La AFIP intensifica la presión tributaria, pese al mal contexto económico. Crece la angustia entre los comerciantes cipoleños.
Existe una gran preocupación entre los comerciantes y propietarios de pymes de Cipolletti por los embargos de cuentas corrientes que la Administración Federal de Ingresos Públicos viene concretando, con serios perjuicios para el empresariado, en tiempos económicos y financieros sumamente complejos como los actuales.
Pero allí no queda la fuente de la creciente inquietud imperante. Y es que las drásticas disposiciones del organismo recaudador se vuelven todavía más problemáticas porque después resulta muy difícil levantarlas, debido a una lentitud burocrática y legal exasperante y, peor aún, muy negativa para los afectados.
El dirigente José Luis Bunter, titular de la Cámara de Industria y Comercio de Cipolletti, manifestó que solo el lunes recibió tres comunicaciones de propietarios de pymes alarmados y angustiados por lo que está ocurriendo.
Pero se trata de un fenómeno que viene de arrastre desde hace mucho y que, cada tanto, como ahora, muestra signos de profundizar en su gravedad. En otras palabras, se dan momentos, como el actual, en que los embargos pareciera que arreciaran y con ello el temor de los empresarios por el destino de sus emprendimientos y de las fuentes laborales que generan.
Bunter manifestó que desde la AFIP regional no se está atendiendo a las difíciles circunstancias actuales que atraviesa la economía y, por eso, se disponen prácticamente sin más embargos de cuentas corrientes que dejan sin disponibilidad de fondos ni posibilidades de efectuar movimientos bancarios a quienes sufren las medidas.
Con ello, los empresarios y emprendedores pymes sufren un daño que puede resultar irreparable, al ver interrumpida su posibilidad de efectuar pagos y rechazados sus cheques, quedando mal con los proveedores y perdiendo oportunidades para salir del ahogo financiero y para recomponer sus números.
A todo esto, se agrega después el hecho de lo dificultoso que resulta levantar los embargos con la celeridad, premura y diligencia con que se debería efectuar el proceso.
Volver a la normalidad, todo un drama
En todo lo relacionado con el levantamiento de los embargos, los que mandan son los abogados de la AFIP. Según el dirigente empresario José Luis Bunter, lamentablemente los letrados no estarían actuando con la agilidad y prestancia necesarias y hasta demorarían más de lo justo y aconsejable que se requiere para este tipo de instancias. Así, por ejemplo, se tardaría demasiado en emitir los volantes electrónicos de pago (VEP), imprescindibles para que se rehabiliten las cuentas embargadas. Agregó que en la zona hay en particular un abogado muy lerdo en sus tareas.
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