Se asociaron para organizar eventos, llegó la pandemia y se reinventaron para exportar sus servicios
Brumedia nació en enero de 2020, pero el coronavirus frustró todos sus proyectos. Apostaron por el marketing digital y hoy tienen clientes en Chile y Uruguay. Conocé su historia.
Miguelina Orlando y Ailén Morales tienen muchas cosas en común. Además de su vocación compartida por el marketing, las dos tienen una buena dosis de empuje y entusiasmo que tiñe cada proyecto que emprenden. Con esa misma vitalidad encararon Brumedia, una sociedad de organización de eventos que prometía comerse el mundo, pero que se frustró de forma abrupta pocos meses después, cuando la pandemia de coronavirus suspendió de raíz todas las actividades sociales.
El confinamiento obligatorio les cayó a las dos como un balde de agua fría. Su fuerte eran los eventos, e incluso ya tenían la agenda llena de compromisos sociales para las semanas siguientes y tuvieron que cancelarlos todos. "Ese fue el primer desafío que tuvimos: pensar cómo íbamos a sobrevivir y qué decisión tomar porque todo se había caído", relató Ailén.
Miguelina fue la que impulsó el volantazo. Como ya tenía experiencia en marketing digital, interpretó una necesidad apremiante para sus clientes y para otras empresas y emprendedores de Neuquén. Con todos sus clientes encerrados, las redes sociales y las tiendas virtuales se convirtieron en las nuevas vidrieras para promocionar y vender, por lo que su trayectoria en este campo se volvió en un gran valor en medio de la pandemia.
"Ahí Miguelina tomó las riendas porque era la que tenía más experiencia y me fue capacitando a mí", dijo Ailén, que aprovechó la disponibilidad de cursos online para capacitarse y ganar confianza en ese terreno. Así, comenzaron a construir páginas web, tiendas online y redes sociales a medida para la necesidad de cada cliente, con los eventos en pausa por las restricciones sanitarias que imponía la pandemia.
Brumedia empezó a posicionarse como una agencia de marketing digital y las neuquinas formaron una base sólida de clientes para sostener un ingreso mensual y poder potenciar su costado más creativo. Con el fin del distanciamiento social, los antiguos clientes retomaron su anhelo de organizar eventos para volver a encontrarse cara a cara con su comunidad y así empezó el desafío de fusionar ambas aristas de la agencia.
Miguelina y Ailén lideran ahora un equipo de nueve personas que ofrecen asesoramiento integral a sus clientes, desde grandes multinacionales a pequeños emprendedores. "Todos tienen el deseo de vender más y hacerse conocidos, por eso nos adaptamos a su presupuesto para ver si la mejor estrategia es potenciar las redes, organizar un evento o lanzar una marca", aclaró Miguelina.
El año pasado, volvieron a su primer amor con eventos masivos que se llenaron de la alegría de los reencuentros. Festivales de danza urbana, música de películas al aire libre, decoración festiva para los shoppings y hasta grandes stands en la Fiesta de la Confluencia las motivaron a retomar los eventos como espacios comerciales pero también de disfrute y comunión. Así, las ganas de reunirse se notaban en cada propuesta que organizaban, y esa fue la semilla para apostar a crecer.
Desde Brumedia cambiaron el paradigma de las agencias de marketing, y empezaron a ofrecer sus servicios fuera de los límites provinciales. Enviaban artistas, vestuarios, escenografía y toda la logística hacia Buenos Aires y otras provincias, en lugar de hacer el proceso inverso. También son una fábrica de ideas, con un entorno creativo que les permite seguir proponiendo estrategias de marketing en el exterior: ya tienen clientes en Chile y en Uruguay.
Sus oficinas con esculturas y paredes pintadas, sus propuestas creativas y las actividades mensuales de recreación que proponen los empleados contribuyen a un entorno lleno de alegría, donde las ideas fluyen incluso con trabajos que parecen ir siempre a contrarreloj. Las dos dicen que su principal valor ese balance entre sonrisas y trabajos exigentes, que las hacen enfocarse siempre en nuevos desafíos.
En enero de 2020, crearon la agencia con un cúmulo de ilusiones que se deshicieron apenas dos meses después. Sin embargo, dieron un volantazo para crecer con una mezcla de lentitud y firmeza que dio sus frutos más tarde. Tres años después, celebran esa trayectoria y los obstáculos del camino, que las obligaron a repensarse y a ampliar todavía más su oferta para atender las verdaderas demandas de sus clientes.
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