El delito en la región de las fronteras invisibles
El desafío está en pensar la delincuencia como una problemática que no tiene barreras geográficas. La urgencia de articular una seguridad integral entre Neuquén y Río Negro.
Cuando el miércoles pasado el tránsito a Neuquén colapso por un inédito control policial que redujo el acceso a una sola mano, todo terminó quedando a la vista: el delito regionalizado no se sabe cómo combatirlo.
Desde las 6 de la madrugada del miércoles el puente carretero tenía dos motos bloqueando una mano y unos metros después, sobre la garita de tránsito los policías miran a todos con cara de sospechosos y algunos les pedían documentación.
La medida fue tan desacertada que terminó colapsando la circulación en toda la región.
En menos de una hora, por el tercer puente se transitaba a paso de hombre y las principales vías de circulación de Cipolletti se convirtieron en un hormiguero de autos que no sabían por dónde escapar a semejante atolladero.
Al principio todos sospecharon de un piquete sin aviso, de un accidente de suma gravedad o de un gran operativo para secuestrar un gran cargamento de drogas. La cosa es que no había ocurrido nada grave sobre el puente, solo que ese día la Policía de Tránsito quiso frenar el delito, pero equivocó por completo el camino.
Que los delincuentes van y vienen entre Neuquén y Río Negro no es ninguna novedad. Los que mejor han entendido el concepto de región son los delincuentes, mientras tanto los funcionarios provinciales, municipales, policiales y judiciales continúan con sus mapitas políticos “protegiendo su territorio”.
Ante tan mezquina visión, era imposible que no se cayera en un desatino tan grande como lo fue el operativo de control del miércoles que por suerte afirmaron fuentes oficiales que “no se vuelve a hacer”.
Admitir el problema
Lo bueno es que inconscientemente sinceraron la problemática delictiva, después de todo no se trata de tirar tierra sino de buscar alternativas para controlar el crimen ya que es un fenómeno que se puede expandir o contraer dependiendo de varios factores, pero nunca va a desaparecer.
El comisario Inspector Héctor Pérez, coordinador Operativo de la División Tránsito sinceró a LMN: “Lo hicimos por seguridad para que los que vienen a delinquir a Neuquén vean que estamos. Queremos tener un control más exhaustivo de la ruta”.
Pero Pérez avanzó sobre el tema y contó se habían registrado una serie de robos y hurtos en Neuquén y por las cámaras vieron que los autores huyeron a para Cipolletti.
Dos de los hechos que tuvieron impacto fueron el robo de las dos camionetas a Nippon Car, que los ladrones a punta de pistola abordaron a los trabajadores, los obligaron a bajar del vehículo y en menos de dos minutos ya habían cruzado a Cipolletti ya que la concesionaria está a menos de dos kilómetros de los puentes carreteros. Esas camionetas todavía no aparecieron.
El otro hecho, fue el robo de la moto al fotógrafo de LMN. Los ladrones huyeron de la provincia y la moto terminó apareciendo en Contralmirante Cordero con varias modificaciones.
Fue justo en el medio de la búsqueda de la moto de nuestro compañero de trabajo que gente del ambiente delictivo confió: “ese tipo de motos las están llevando para Cipo, Roca y el Valle Medio”. Es decir, hasta neuquinos del ambiente saben que sus colegas de la vecina provincia andan haciendo mucho ruido en Neuquén.
Esto no lo desconoce la Policía, pero el ciudadano a pie que sale todas las mañanas a trabajar se encuentra con las malas noticias cuando regresa al auto o a la casa.
En la actualidad, ruedas de auxilio y motos se roban a diario. Con los inhibidores aprovechan a robar lo que hay dentro de los autos y hace poco hubo una oleada bravísima de robo de baterías de autos.
Hubo comercios del rubro que llegaron a vender 20 por semana producto de esta dinámica delictiva que no solo se dio en Neuquén sino también en Cipolletti.
Pero si ahondamos en material criminal, también hay que hablar del tráfico de drogas que en la actualidad se ingresa en pocas cantidades y en forma diaria. Si hay algo que no falta en los barrios neuquinos el kiosco narco y lo que más se comercializa es cocaína generando estragos, solo basta recordar que el joven que la madrugada del 19 de julio baleó al taxista y le disparó a la chica que había salido con él, había estado consumiendo cocaína.
Si uno va atando y no hace falta grandes pesquisas, toda la droga que ingresa a Neuquén lo hace por dos lugares claves, por la frontera con Mendoza en inmediaciones de Rincón de los Sauces y por el Alto Valle de Río Negro.
Mejorar los controles
“Con esos operativos no logramos nada”, me dijo un oficial de la policía que aseguró que “hay que apostar todo a la prevención y la investigación”.
A su vez, el avezado policía confesó que nunca se ha terminado de aceitar una política de trabajo con la Policía de Río Negro que sería clave para frenar la actividad delictiva en la región.
Si hay algo que está claro es que los controles policiales en los puentes sirven para secuestrar motos y autos sin documentación, pero en el caso de un delito, ya sea un robo, hurto y si quiere hasta un secuestro, salvo que transcienda de inmediato la información no hay forma de detener a quien huyo en dirección a Río Negro.
Como decía el comisario Pérez, la gente se entera después de varias horas. Lo cierto es que visualizar las cámaras y saber que huyeron a Cipolletti o Cinco Saltos no soluciona nada porque ya es tarde y la policía rionegrina no investiga los robos que son de este lado del puente.
Es acá donde queda en claro que todos los funcionarios tendrían que levantar un poco la vista porque los únicos beneficiados hasta ahora con sus políticas, son los delincuentes.
Los cruces más utilizados para huir de Neuquén
Puente Carretero: Es el más común de los pasos de fuga rápida siempre y cuando no sea hora pico, pero en solo unos minutos ya se está en Cipolletti.
Tercer puente: Es una vía de escape oportuna para los delincuentes que dan sendos golpes en las barriadas aledañas, las del alto neuquino y las que se están edificando a la vera de la ruta. A esto se suman los oportunistas que asaltan a los paseantes, ciclistas y runners que disfrutan de la zona costera del río Neuquén.
Balsa las perlas: es una salida muy utilizada para huir tras robos en la zona centro oeste y sur de la ciudad. Así como también de asaltos en la zona ribereña del Limay.
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