Leticia sufrió una crisis de estrés laboral y cambió su rumbo. Pese a los miedos y prejuicios, quiso apostar a seguir su verdadera pasión.
A Leticia Lazzaro siempre le llamaron la atención esos detalles mínimos que logran transformar un ambiente por completo. En cada cena de Navidad, era la que pensaba en los centros de mesa y también era esa amiga que siempre prestaba algo para decorar los cumpleaños infantiles. Tras una crisis de estrés laboral en el banco donde trabajaba, decidió convertir ese hobby en su medio de vida. Hoy, avanza con su emprendimiento pese a los miedos que genera abandonar la zona de confort.
Aunque nació en Mendoza, la mujer de 37 años, lleva los últimos 13 instalada en Neuquén capital. Y gran parte de este tiempo lo pasó trabajando en un banco, donde fue creciendo en su carrera como asesora de negocios. A esa actividad sumaba también un emprendimiento de yerbas orgánicas, que compartía con su familia, y que le permitía canalizar esas ansias creativas que se aplacaban en la sucursal bancaria.
En esa rutina frenética, Leticia no tenía demasiado tiempo para nada. Menos para ella. Y así, su salud mental se resintió hasta el punto de tener una crisis de estrés. "Es bastante común en los bancos", dijo en relación al ambiente laboral que tenía algunos días buenos y otros de demasiada presión que nublaban su faceta más productiva.
"Así como algunos trabajos tienen un riesgo físico, como un albañil que tiene el riesgo de caerse en la obra, los que trabajamos en atención al público tenemos un riesgo, pero de la cabeza", relató sobre el estrés laboral que le reclamó un cambio de vida.
En marzo de 2024, tras otras situaciones familiares que agravaron su cuadro, entendió que la salida no estaba en tratamientos médicos sino en el tiempo: una dosis de tiempo de calidad para ella misma, para su bienestar y para canalizar sus pasiones.
"Decidí ocupar ese tiempo en lo que siempre tuve ganas de hacer, que era la decoración", relató. Después de realizar algunos cursos de manera online en institutos de Buenos Aires, se lanzó con un emprendimiento para decorar eventos, fiestas y stands en ferias de emprendedores. Los clientes llegaron de a poco, con la confianza de sus amigos, y le dieron la confianza para avanzar en un terreno tan fascinante como desconocido.
El inicio no es fácil. Por eso, Leticia lo toma con paciencia y con un empuje sostenido para poder hacerse un lugar en un nuevo rubro. "Empecé hace tres meses y llevo cinco eventos formales", dijo y aclaró que hoy, valora su valentía para haber dado el primer paso en un camino que quiere prolongar muchos años más.
"Mi vida cambió totalmente", afirmó. Aunque todavía muchos se sorprenden por su decisión, decidió priorizar sus ganas de crear y u cambio que le daba algo que nunca había tenido: tiempo para sí misma. Para Leticia el cambio fue necesario, aunque tuvo que poner en pausa las perspectivas de crecimiento de su trabajo formal.
"Estaba todo el día en el banco, salía a las 5 de la tarde y seguía con el otro emprendimiento y eso me saturó, decidí ocupar mi tiempo en lo que siempre tuve ganas en lo que era decoración", dijo y relató que, de a poco, fue acondicionando una habitación extra en su casa de Terrazas del Neuquén para crear una especie de depósito y oficina, donde va acumulando objetos de decoración de eventos.
Emprender desde la pasión
Leticia se formó como diseñadora de interiores pero tiene estas propuestas en pausa para avanzar con su proyecto de decoración de eventos. "Lo que más me piden son cumpleaños infantiles, o de un año, que es donde se hace la fiesta más importante", dijo y aclaró que no quiere cerrarse en un sólo rubro sino sumar también otros festejos, como cumpleaños de 15, casamientos o eventos empresariales.
"Yo estudié hotelería y nunca ejercí, lo único que ejercí alguna vez fue la organización de eventos, pero me gusta más esta posibilidad de estar en la decoración y no en la organización de los eventos", explicó.
Como todavía tiene pocas fechas agendadas y un entusiasmo desbordante por su nuevo emprendimiento, la mujer se aplica con gran esmero y dedicación a cada compromiso laboral. "Hace poco tuve el cumple de un nene quería una temática militar", relató.
Los comercios neuquinos no ofrecían demasiadas propuestas para satisfacer los deseos del niño y, por eso, ella se encargó de pintar a mano cada elemento que formaba parte del festejo. "Por los nervios, comencé a organizarlo como un mes antes, y quedó espectacular", se alegró.
"Me dediqué a pintar las bolsitas camufladas a mano con sorpresitas, hice los paneles forrados de tela camuflada, un arco de globos, cajones bauleros, hice sombreros y todo con mis manos porque no encontraba nada de la temática", dijo y aclaró que pudo atestiguar la alegría del cumpleañeros al tener la fiesta que soñaba.
A esas propuestas sumó también la decoración de stands. Como recorre varias ferias de emprendedores con su propia propuesta de yerbas orgánicas, se contactó con muchos pares que querían darle una vuelta de tuerca a sus puestos de venta para así llamar la atención de más clientes. "Hicimos algunos con temática navideña que quedaron muy buenos", relató.
De la rigidez de una entidad bancaria, de los números fríos y las cuentas, pasó a un mundo distinto de bolsitas de regalos, arcos de globos o espacios de mesa dulce y candy bar. Ella cuida cada detalle con esmero, con la noción de que los detalles más pequeños pueden crear el entorno preciso para exprimir al máximo la alegría de un festejo. Y así, en cada evento confirma que está haciendo lo que más le gusta.
Una decisión contra la corriente
A Leticia le costó tomar la decisión de cambiar de rumbo y apostar de lleno a esa pasión que figuraba en su vida como un desafío pendiente. Todavía hoy le preguntan con sorpresa por qué decidió lanzarse a lo desconocido. Pero cada día se convence más de haber elegido el camino correcto.
"Elegí este proyecto para tener tiempo para mí, tener tiempo para escucharme y lo que necesito. Descansar lo que sea necesario pero también hacerlo con total responsabilidad, me lo imagino en un futuro trabajando de esto, pudiendo tener mi familia, actualmente estoy en pareja, no tengo hijos", dijo y agregó: "Este tipo de trabajo te permite dedicarte más tiempo a tu familia".
Pese a la mirada social, entendió que había otras prioridades a tener en cuenta. "La realidad es que te ponés a pensar que la plata es importante pero no lo tomé como lo más importante, algunos lo entendieron y otros se siguen preguntando qué hice. Es una decisión muy personal".
"Mis hermanos se sorprendían con mi decisión pero ahora me ven mejor, con una vida diferente, y notaron que el cambio fue bueno, pero sé que cuesta, incluso a mí me costó tomar la decisión después de ocho años de otro trabajo", dijo.
Pese a los miedos y las contramarchas que implica emprender, Leticia pensó que su experiencia podía inspirar a otros a tomar la decisión y salir de espacios laborales que no les hacen bien. "Quizás mi historia le sirva a algún otro para poder arriesgarse a hacer lo que uno quiera sin prejuicios sino escuchando lo que dicta el corazón sino largarse a soñar que está bien que siempre se puede", cerró.
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