"Está con miedo y desconfianza", así sigue la recuperación de Alison Calfunao tras el trasplante de corazón
Carina Calfunao relató, desde el Hospital Italiano, cómo está evolucionando su hija, qué recuerda Alison de lo ocurrido y cómo vive la familia este momento cargado de dolor, amor y esperanza.
La voz de Carina suena distinta. Por primera vez en semanas, la angustia no ocupa todo el espacio. Todavía quebrada por el cansancio y la intensidad de los días vividos, ahora hay lugar para la alegría, la gratitud, y también para empezar a hablar de futuro. Alison Calfunao, su hija de 30 años, que luchó por su vida durante dos semanas después de sufrir dos paros cardíacos durante una ligadura de trompas, está viva.
El corazón que recibió hace apenas unos días late con fuerza y ella comienza, poco a poco, a volver en sí. Desde el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde la joven fue intervenida de urgencia tras ser trasladada en vuelo sanitario desde Neuquén, Carina contó cómo atraviesan este nuevo tiempo, en el que la emoción convive con el desconcierto de Alison y las heridas, visibles e invisibles, que dejó el camino recorrido.
Carina relató con crudeza cómo fue el despertar de Alison. “Está evolucionando muy bien, el médico está muy contento. Pero ayer fue difícil. Ella está con alucinaciones producto de la medicación. Me pedía con todo el corazón que la sacara de ahí. Decía que ya estaba bien, que la levantara, que la sacara. Me decía: ‘Por favor, mamá, con todo el corazón te pido que me saques’. Y yo le decía que tenía que esperar un poquito más, que ya íbamos a volver a casa”.
“Está con mucha desconfianza, con miedo. Siente que le falta su pierna, y pregunta quién se la cortó. No confía en los médicos, ni en nadie. Es parte del delirio, pero también es la forma que tiene de procesar lo que pasó”, explicó en diálogo con LU5.
En efecto, tras los paros cardíacos sufridos en la Clínica San Lucas, Alison no volvió a despertar hasta después del trasplante de corazón. Y lo hizo en otro cuerpo, con otra realidad: le amputaron una pierna por encima de la rodilla como condición indispensable para que pudiera entrar en la lista de emergencia nacional para recibir el órgano.
Alison Calfunao no sabe (o no menciona) el trasplante
A pesar de que Alison habla de su pierna, no menciona el corazón nuevo. “No lo dice. No sé si lo sabe y lo evita, o si aún no lo asimila. Todo lo que repite es que le falta una pierna. Eso es lo que la angustia. Dice que no quiere que la toquen, que tiene miedo. Pero lo del corazón, no lo nombra”.
Los médicos explicaron que las alucinaciones son una consecuencia esperable por la cantidad de medicación suministrada. Carina y Emiliano, su esposo, intentan contenerla y hablarle con tranquilidad. “Ella dice que está bien, pero se quiere sacar todo: el suero, la sonda, los cables. Quiere irse. Se hace la fuerte, pero no sabe todo lo que pasó. En algún momento lo va a saber”, comentó su mamá.
El reencuentro con su familia
Una de las escenas más conmovedoras se dio cuando Alison pidió ver a sus hermanos e hijos. Este lunes se concretó la videollamada con ellos. “Les tiraba besos. Fue un momento muy emotivo. Su papá, el que la crió, también estaba del otro lado. Todos estábamos felices. Alison quería el teléfono para llamar a todo el mundo y decir que estaba bien”.
“Yo le decía que más adelante lo iba a poder hacer. Por ahora tiene que enfocarse en recuperarse. Pero ella quería que todos supieran que estaba viva. Que está bien, como ella dice, aunque nosotros sepamos todo lo que falta todavía”, agregó.
Sin respuestas de la clínica donde todo comenzó
Desde aquel lunes 9 de junio en que Alison ingresó al quirófano de la Clínica San Lucas para una ligadura de trompas, la familia no volvió a tener ningún tipo de comunicación institucional por parte del centro médico.
“Nada. Ningún llamado, ningún mensaje, ninguna explicación. Solo el médico que me dijo: ‘Yo hice lo que tenía que hacer, le paso con el anestesista’. Desde entonces, silencio total. Pero nosotros ahora estamos enfocados en Alison, en que se recupere. Después llegará el momento de buscar justicia”, afirmó Carina.
La madre sostiene que lo que ocurrió no puede quedar impune. “Yo quiero justicia por lo que le hicieron. Pero ahora, primero, quiero a mi hija bien. Cuando todo esto pase, vamos a buscar respuestas”.
Una comunidad que abrazó a la familia de Alison Calfunao
Carina también relató cómo logró estar junto a su hija desde el primer momento. “Yo iba a viajar manejando hasta Buenos Aires, pero mis amigos, mi familia, todos, me dijeron que no estaba en condiciones. Entonces hablé con Gustavo Ancafil y me ayudaron con una colecta para poder costear el pasaje en avión. Después la Legislatura me pagó el pasaje, y la gente colaboró con todo lo demás para que pudiera quedarme”.
Destacó el apoyo del barrio Unión de Mayo, donde vive la familia, y de todos quienes se acercaron con una oración, un mensaje o una ayuda. “Gracias a ellos estoy acá. Estoy donde tengo que estar”.
La próxima etapa
Alison permanece ahora en terapia intermedia, y se espera que en los próximos días pueda ser trasladada a una habitación común. Su marido, Emiliano, se turna con Carina para acompañarla durante las noches. La familia permanece unida, atenta a cada parte médico.
Los médicos informaron que ahora lo más importante es fortalecerla, ya que está débil y necesita ganar proteínas para comenzar a alimentarse por sí misma. Si todo sigue evolucionando como hasta ahora, podrá empezar una rehabilitación integral, que incluirá acompañamiento psicológico para enfrentar la nueva etapa de su vida.
“Ahora hay que darle tiempo. Tiempo y amor. Y de eso, a Alison, le sobra”, concluyó su mamá.
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