Odontólogos advierten que muchos neuquinos no cuidan su salud bucal
Tres profesionales de la salud pública y privada hablaron de los problemas que ven en sus consultorios y de la importancia de una buena higiene y alimentación.
Más allá de las barreras económicas que dificultan la atención en odontología en el sistema privado. Más allá de las deficiencias, las demoras en los turnos y los escollos que hay que sortear en los establecimientos públicos, ¿qué valor le damos a la salud bucal en forma individual? ¿Qué tan conscientes somos y qué nivel de compromiso tenemos respecto a los cuidados que requiere nuestra boca? ¿Contamos con la educación e información adecuada en materia de prevención? ¿Qué tanto recordamos y ponemos en práctica las enseñanzas básicas que recibimos en la infancia? ¿Hacemos escuela en ese sentido con las generaciones más jóvenes y damos el ejemplo?
Si bien los chequeos periódicos con un profesional son fundamentales - incluso porque es el odontólogo el que guía y asesora a cada uno de sus pacientes teniendo en cuenta sus necesidades particulares-, existe un paso previo -o paralelo- para evitar problemas y enfermedades bucodentales: los hábitos de alimentación e higiene saludables. Se trata de una serie de acciones que - según los especialistas- se vienen descuidando desde la prepandemia de coronavirus y que hoy se ponen de manifiesto en los consultorios con el agravante del paréntesis en la atención en la etapa de aislamiento y la postergación de los controles por olvido, la escasa cobertura de tratamientos de obras sociales y prepagas en el sistema privado y las largas listas de espera en la salud pública.
"La salud bucal está muy descuidada", sostuvo -en diálogo con LMNeuquén- Emiliano García, jefe del Servicio de Odontología del Hospital Castro Rendón. "Las principales consultas que tenemos son por infección. Hay muchos niños con caries, caries muy avanzadas. Imaginate eso trasladado a los adultos. En la pandemia se dejaron de lado muchos tratamientos. Muchos pacientes aún no han vuelto a la consulta odontológica: al principio porque no te permitían atender y luego algunos se dejaron estar.Creo que uno de los principales motivos fue la cuestión económica. En ese marco, lo que podía ser un arreglo, termina ahora en una extracción que insume después un implante. Es decir: más gastos", postuló y agregó que parte de ese deterioro tiene que ver con la falta de conciencia en materia de prevención.
"En el consultorio vemos tanto las enfermedades - como las caries- que afectan los tejidos duros (dientes y muelas) y la enfermedades periodontales, que afecta los tejidos blandos blandos, como la encías. También observamos muchos casos de bruxismo que tiene que ver con el estrés y el estilo de vida que estamos teniendo. Todos hoy en día bruxamos en algún momento por el ritmo de vida que estamos teniendo. Esto se corrige con placas de miorelajacion", comentó por su parte, Valeria Nallím, presidenta del Círculo Odontológico de Neuquén, antes de poner el foco en la pata cultural del fenómeno.
"Yo creo que falta educación en la población respecto a lo importante que es la salud bucal. Falta concientizar de esa importancia a la gente. Muchas veces no le dan el valor que tiene y llega un momento en que pierden su función masticatoria y tienen grandes dificultades a nivel salud porque la boca es el primer órgano que participa en la deglución. Mucha gente desconoce eso, por eso para mi lo que falta es educación. La gente hoy le da más valor a comprarse un celular que a reponer un pieza dental que le falta", sostuvo.
"Hoy está muy en auge la estética y la mirada está puesta en la imagen y no en la función. Algunos se preocupan más por la blancura de un diente de adelante y no por las muelas que le faltan para poder masticar. Esas son prioridades que, a mi forma de ver, tienen que ver con la falta de educación. Si de chico te enseñan a crear hábitos higiénicos para tu boca, cuidarías y preservarías más las piezas", agregó.
En consonancia, la odontóloga Silvia Galetti expresó: "Puntualmente los pacientes que vienen a mi consultorio son la excepción a la regla ya que viene derivados de cardiólogos, neurólogos y tienen una consciencia muy marcada, pero a nivel social -en general- lo que veo es que la parte odontológica aparece cuando algo duele. Por ahí ves gente con el mejor celular, la mejor manicura hecha, maquillaje impecable, peluquería y las encías sangrantes porque tienen una técnica deficiente de cepillado. Esto tiene que ver con una cuestión de hábitos y costumbres. La parte del cepillado va de la mano con la dieta y la predisposición de cada persona". "Mucha información la población no la tiene, pero tampoco la busca", advirtió.
La importancia del cepillado regular, suave y consciente
Todos los profesionales coincidieron en destacar la importancia de las limpieza después de cada comida "para mantener la boca sin restos de alimentos" y prevenir así las caries y combatir las bacterias que atacan las encías. "El cepillado más relevante, el que hay que hacer con mayor nivel de dedicación y conciencia, es el de antes de ir a dormir", remarcó Nallim. "Hay varias técnicas, lo importante es que podamos barrer la placa bacteriana de todas las caras de las piezas sin dañar la encía o el esmalte", postuló.
En sintonía, Galetti agregó que para una buena técnica de higiene no importa la marca del cepillo a utilizar, sino que lo fundamental es que tenga cerdas suaves o extrasuaves y que los movimientos no sean fuertes para que -además de los dientes- "pueda cepillarme las encías y no duela o lastime".
