las tareas de la escuela.
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