La dupla Rodolfo Barra-Roberto Dromi reaparece en el escenario político. Resurgir de la "Ley Ómnibus" de 1989, pieza clave del cambio de modelo impulsado por el entonces presidente peronista Carlos Menem, parece algo poco probable. Mientras tanto, el mercado festeja.
Es difícil encontrar en la historia universal un candidato a presidente que haya ganado elecciones prometiendo un ajuste para poder crecer. Javier Milei es una de esas ‘rara avis’ dentro de la compleja jungla que engloba a la política.
Anticipó la toma de medidas duras con leyes que enviará al Congreso, las que generarán cambios importantes en la vida de todos los argentinos: la desregulación de la economía y la reforma del Estado, entre otras de importancia. No son muchos los políticos que cuentan con este grado de sinceridad. Y con ese enfático discurso, fue que poco más de 14,5 millones de argentinos le entregaron su voto de confianza en las últimas elecciones del pasado noviembre. Hoy esos votos, son el activo más importante que muestra el electo presidente de cara a la compleja Argentina que se viene. Un activo precario, volátil.
Pero este volumen de electores, que representa un apoyo del 56% del total de la población del país, no se puede trasladar en forma lineal a la arena del poder político.
Pese a ganar por una amplia mayoría, las fuerzas de La Libertad Avanza consiguió solo 38 bancas en Diputados, detrás de Unión por la Patria, que mantiene la primera minoría con 108, seguido por Juntos por el Cambio con 94 diputados.
En la Cámara Alta se observa esta misma tendencia. Unión por la Patria será la primera minoría en el Senado, con 33 bancas, pero podría lograr el quórum (37 votos) con el apoyo de algunos aliados. En tanto, Juntos por el Cambio se quedará con 21 escaños y La Libertad Avanza contará tan solo con 7 senadores.
Claramente, ese 56% de respaldo conseguido por la población, lejos está de ser representado en el Congreso con un 15% del total de los Diputados y 10% de Senadores. Ningún bloque contará con quórum propio y las 3 principales fuerzas deberán negociar entre sí para lograr sacar las leyes que impulsará el nuevo presidente y su equipo económico. La fría estadística muestra, en definitiva, la debilidad política que deberá sortear Milei y la necesidad de lograr importantes consensos en el Congreso.
Clave también en este punto será el rol de Guillermo Francos, al frente del ministerio del Interior, para lograr acuerdos con los Gobernadores y, desde allí, buscar alinear a sus diputados para acercarlos a las Leyes que lleguen al Congreso desde el Ejecutivo.
El equipo para las reformas
Con la mayor parte del Gabinete definido, Javier Milei ingresa en su segunda y compleja etapa que dará inicio a partir del 10 de diciembre: la ejecución de los cambios estructurales en la economía y las reformas en el Estado.
Las negociaciones allí avanzan, pero se topan con una realidad muy compleja. El equipo de asesores de Javier Milei ya se reunió con Roberto José Dromi, abogado especialista en derecho administrativo y hombre clave en todo el proceso político de privatizaciones que registró el país a partir de fines de 1989, durante el gobierno peronista de Carlos Menem. Según pudo saber LMNeuquén fueron más de una las entrevistas que se concretaron en un céntrico hotel de la Ciudad de Buenos Aires. Las conversaciones se centraron en las posibilidades reales que existen de poner en marcha un mecanismo jurídico-legislativo-administrativo que permitan rápidamente realizar los cambios de modelo que impulsa el presidente electo. El tiempo podría ser una de las variables clave para lograr el éxito de estos cambios.
De esas reuniones, salió el nombre de Rodolfo Barra, el nuevo Procurador General del Tesoro. Jurista de extenso recorrido, que integró la Corte Suprema de Justicia y que fue luego ministro de Justicia durante el gobierno de Carlos Menem. Su misión ahora: dotar de blindaje legal al plan de reformas que pondrá en marcha el presidente desde el inicio de su gestión.
“Le hecho por Menem, fue único. Hoy no están las condiciones para poder repetir con éxito ese tipo de estrategia”, confió un allegado del equipo económico del electo presidente al conversar sobre las alterativas que existen de avanzar en los cambios estructurales que apoya el 54% de la sociedad. “Con la Justicia de su lado, con el respaldo del Congreso y con la mayor parte del PJ dando su visto bueno a los cambios, Menem tuvo que pasar por dos hiperinflaciones antes de poder poner en marcha el modelo de cambio que impulsó a partir de 1989”, aseguró la fuente. Pensar que Milei puede conseguir los logros del expresidente en unos pocos meses suena, como mínimo, algo alejado de la realidad. El contexto en el que se movió Carlos Menem en esos días no es el mismo: Milei no tiene la Corte Suprema de Justicia de su lado, carece de fuerza propia en el Congreso y no se sabe todavía que reacción pueden tener los gremios frente a los cambios que se avecinan. Todo indica que sólo con el apoyo de los expertos Rodolfo Barra y Jorge Dromi no alcanza.
Este complejo contexto podría suponer la apertura del presidente electo hacia un esquema de poder que incorporará, en esta primera parte de ministros, figuras ligadas al "Macrisno" y del peronismo no kirchnerista, en un equilibrio que buscaría garantizar gobernabilidad para sus actos de Gobierno. Pero el resultado, hasta el momento, es acotado. La llegada de Francisco Paoltroni, como presidente provisional del Senado, y Martín Menem, como titular de Diputados, no ayudan a clarificar el escenario.
El mercado aplaude
En las dos últimas semanas, los mercados financieros reaccionar en forma muy positiva, reflejando así el respaldo a las políticas de cambio que aparecerían en el país a partir del 10 de diciembre. Las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Nueva York saltaron en noviembre hasta 100% mientras que las cotizaciones locales registraron subas extraordinarias. El dólar corrió en este mismo sentido. De los 1.200 pesos que tocó la divisa en octubre, hoy se encuentra en torno a los 950 pesos, reflejando una caída del orden del 20% en el período mencionado. Un dato a tener en cuenta ya que muy pocas veces el peso se revalorizó con tanta fuerza en tan poco tiempo.
¿Con estos datos que se puede interpretar? Los inversores prevén, tras la desregulación del mercado cambiario, un dólar de equilibrio -a hoy, valor nominal- en torno a los 850-950 pesos tras la asunción del nuevo presidente.
Pero ya todos sabemos como se maneja normalmente el mercado financiero. Acecha con fuertes compras en momento en que los activos tienen una baja valorización, apostando a que la economía tenga el marco necesario para su desarrollo. Si las condiciones no se dan, llega la oleada de ventas que termina por hacer caer nuevamente a esos activos a sus precios iniciales.
Y las “condiciones” que está solicitando el mercado están centradas en la desregulación de la economía, una de las grandes promesas del electo presidente en su campaña.
La pregunta que se hace la mayor parte de los argentinos es ¿Tendrá Javier Milei la posibilidad de concretar estos cambios?, ¿Cuánto tiempo le llevarán? El mercado ya dio su respuesta positiva al primero de los interrogantes. El segundo, se mantiene todavía como una incógnita. Y aquí volvemos al concepto de los tiempos, un factor clave para lograr el éxito de las promesas electorales.
El 54% de apoyo que tuvo el presidente electo es un activo que se diluye rápidamente de no aparecer resultados. Y más aún en una sociedad con el 40% de pobreza y una inflación proyectada para el próximo año arriba del 200% anual.
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