Tras ser condenada a 6 años por corrupción en la causa vialidad, la vicepresidenta afirmó que no competirá en 2023. JXC cree que miente.
Este martes Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a 6 años de prisión e inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos por defraudar al Estado con el manejo de la obra pública y, tras conocer el veredicto, anunció que en el 2023 no va a ser candidata.
Las declaraciones de la vicepresidenta fueron un cimbronazo en toda la esfera política, tanto en el oficialismo como en la oposición. En Juntos por el Cambio reina el escepticismo y crece la preocupación ante la posibilidad de que la “reacción K” recién esté comenzando.
La condena del Tribunal Oral Fereral Nº2 (TOF), sin embargo, no está firme, aun debe pasar por Casación y la Corte, y la exmandataria mantiene sus fueros al menos hasta fines del año que viene.
Las primeras conclusiones en JXC estuvieron marcadas por el descreimiento. “Lo dijo desesperada, fue una reacción emocional y de enojo más que un cálculo fino o estratégico. No se le puede creer cuando dice que no va a ser candidata”, afirmaron en el PRO, con palabras muy similares, tanto en el ala de los halcones como en el de las palomas.
Con mayor delicadeza, lo mismo opinaban en la Coalición Cívica y en la UCR, donde el anuncio de la Vicepresidenta fue recibido con claro recelo. “Hoy se corre porque el escenario la beneficia a correrse. En seis meses el escenario es otro, junta a 50 mil tipos en un acto pidiendo ‘Cristina, Cristina” y se descorre. Tienen recursos y escenografía de sobra para todo eso”, advertía un dirigente radical del equipo de Gerardo Morales.
Lo que también le preocupa a la oposición es lo que podría ser la “verdadera reacción” del kirchnerismo a la condena judicial de su jefa política. “Estábamos viendo lo que pasa en Perú, que un presidente cierra el Congreso. Acá al Presidente ya lo vaciaron de poder interno, pero ¿hasta dónde puede llegar cuando Larroque le pide que ‘reaccione’? ¿Qué están dispuestos a llevarse puesto? No somos Perú, pero no creemos que vayan a en entender pacíficamente que tienen una elección prácticamente perdida el año que viene”, señalaron en el entorno de Patricia Bullrich, donde consideran que ese escenario “hostil” favorece en la interna a la figura “combativa” de la titular del PRO.
¿Qué sucede en Perú?
Este miércoles, el presidente peruano, Pedro Castillo anunció la disolución del Congreso minutos antes de que el parlamento llevara adelante un intento por destituirlo por “incapacidad moral”.
“Cristina puso una vez más su agenda personal sobre los problemas de la gente. A nadie le interesa si va a ser candidata o no. El kirchnerismo ya perdió las elecciones, aunque no hay que subestimarlo. Alberto Fernández se convirtió formalmente en títere defendiendo a Cristina. Nosotros vamos a seguir trabajando para competir en una PASO y luego a construir una alternativa con todo Juntos por el Cambio”, dijo el diputado Omar de Marchi, el armador de la campaña de Horacio Rodríguez Larreta en el interior del país.
En Juntos por el Cambio se especuló, en los últimos meses, con que una candidatura de Cristina Kirchner en el 2023 podría terminar creando el terreno propicio para que Mauricio Macri finalmente terminara de definir su propia candidatura a la Presidencia.
En las últimas horas, en la UCR y el PRO advertían: la candidatura de Macri solo depende de Macri, y como Cristina, a diferencia del resto de los candidatos, no requiere de mucha preparación previa para lanzarse. Bien puede dar sorpresas el día previo al inicio de la campaña.
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