Florencia y Juan Rodríguez Bensi vivieron juntos por diez años mientras estudiaban en Buenos Aires. De regreso a Cipolletti, lideran una empresa con 100 personas.
Florencia y Juan Rodríguez Bensi son de esos hermanos que están acostumbrados a estar siempre juntos. No sólo por haber convivido durante la infancia en su casa familiar de Cipolletti. También fueron compañeros de departamento mientras estudiaban en Buenos Aires, cofundadores de un emprendimiento y hoy, socios y líderes de una empresa con 100 empleados que desafía a otros gigantes del rubro: el delivery digital.
"Cuando me volví a Cipolletti desde Buenos Aires, en 2016, vi que no había nada de delivery cuando querías pedir algo", contó a LMNeuquén Florencia, que estudió Administración de Empresas y se especializó en Recursos Humanos. Un año más tarde llegó su hermano, ya graduado de un MBA en Ingeniería Industrial. "Le propuse poner algo que te solucione ese problema, que te pueda ahorrar tiempo y esfuerzo de salir a buscar comida, y ahí nos pusimos a investigar", agregó la creadora de Toque.
Amparados por su buena relación y esa costumbre de estar siempre juntos, los dos indagaron sobre la existencia de franquicias de delivery a través de apps en la zona. Como aún ninguna empresa multinacional había llegado a Cipolletti, salieron a preguntarle a los comerciantes si estaban dispuestos a cargar sus productos a un catálogo digital y encontraron buena recepción.
Aunque muchos comercios, como las rotiserías o pizzerías, tenían sus propios repartidores, los comerciantes señalaron que este servicio, más allá de la demanda de los clientes, generaba muchos inconvenientes. "Nos decían que el delivery era un problema porque tenían que gestionar seguros para los repartidores, muchas veces faltaban y no tenían cómo cubrirlos, y por eso nos mostraron que era un servicio que preferían tercerizar", relató la empresaria.
Así, contrataron a dos desarrolladores de software locales para crear una app móvil desde cero. Su aplicación era, en realidad, cuatro aplicaciones. "Teníamos que desarrollar la app que ven los clientes que van a pedir, pero también otra para los repartidores que aceptan los pedidos y otra para los comercios, que cargan sus productos", dijo y agregó que ellos, como responsables de Toque, tienen un sistema conocido como backend, donde pueden ver todo lo que ocurre en el resto de las apps y gestionar la logística.
"Nos dijeron que iban a tardar ocho meses en hacer los desarrollos, y en ese lapso nos pusimos a desarrollar la marca y hasta buscar proveedores para las mochilas que iban a usar los repartidores", dijo y agregó que cada pedido que hacían a terceros era seguido por ella y su hermano. Los dos tenían que bajar a tierra cada idea y explicar cómo esos sueños que traían podían volverse una realidad concreta.
Juan, con su experiencia en innovación y finanzas, se complementaba con el perfil más humanista de Florencia. Por sus estudios, los dos conocían el ABC para crear un emprendimiento desde cero y, gracias al apoyo de sus padres y sus ahorros, lograron hacer la primera inversión sin requerir asistencia externa. Así, lanzaron su marca en 2019, justo antes de un suceso que iba a cambiar el mundo.
"En 2019 todavía no estábamos listos, pero lanzamos el primer prototipo para ver los errores y corregir sobre la marcha", contó la cipoleña, que notó con rapidez la aceptación que tenía la propuesta entre los comerciantes. "Empezamos con cuatro repartidores a mitad de 2019 y a fin de año ya éramos 10, pero todo cambió con la pandemia", contó.
Un hecho que se tradujo en una parálisis económica fue, a contramano, una oportunidad para los hermanos Rodríguez Bensi. "De tener tres o cuatro consultas de comercios por mes pasamos a tener treinta por día", explicó Florencia y agregó que muchas personas que se habían quedado sin trabajo por la situación sanitaria también se comunicaban para convertirse en repartidores y recibir algún nuevo ingreso económico.
"En un mes pasamos de 10 a 90 repartidores, con todo el desafío sanitario que eso implicaba", afirmó. Los comercios sabían que sólo podían vender a través del delivery, y los responsables de Toque repartían barbijos y guantes o esperaban a los trabajadores en su casa para reponer el alcohol que usaban en sus pulverizadores y desinfectaban todos sus elementos para el trabajo.
"La Municipalidad nos pedía permisos para circular, porque los repartidores eran trabajos esenciales, y teníamos que gestionar uno para cada uno que se sumaba", contó sobre los desafíos que se apilaban, uno tras otro, durante el aislamiento obligatorio. Aunque la flexibilización de los protocolos implicó una merma en la demanda de delivery, esa explosión de 2020 sirvió para posicionar la marca y generar un piso de actividad del que no bajaron. Por el contrario: se expandieron hacia otras ciudades.
La expansión de Toque por el Alto Valle
"Nuestro primer destino fue General Roca. Pensamos que iba a tener la misma respuesta que Cipolletti por la cercanía y la cantidad de habitantes, pero nos encontramos con otra realidad", explicó. "Es una cultura más cerrada, con los comercios y los clientes acostumbrados al delivery de la vieja usanza, se van en auto al comercio o piden por teléfono, pero se resisten a bajar una aplicación", contó sobre las dificultades para modificar los hábitos de otros consumidores.
