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La Mañana

Nos salvamos codo con codo

Este virus arrasó al mundo de tal manera que nos quitó, entre otras cosas, esa costumbre de saludarnos.

Y en la calle codo a codo/ somos mucho más que dos”, escribió en un poema el uruguayo Mario Benedetti, sin saber que muchos años después utilizaríamos esa parte del brazo para saludarnos porque un virus arrasó al mundo de tal manera que hasta nos quitó esa costumbre. Y, lo que es peor, no sabemos cuándo volveremos a saludarnos como lo hacíamos antes de la pandemia, ya sea con un apretón de manos, un beso o un abrazo. Podríamos agregar que lo que nadie parece saber es cómo será ese mundo ¿tan diferente?

Nuestra forma de saludar fue, acaso, lo primero que cambiamos por culpa de la distancia social.

Hoy, el encierro, el permanecer confinados en nuestras casas se vive como alivio, como resguardo ante el contagio.

Los vínculos se han reconfigurado a través de la virtualidad para quienes tienen la posibilidad de contar con diversas herramientas de comunicación.

Son los tiempos de una pandemia que convirtió en la realidad que vivimos hoy aquello que creíamos como propio de la ficción en la historieta El eternauta de Héctor Oesterheld, de habitantes que deben salir cubiertos como astronautas para no contagiarse.

Todos estamos en un combate contra el virus, esa amenaza invisible y que nos ha obligado a reacomodar nuestra cotidianidad. El escritor mexicano Juan Villoro explicó que nos hemos convertido en seres de peligro y advertía que siempre lo hemos sido a lo largo de la historia de la especie. Ahora, lo que nos ayuda es no acercarnos a los demás. “La paranoia y el miedo/no son ni serán el modo,/de esta saldremos juntos,/ poniendo codo con codo”, cantó otro uruguayo, Jorge Drexler.

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