El doble crimen de Paloma y Josué: qué se sabe del detenido que tenía el teléfono de uno de los chicos
El hombre, único sospechoso del crimen, hasta el momento y será indagado en las próximas horas por el fiscal que lleva la investigación.
El dueño de un lubricentro de General Roca, Río Negro, acusado de vender aceite reciclado como si fuera nuevo, se convirtió en el primer sospechoso detenido por el doble crimen de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra, los adolescentes de 16 y 14 años que fueron brutalmente asesinados el 30 de enero pasado en un descampado de Florencio Varela.
El detenido será indagado en las próximas horas por el fiscal Darío Provisionatto, a cargo de la causa. Sin embargo, la realización de esta diligencia depende de la llegada del acusado a la fiscalía de Florencio Varela, donde es trasladado por un grupo de detectives de la División Homicidios de la Policía Federal. La comitiva partió anoche desde General Roca, en la zona del Alto Valle del Río Negro, y su arribo estaba previsto para la mañana de este martes.
El arresto del sospechoso fue el resultado de una investigación llevada adelante por la Policía Federal, que reemplazó a la fuerza de seguridad bonaerense en la pesquisa del doble crimen. La clave para su captura fue el rastreo del celular de una de las víctimas.
Según informaron fuentes de la investigación, el 10 de febrero se activó en la zona del Alto Valle de Río Negro un teléfono con el mismo IMEI (International Mobile Station Equipment Identity) que el celular que le robaron a Josué el día del crimen. Este código de 15 dígitos, según el Enacom, es único para cada dispositivo móvil y permite su identificación a nivel mundial.
El hallazgo fue decisivo. Luego de que ambos celulares de las víctimas dejaran de funcionar el 30 de enero a las 18:45, aproximadamente, los investigadores detectaron que el dispositivo de Josué fue reactivado diez días después en Río Negro.
A partir de esta información, la División Homicidios de la Policía Federal identificó al poseedor del celular: un comerciante de la zona, dueño de un lubricentro que se dedicaba a vender aceite reciclado en envases de marcas reconocidas.
¿Encubrimiento o participación en el crimen?
Los investigadores determinaron que el detenido había adquirido el teléfono en agosto del año pasado a un "bolsero", un intermediario del mercado negro de celulares. Para evitar ser localizado por clientes descontentos con su negocio ilegal de aceite recuperado, el sospechoso tenía la costumbre de cambiar de chip entre distintos dispositivos cada mes.
En diciembre, según la reconstrucción de los peritos, habría usado el celular con el IMEI de Josué y lo apagó en enero para pasar el chip a otro teléfono. Un mes después, volvió a utilizar el dispositivo original, lo que permitió a los investigadores rastrear la activación del 10 de febrero y localizarlo.
El comerciante, ahora detenido, intentará explicar ante la fiscalía que él desconocía la procedencia del celular y que simplemente adquirió un teléfono en el mercado negro sin saber que estaba vinculado a un crimen. No obstante, los peritos deberán analizar sus declaraciones y verificar la veracidad de su coartada.
Fuentes de la investigación no descartan que el teléfono haya sido clonado y que el lubricentrista haya comprado un dispositivo “mellizo”, duplicado a través de una metodología utilizada por bandas criminales.
Una detención clave en la causa
Más allá de que se determine si el sospechoso participó directamente en los homicidios o si su vinculación se debe únicamente a la posesión del celular robado, lo cierto es que permanecerá detenido. En caso de que se confirme su desvinculación del doble crimen, igualmente enfrentará cargos por encubrimiento agravado.
Por el momento, los investigadores continúan trabajando para esclarecer el caso y determinar quiénes fueron los responsables de los asesinatos de Paloma y Josué. La principal hipótesis sostiene que ambos adolescentes fueron atacados en el descampado donde se encontraron sus cuerpos y que los homicidas usaron piedras para golpearlos brutalmente hasta la muerte.
El arresto del comerciante representa un avance en la causa, pero todavía falta determinar si es el autor material del crimen o si se trata de un eslabón en una cadena más compleja de responsabilidades. La declaración indagatoria del sospechoso podría aportar más detalles sobre cómo llegó a tener el celular de Josué y si conoce a los verdaderos asesinos.
Mientras tanto, la familia de las víctimas sigue esperando justicia, con la esperanza de que las investigaciones avancen y se identifique a todos los involucrados en este atroz crimen.
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