Hoy, su presencia en esa ciudad rionegrina está en pausa porque desde el Municipio les piden que tenga un local a la calle, algo que no ocurre en el resto de las jurisdicciones. Por eso, planearon expandirse hacia otras zonas y ya dicen presente en Neuquén, Centenario, Plottier, Cinco Saltos, Allen y Fernández Oro. La empresa ya agrupa a un total de 80 repartidores y tiene 25 empleados fijos, entre contadores, abogados y las áreas de sistemas, marketing o recursos humanos.
Tras haber recibido el premio de Emprendedores Digitales Rionegrinos se abrieron puertas para expandirse hacia localidades más pequeñas en las que nunca habían pensado invertir, como Cinco Saltos o Fernández Oro. Esos vecinos aprovecharon a contar con una herramienta inexistente cerca de sus domicilios, ya que las apps de delivery responden a grandes multinacionales que sólo se instalan en zonas metropolitanas.
La ciudad que más desafíos generó fue Neuquén, donde ya existía la aplicación Pedidos Ya, que responde a una empresa multinacional y tiene "otra espalda" para sostener su actividad. Para los referentes de Toque también hubo que adaptarse a un territorio más grande, lo que los obligó a cambiar la logística y hasta dividir la ciudad en zonas. "En unos meses sumamos más de 100 comercios, pero nos llevó un año adaptarnos a esta nueva lógica", explicó.
La buena recepción en ciudades más chicas los hizo enfocarse en otros proyectos, y ya ultiman detalles para la apertura de dos nuevos destinos bonaerenses: Tres Arroyos y Coronel Suárez. Allí, Toque busca aportar la logística y el punto de conexión entre repartidores y comercios de todos los rubros, que van desde gastronomía hasta farmacias, almacenes o petshops.
El vínculo con el personal
Juan y Florencia pasaron de convivir en un departamento de estudiantes a liderar una firma con 100 personas que dependen del destino de su marca. Sin embargo, ella afirma que la convivencia siempre fue buena gracias a sus personalidades complementarias. "Es la persona con la que más hablo, más que con mi pareja", bromeó.
Y aunque a veces se olvida de que él es su hermano y empiezan a tratarse como socios, aclara que trabajar de manera remota les permite darse el aire necesario para no tener choques. "Eso sí, en los asados de los domingos terminamos hablando de trabajo, es difícil separar las cosas", aclaró.
Como sus padres también administran juntos su propia empresa, una firma metalúrgica vinculada a la fruticultura, nunca les pareció extraño mezclar vínculos laborales con los sanguíneos. "Ellos están súper orgullosos y nos aportan ideas para crecer, además de aportar el capital inicial para invertir y lanzar la marca", contó sobre sus papás.
Hoy, los dos están a cargo de unos 25 empleados y un plantel de 90 repartidores que, en algunos casos, ya acumulan cuatro años de experiencia. "Hay muchos estudiantes que aprovechan la flexibilidad del trabajo porque pueden tomar turnos de dos horas cuando no están cursando, o que sólo trabajan los fines de semana, y otros que lo usan como un ingreso complementario a otro trabajo", contó Florencia y agregó: "También hay jubilados que hacen repartos en auto y se generan un ingreso adicional".
A ellos se suman otras personas que toman al delivery como su única actividad. "Tenemos gente de 40 y 50 años que llevan varios trabajando, ellos se dedican full time y trabajan 8 horas, cinco días a la semana. Con ese esquema ganan más que un empleado de comercio", dijo en relación a los primeros estigmas que surgieron sobre los repartidores, que quedaron superados cuando se volvieron indispensables durante la pandemia.
El apoyo de Endeavor y los nuevos desafíos
Crear desde cero una plataforma local, e incluso enfrentar la competencia de grandes multinacionales que parecen acaparar todo el rubro a nivel global, les enseñó a los emprendedores de Toque la importancia de adaptarse a los nuevos cambios y resistir ante los problemas que surgen incluso cuando nadie se los espera. "Nos toca hacer 30 cambios semanales, que son desde grandes transformaciones hasta ajustes pequeños para mejorar", detalló la empresaria.
A pocos días de la presentación de Experiencia Endeavor, Florencia detectó los dos ejes que le hubiera gustado saber cuando comenzó a dar los primeros pasos en su proyecto: la adaptabilidad y la resiliencia. Es que, desde sus inicios en 2019 hasta la actualidad, realizaron un gran número de cambios para adaptarse a los mercados, que pueden ser universos diferentes aunque estén a apenas 50 kilómetros de distancia.
Así, Florencia y su hermano deben adaptarse con rapidez a los cambios vertiginosos de una industria como la tecnológica y en un país todavía más desenfrenado, donde las reglas de juego pueden cambiar con extrema velocidad. "En este país siempre hay que encontrarle la vuelta, cambian las reglas todo el tiempo, lo hiciste de una manera y al día siguiente cambió, mucha flexibilidad y adaptación, hacemos 30 cambios semanales de procesos", detalló.
A su vez, aclaró que buscan dialogar con todos los eslabones de la cadena para crecer sin dejar rezagados. "Nos identifica mucho el escuchar al cliente, al comercio, al repartidor. Nos dicen que tienen clientes que no saben cómo descargarse la app, escuchando para ver qué podemos hacer e ir cambiando", afirmó.
La experiencia Endeavor, que también tiene su versión en Neuquén, busca generar un espacio de inspiración para otros emprendedores que, como los hermanos Rodríguez Bensi, quieran crear un proyecto potente desde el primer escalón. Así, los relatos de experiencias exitosas y el intercambio entre pares no son sólo fuentes de inspiración sino un método para obtener recursos prácticos y transformar ideas innovadoras en emprendimientos novedosos, primero, y empresas sólidas, después.
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