La ex empleada fue denunciada por el incendio. La difícil situación de las familias, con pocas plazas para alojar a los adultos mayores.
La tensa situación que se vivió hace diez días en un geriátrico rionegrino sembró la preocupación en familias de todo el Alto Valle, que tienen a sus familiares alojados en distintos hogares de ancianos. Aunque no es el primer caso de denuncia de maltrato en una institución de este tipo, esta vez la tensión escaló, cuando una mujer que fue despedida acusada de golpear a los ancianos incendió un lavadero con la ropa de los abuelos.
Las sospechas de supuestos maltratos comenzaron cuando algunos familiares notaron cicatrices o marcas en los abuelos durante los horarios de visita. Al principio, les habían dicho que eran los adultos mayores los que se ponían violentos y que las marcas se causaban cuando trataban de evitar que agredan al personal.
Sin embargo, después de revisar las cámaras que están repartidas por el establecimiento, detectaron que una de las empleadas era la que agredía a varios abuelos internados en el lugar. Uno de ellos incluso aseguró que la mujer ingresaba al espacio con una picana y amenazaba con picar a los abuelos "si se portaban mal".
El incendio en el hogar
Al conocerse esta situación, la propietaria del hogar de ancianos tomó la decisión de despedir a la mujer, que reaccionó la peor manera. Según los familiares que hicieron la denuncia en una comisaría de Cinco Saltos, la ex empleada tomó la ropa de los abuelos, la llevó al lavadero y prendió fuego esa construcción.
La directora del hogar, Virginia Rivas, ofreció una entrevista radial en la que aseguró que la ex empleada, enojada por el despido, volvió al lugar, recogió sus pertenencias y presuntamente usó alcohol para prender fuego a una parte del edificio. “La justicia debería actuar más rápido, no solo en este caso, sino en todos los que involucran a nuestros ancianos”, expresó Rivas.
Aclaró que los Bomberos actuaron con rapidez, por lo que no hubo inconvenientes para los habitantes del hogar, ni tampoco se vio comprometida otra parte del edificio, que está ubicado en las cercanías de Cinco Saltos.
Al incendio siguió una serie de denuncias en la Justicia rionegrina, así como un escrache en redes sociales.
Tras ese tenso episodio, algunas familias decidieron retirar a los ancianos del hogar para trasladarlos a otro complejo. Sin embargo, no todos encuentran sitios adecuados para ellos y, en los más prestigiosos, suele haber una larga fila de espera para conseguir una vacante.
Por otro lado, los adultos mayores con problemas de salud más avanzados requieren de una atención constante, por lo que las familias se debaten entre contratar al menos tres enfermeros que vigilen su bienestar las 24 horas, o pagar las cuotas de los geriátricos, que rondan los 800 mil pesos mensuales.
Si bien algunas obras sociales reconocen parte del costo de algunos hogares de la tercera edad, lo cierto es que se repiten las denuncias en relación a la mala atención que reciben los abuelos o, en los casos más extremos, situaciones de abandono o maltrato, que puede llegar a las agresiones físicas.
Algunos de los familiares afectados por esta situación explicaron que atraviesan una situación desesperante ante la falta de espacios adecuados para la tercera edad, por lo que han trasladado a los abuelos a distintos geriátricos, en donde muchas veces se enteraban más tarde de lo que ocurría fuera del horario de visita.
En esos casos, los dejaban sin atención o incluso atados a una cama para evitar que se movieran y se cayeran, y tampoco cambiaban de manera frecuente a los que usaban pañales para adultos.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario