Tenía 94 años y junto a su marido Mario Raone alimentaron durante años un gran museo en su casa de la calle Buenos Aires.
A los 94 años falleció este miércoles María Castaño, una destacada vecina de la ciudad de Neuquén, quien junto a su marido Mario Raone fueron celosos custodios de la historia y el patrimonio de la provincia a través del museo que durante años tenían en su casa de la calle Buenos Aires.
María (Mary como le decían sus amigos) venía sobrellevando dos duras pérdidas en el otoño de su vida. Primero la de Mario, en julio de 2022, y luego la de su hijo Omar, el año pasado.
María Castaño fue una entusiasta mujer apasionada por la historia neuquina y quien acompañó a su marido en la meticulosa tarea de juntar piezas, documentos y artefactos que reflejaban el pasado del viejo territorio.
Una historia de amor en la vieja Neuquén
La historia de esta pareja de viejos pobladores era conocida. Oriundo de Carmen de Patagones, Mario llegó a Neuquén en 1947, para trabajar como militar. María era una neuquina de pura cepa, hija de pioneros.
En una de las tantas reuniones de la Acción Católica, donde todo el pueblo participaba en las organizaciones de kermeses para juntar fondos con el objetivo de construir la Catedral de la ciudad de Neuquén, el joven militar se encontró de repente con la mirada de aquella muchacha de 19 años. Allí intercambiaron las primeras palabras. Mario le contó quién era, de dónde había venido; ella le relató su breve experiencia de neuquina nacida en el desierto.
Mario le declaró su amor pocos días después y ella lo aceptó de inmediato. No fue un noviazgo muy extenso porque el amor que ambos sentían no admitía tiempos largos ni protocolos románticos. Y así pusieron fecha para la boda que se celebró en la capilla Nuestra Señora de los Dolores. Y así vivieron una gran vida.
El trabajo minucioso y paciente que ambos hicieron durante tantos años dio sus frutos a lo largo del tiempo. En la colección que tenían en su casa había unas 7000 puntas de flecha, decenas de boleadoras, piedras con huellas prehistóricas de toda forma y color, documentos de los primeros años en que Neuquén fue la capital del territorio, mapas militares, fotos, armas, artesanías y libros muy antiguos que hablan del pasado de este rincón de la Patagonia.
Con la muerte de María Castaño se va un pedacito de la historia de Neuquén. Sus restos serán inhumados este miércoles en el cementerio Central.
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