"Está la creencia que el cepillo tiene que durar tres meses y no, se cambia cuando se le empiezan a abrir los pelitos", subrayó la odontóloga.
"Una buena técnica de higiene diaria incluye además el uso de complementos que son el hilo dental y los cepillos interproximales, que sirven para limpiar los espacios entre los dientes en los que la cerda de un cepillo común no va a entrar nunca. Son chiquitos, cónicos - como pinitos- y sirven para hacer lo que la gente hace con el escarbadientes, que no se debería usar porque lastima", sumó, en tanto, Nallím, para luego aclarar: "El hilo dental cumple la misma función, el tema es que hay gente que -entre los dientes- tiene espacios muy grandes donde el hilo baila y no limpia. Es ahí cuando necesitás de estos cepillitos".
"Las pastas son accesorias y sirven como vehículo si queremos llevar alguna medicación específica al a boca. Lo importante es la técnica del cepillado", insistió.
Galetti también puso el acento en el cepillado a la hora de hablar del mal aliento, también conocido como halitosis. "Es multifactorial. Se da mucho en las personas mayores porque producen menos cantidad de saliva. Por ahí tenés un agujero en una muela donde se juntan muchas bacterias, entonces por más que te pongas lo que te pongas vas a seguir con mal aliento. Hay casos de personas inmunodeprimidas -con HIV y veneras- que no está tratados. Pero siempre en la halitosis está presente la mala técnica de cepillado", recalcó.
La alimentación también incide
Tanto Nallín como Galetti hicieron hincapié en la necesidad de tener una alimentación saludable y de evitar azúcares y carbohidratos para disminuir la posibilidad de tener caries y enfermedad de las encías provocadas por la acumulación de placa bacteriana.
Además de prestar atención a los nutrientes y la calidad de los alimentos, esto requiere tener en cuenta también las texturas la comida y un organización de la dieta en la que se respeten los tiempos.
"Antes que una galletita húmeda es preferible una seca. Antes que el pan común, una tostada. Es mejor comer los cereales solos y después tomar la leche o el yogurt y no mezclarlos. Siempre es mejor la alimentación dura a la blanda y pegajosa porque activás el mecanismo de masticación. Hoy en día el 54,68 por ciento de los niños sin discapacidad son respiradores bucales por el bajo tono muscular y la falta de buenos hábitos de alimentación", planteó Galetti.
"Actualmente a los chicos se le da todo blandito o remojado. Yo siempre le digo a los padres que no les den jugo exprimido o la manzana cortada o rallada, sino que se lo den entero para que muerdan, chupen, corten con los dientes y mastiquen. Esto es también para los adultos y personas mayores. El tono muscular se mantiene y si vos dejás de usarlo los músculos se atrofian. Si usás más de un lado que de otro, produce asimetría", añadió, antes de remarcar que "también es importante respetar el tiempo de las comidas, organizarlas, ya que no pueden estar comiendo todo el tiempo".
El riesgo de las publicidades engañosas
Por otro lado, y con una mirada más abarcativa del la problemática, Galetti habló de los riesgos de las creencias y costumbres que se afianzan a partir de los mensajes de las publicidades engañosas. "Tenemos leyes promulgadas que protegen a la población de las propagandas y no se cumplen. Por ejemplo vemos publicidades de las bebidas gaseosas, caramelos y chicles -que son veneno para el cuerpo- en todos los programas infantiles", señaló.
"Las publicidades engañosas favorecen la mala higiene ya que se promocionan -por ejemplo- enjuagues bucales y pastas dentales con la promesa de que te duran 24 horas y es mentira. Si eso no va a acompañado con la mecánica de una buena técnica de cepillado, no sirve. Te podés poner el perfume que quieras, pero si no te bañaste, no alcanza", insistió.
"Muchas publicidades engañan a la población y las creencias que promueven terminan metiéndose en la cabeza de las personas, por eso es importante el asesoramiento del profesiona,l que en su mayoría terminan curando el daño y no haciendo prevención. Ante cualquier duda siempre es bueno consultar con un odontólogo", dijo para luego advertir sobre el mal uso de analgésicos de venta libre que, más allá de que permitan aliviar síntomas, muchas veces terminando ocultando las causas y agravando el problema de fondo al posponer su atención.
La necesidad de reforzar las campañas de prevención
Tanto Galetti como Nallím y García remarcaron que es primordia redoblar esfuerzos en materia de prevención. "Antes los odontólogos iban a las escuelas para trabajar y capacitar a los chicos y los maestros. A los chicos que no podían acceder se les daba cepillos de dientes. Eso hoy no existe. Falta políticas públicas. Por otro lado, a nivel institucional de los colegios y círculos odontológicos no está la movida de ir por la situación económica acuciante de los profesionales que tuvieron que dejar de destinar tiempo a voluntariados para trabajar y llegar a fin de mes", manifestó Galetti.
Más allá de eso, la odontóloga especializada en discapacidad, remarcó que es importante que tanto los ciudadanos como los profesionales, las prestadores privadas y las autoridades estatales se comprometan para mejorar la situación y para darle el valor que corresponde a la salud bucal, desde el lugar que ocupen. "Estamos en una situación muy compleja que va en desmedro de la salud de la población y todos tenemos una cuota de responsabilidad al respecto", concluyó.
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