Se trata del comercio de ropa hindú y regalos ubicado a media cuadra de Casa de Gobierno. "Nunca renegué de las manifestaciones. Convivo con ellas, no me quejo", contó el dueño.
Hace 40 años atrás, la fisonomía de la calle Roca al 200 era muy distinta. Desde la tienda Camel's se veía la Dirección de Deportes, justo donde hoy está el local del Partido Justicialista que con la vuelta de la democracia fue restituido. En la esquina vivía el doctor Romero. Estaba la panadería La Espiga de Oro, la Dietética Integral, una rotisería y un bar. Había una casa habitada por dos hermanos que luego se tiró abajo y se transformó en una cochera. Existía el pub de los Años 60, el mismo de siempre. "Tan viejo como mi negocio... creo que un año menos tiene", recordó el dueño de Camel's, Edgardo Ramón Inda.
La calle ya estaba asfaltada. Por supuesto que existía también Casa de Gobierno. Al lado del comercio había una boutique que vendía ropa para jóvenes. Estaba el kiosco Piazza, que por entonces lo atendía un italiano. En la esquina, la vivienda de la escribana Marro y otros negocios chicos completaban la cuadra de un lado de y del otro. "Todo fue cambiando de tal manera que ahora hay edificios", comentó Inda.
Camel's abrió sus puertas el 2 de mayo de 1984. No hay mucha historia con su nombre pero evoca una charla de socios y amigos, donde uno le dijo al otro 'y si le ponemos el rubio de Camel', porque uno era rubio y con los años fue pelado. "Ahora sería el pelado de Camel", bromeó su dueño. Quedó así y hace 40 años que sigue una línea, un estilo. "Sacando la joyería (Fil-Mar), creo que quedé como el más antiguo. La mayoría son nuevos comercios o fueron cambiando de nombre y de dueños", contó Inda, en diálogo con LMneuquén.
Entonces venía de San Antonio Oeste, tenía 29 años y trabajaba en el campo. En Neuquén formó su familia, abrió Camel's como un comercio familiar y vio pasar los años y la gente. Cuatro generaciones de clientes. "Siempre nos dedicamos a vender ropa hindú y artesanal. Pero nos fuimos aggiornando a cada época para no quedarnos atrás y vender las cosas que la juventud va pidiendo. Acá vienen abuelas, hijas y nietas a comprar. Una generación más que ya no está. Siempre trabajando con la juventud, la mediana edad y los adultos mayores. Por eso acá vas a encontrar ropa para una chica de 13 a 15 años, para una mamá de 40 o 45 años y una abuela de 60 o 70 años", contó.
A lo largo de cuatro décadas, el comercio acompañó los cambios de la ciudad y de cada época. Muy cerca de todas las voces que se expresan en Casa de Gobierno. "Yo elijo este lugar y acá estoy. Nunca renegué de las manifestaciones. Convivo con ellas, no me quejo. Es la manera que tiene el pueblo de expresar su disconformidad. La mayoría, por no decir el 100%, son justas. Nunca nos robaron ni rompieron los vidrios. Estando acá, solamente nos pasó en la época de (Jorge) Sobisch, cuando había mucha represión. Pero nunca del lado de los manifestantes. Así, desde la vidriera, voy mirando cómo va el país y la provincia", sostuvo.
Desde su local comercial pasó "por todas las crisis". Los años '90 fueron tal vez los más críticos. Tiempos de trueque y viandas para sobrevivir. Casi se funde y desaparece como otros comercios lo hicieron, pero tuvo la suerte de contar con la misma persona que le alquila el local hace 40 años y lo bancó con el alquiler varios meses. Así, hasta que pudo salir adelante.
"Cuando Menem implementó el uno a uno de la convertibilidad, nos invadió la importación y la ropa artesanal quedó de lado. Fue un época brava que esperemos que no vuelva". Edgardo Ramón Inda, comerciante de Camel's.
En 2001, otro momento duro para la Argentina, no tuvo Navidad feliz. Pero luego de la tormenta, llegaron los tiempos de buena siembra, cosecha abundante y resistir la sequía. "Hasta 2010, creo que todo comerciante pudo tener una base y volver a salir adelante", consideró.
En la trastienda de su local, Edgardo Inda (69) y su compañera Eva Quezada (64) se convirtieron en padres de tres hijos: Julieta, Juan Manuel y Agustín. También son abuelos de dos nenas: Pilar y Vera. "Mi tienda es mi casa. Acá se me fue la vida y gustoso lo digo, con todo lo bueno y lo malo", expresó.
Ahora deja la posta a su hijo más chico Agustín "Espero que él pueda cumplir los 40 años. Yo soy un jubilado que va y viene y sigue atendiendo de a ratos el negocio, Eva también", comentó.
Muchos recordarán a Camel's como la primera tienda que implementó los piercing cuando eran una novedad y no había otro nicho. Incluso en algún momento llegó a colocarlos con la famosa pistolita que perfora orejas y otras partes del cuerpo. Pero eso ya es parte del pasado. Lo que sigue vigente es su estilo. Ropa hindú y diseños artesanales.
En algún momento arriesgó con otra sucursal en Cipolletti, pero luego de transitar algunos problemas decidieron cerrar para estar más tranquilos en el local de siempre, sobre calle Roca 264.
Camel's presente en cada época
"Ahora la situación está dura. El negocio ya tiene su lugar, nos bajan las ventas, pero se mantiene. Son momentos de no sacar ganancias y esperar que mejore...o arranca para un lado o cambia, porque así la situación está fea. Hay una calma aparente en la calle. Veo comercios nuevos que no se sostienen mucho tiempo. Yo entro a mi negocio, entro a mi casa; y cada vez que cierra un local es una tristeza porque esa persona que lo cerró, también se fue con un pilón de deudas que no sé cómo hará para pagar. Ahora hay gente que tal vez sale de otros trabajos con indemnizaciones, no sabe qué hacer y pone un local. Algunos sobreviven, pero otros están un tiempo y cierran. Y los locales se vuelvan a alquilar", reflexionó.
En cualquier caso, remarcó que es fundamental la buena atención y no volverse loco con "remarcar". Consideró que "ésta es una época difícil, donde la gente, sacando ciertos sectores que derivan del petróleo, no gana lo suficiente para salir a comprar indumentaria". Por eso, conviene cuidar a los clientes.
Los que nunca entraron a la tienda, podrán apreciar ropa con un estilo definido que pone el valor el trabajo artesano de diseñadores de Neuquén, la cordillera y Buenos Aires. Acá no van a encontrar nunca un jean y una campera. Y los que conocen el lugar, volverán a evocar algún recuerdo. Porque Camel´s es un viaje al pasado lleno de nostalgia para muchos. La clienta que compra desde que tiene 15 años. La que no ingresaba a la tienda hace mucho tiempo y vivió un déjà vu. "El otro día vino una chica que está en España y me dice ´no sé si vengo a comprar o a recordar´. Bueno, eso pasa también", cerró el comerciante.
"Camel's es un negocio que vive en Neuquén y acompaña a todas las edades". Edgardo Ramón Inda, su propietario.
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