El dramático posteo de una joven estudiante rehén del servicio de colectivo
El reclamo que realizó la estudiante fue viral en redes y plantea la crítica situación por la que pasan cientos de estudiantes, a diario. Desde Villa Regina a Neuquén.
Desinversión. Quita de subsidios. Ajuste. Un servicio de transporte que no acompaña la demanda, en crecimiento. Todo eso pone contra las rejas a muchos estudiantes que dependen sí o sí de la movilidad de un colectivo para poder estudiar en una universidad de la zona y regresar a sus casas.
Son jóvenes que no tienen otra alternativa para acceder a un derecho fundamental y de todos: la educación. Sin embargo, en la práctica, todos los días pasan por algún contratiempo que vulnera esa garantía.
En los últimos días, el reclamo de una estudiante que fue viral en las redes sociales graficó esta situación como nadie. Se trata del posteo de Gisselle Méndez, quien se expresó "profundamente abatida y preocupada por la situación crítica" que se está viviendo con el servicio de transporte interurbano Koko.
"Hoy me levanté a las 4:30 de la madrugada para dirigirme a la parada de colectivo a las 5:20 con la esperanza de tomar el servicio de las 6:10 y así llegar a tiempo a mis clases que comienzan a las 8. Sin embargo, como suele suceder a diario, me encontré con una fila interminable de estudiantes, todos intentando abordar el colectivo para llegar a Neuquén o Cipolletti a estudiar", comentó.
No hay servicio adicional
En esas circunstancias, advirtió que la unidad "ya venía completa desde Villa Regina". Esta situación -sostuvo-, es habitual. Por lo tanto, sin espacio para que suba más nadie, relató que el colectivo los "dejó a muchos en la parada, con la puerta cerrada en la cara. Este no es un caso aislado".
Recordó que "antes existía un servicio adicional desde General Roca, con horarios que permitían que todos los estudiantes tuviéramos una oportunidad de viajar. Con estos dos servicios, la situación era más manejable, y la posibilidad de quedarnos sin poder cursar era mucho menor".
"Hoy, sin embargo, nos encontramos con un servicio totalmente saturado. A las 18:00 muchos de nosotros debemos esperar hasta las 20:30 para regresar a nuestras casas, y cuando salimos a las 21:00 debemos rogar para que nos dejen subir al colectivo, o de lo contrario, quedamos en la oscuridad de una ciudad que no es la nuestra, sin movilidad y con mucha incertidumbre", agregó.
El pedido de la estudiante
La joven estudiante realizó este reclamo en las redes sociales "con la esperanza de que alguna autoridad, centro de estudiantes, comunidad académica, o los intendentes de las localidades donde transita este servicio, nos ayuden a resolver la situación. No podemos seguir viviendo así. Es inhumano lo que este servicio está haciendo con nosotros, los estudiantes que dependemos de él para llegar a nuestras casas o asistir a clases".
Apeló a que alguna autoridad o institución "se ponga una mano en el corazón" y arbitre todas las medidas necesarias y que estén a su alcance para resolver esta situación que "se ha vuelto insostenible".
Además, solicitó a la comunidad del Alto Valle que viralice este mensaje para que "podamos encontrar una solución a este problema urgente. Por favor compartan y etiqueten a las autoridades para que tomen cartas en el asunto".
El problema no solo afecta a la población joven con ganas de seguir estudiando, en busca de un futuro mejor, sino también a los trabajadores que no tienen otra modalidad que el colectivo para llegar a sus lugares de trabajo. "Es un reclamo colectivo y es un reclamo que nos concierne como sociedad", finalizó, con la esperanza de que alguien se haga eco y resuelva el problema.
Otros usuarios identificados con el posteo de Gisselle reaccionaron enseguida en las redes, en adhesión a lo que contaba. Cecilia Fulloa sostuvo que "es una tomada de pelo... años viajando en este transporte a estudiar, a trabajar, y siempre pasa lo mismo. Un abandono y una falta de respeto, no solo de la empresa, sino de las provincias que dejan a merced de este transporte interurbano, la cadena de instituciones educativas y laborales del trayecto valletano".
Otras circunstancias que ponen en jaque la capacidad de muchos estudiantes y trabajadores son los elevados costos de los pasajes y la falta de frecuencias.
"A los políticos debería darles vergüenza seguir prometiendo cosas que no gestionan seriamente ni llevan a cabo nunca. Estamos presos de un sistema monopolizado que hace la millonada, mientras las unidades son un desastre y no cumplen con la demanda necesaria, mínima, para brindar un servicio de calidad", se quejó Cecilia.
Sumado a que el servicio de transporte interurbano no acompaña la demanda, también es cierto para los estudiantes que la oferta académica universitaria debería ser mucho más federal de lo que es para contrarrestar el efecto de concentración que ejercen las ciudades de mayor densidad demográfica, como Neuquén y Cipolletti.
"¡Comparto con lo que decís! Es angustiante realmente saber que tenés que viajar todo apretado, con calor o frío si es que alcanzás a subir al colectivo, y docentes que les pedís salir un poco antes para alcanzarlo y te dicen 'no es nuestro problema'. Es totalmente inhumano", se solidarizó Fiona Corradini.
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