Acusó a un vecino por la muerte de su perro, pero no logró probarlo
La mascota falleció en una veterinaria y el dueño denunció que le habían dado un garrotazo, según le aseveró otro vecino. Pero no lo pudo acreditar, y el supuesto agresor fue absuelto.
Un perro que había sido internado en una veterinaria por diversas dolencias murió y su dueño denunció a un vecino de haber sido el causante.
Sin embargo, no lo pudo probar, por lo que el acusado fue absuelto en una causa contravencional por maltrato animal que se tramitó en el Juzgado de Paz de Villa Regina, donde ocurrió el hecho.
El dueño de la mascota, que era “parecido a la raza ´Lassie´” y tamaño grande según describió en la presentación realizada en la Comisaría 35 el 2 de julio último, sostuvo que días antes tuvo que internarlo debido a que “se encontraba adolorido, vomitaba y lloraba”.
Sin embargo, el cuadro era grave, y la veterinaria le comunicó poco después que había fallecido.
Pero el tema no quedó ahí, ya que un conocido a quien el damnificado no quiso identificar, le dijo que había visto cuando BSL “le habría pegado un garrotazo”.
Advirtió que “sería una persona muy agresiva” y que “no es la primera vez que maltrata a animales callejeros”, y pidió que se lo cite “para que detenga su accionar”.
La jueza Rocío Langa decidió abocarse al caso y convocó al denunciante para que brinde mayores precisiones.
En su nueva declaración, dijo que BSL “ha lastimado a otros perros tirándoles piedras porque se arriman a su casa cuando su perra entra en celo”.
También reiteró que “los vecinos no quieren meterse en este tema con él, porque es una persona muy violenta”.
Contradicciones en la denuncia
BSL fue imputado y en su descargo, además de aceptar ir a una mediación, aportó “información suficiente y relevante sobre la mecánica de los hechos denunciados” que le permitió a la magistrada determinar que no había pruebas firmes para culparlo.
Explicó en este sentido que halló contradicciones en la versión del dueño del can, ya que en su primera declaración manifestó que “un vecino vio que a su perro le había pegado con un garrote el ciudadano B”, pero que no dio el nombre del testigo para que “brinde su testimonio y de esta forma reforzar el cuadro probatorio”.
Además, añadió que advirtió discrepancia por cuanto había afirmado que BSL tenía una perra, por lo que cuando entraba en celo iban los perros a su casa, pero que el acusado manifestó que tenía un macho.
Frente a este escenario, Langa sostuvo que la evidencia probatoria carecía de contundencia, por lo que resolvió la absolución del imputado.
Lo que prevé la ley por maltrato animal
BSL había sido imputado por transgredir el Artículo 58 del Código Contravencional rionegrino, que establece penas por maltrato animal.
Ese artículo, mencionado por Langa en su fallo, puntualiza que corresponde una multa de 20.000 a 120.000 pesos o trabajo comunitario de 10 hasta 60 días, más la prohibición de adoptar animales. También, en caso de que el ejemplar víctima sea suya, se lo pueden sacar y “precautoriamente y sin más trámite”, delegar su guarda transitoria y “toda otra medida que tienda a velar por la seguridad e integridad del animal no humano”.
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