El domingo próximo, el partido provincial cumplirá 62 años de existencia. Por primera vez lo hará vencido y despojado del poder provincial.
Por primera vez en su historia los afiliados del MPN pasarán el aniversario del partido sin mucho entusiasmo para los festejos. No es para menos. Aún perdura la bofetada que, el 16 de abril, recibieron de parte de la realidad. Relegados a un “humillante” segundo puesto y desterrados del máximo poder político provincial, tienen más ganas de continuar cavando su propia fosa que de salir a flote cuánto antes.
Se sabe que la Junta de Gobierno del MPN convocará a un acto en la sede partidaria para el mismo día domingo. Sobre los demás órganos partidarios, seccionales y distritos partidarios, nada se sabe.
Cumpleaños y el dolor de ya no ser
Inmersos aún en la vergüenza de haber caído derrotados ante “uno que fue propio pero ya no lo es”, la dirigencia del partido provincial está más para esquivar reuniones que para fiestas de cumpleaños. Quizás allí radique la razón por la cual este próximo domingo haya muy pocos puntos de encuentro y festejos.
Transita el MPN la dolorosa despedida del poder provincial. Algunos dirigentes aferrados a su identidad y memoriosos por todo lo hecho, otros renegando por lo que pudo haber sido y algunos más tratando de encontrar su lugar debajo del sol acogedor de quienes tendrán el poder político a partir del 10 de diciembre. Una gama amplia de sensaciones e intereses que explican por qué el próximo domingo permanecerán la pena y las lágrimas en lugar de la algarabía por un nuevo cumpleaños.
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