Escándalo en el hospital de Cipolletti: extorsionó a compañera con difundir fotos hot si no le cambiaba el turno
El caso se ventiló en los tribunales cipoleños. El extorsionador fue acusado por coacción y amenazas. El acusado pagó $50 mil, y lo sobreseyeron.
Una empleada del hospital de Cipolletti denunció que un compañero de trabajo encontró fotos suyas con contenido erótico en una computadora de uso laboral, y que le advirtió que las difundiría si no le cambiaba el turno de trabajo.
La chica lo denunció y el hombre -identificado con las siglas MJFO- fue imputado por coacción y amenazas.
Sin embargo, le concedieron una suspensión de juicio a prueba que establecía el cumplimiento de pautas de conducta, entre ellas una reparación económica de 50 mil pesos a pagarlos con algodón para el mismo hospital Pedro Moguillansky, la prohibición de acercamiento y la realización de un tratamiento psicológico.
El acusado acató las medidas impuestas y recientemente lo sobreseyeron ante un requerimiento de la Fiscalía y la Defensa.
Imágenes de índole sexual
Todo comenzó la noche del 17 de noviembre de 2022, alrededor de las 22:30, cuando MJFO observó en una computadora de un área técnica “imágenes íntimas de índole sexual” de la mujer, a quien le dijo que las exhibiría, a no ser que le cambiara el turno y trabajar él en el horario que le correspondía a ella.
Con esa maniobra, el empleado hospitalario “coaccionó a la víctima para hacer algo contra su voluntad, ocasionándole real temor y afectando su tranquilidad espiritual”, sostiene el fallo conocido recientemente.
En agosto del año pasado le formularon los cargos, con el detalle de las evidencias probatorias reunidas. Pero en la misma audiencia, en la que la víctima estuvo representada por abogados querellantes, las partes acordaron otorgarle la suspensión de juicio a prueba, proceso conocido como probation, por el término de un año.
Tenía prohibido acercarse a la víctima a una distancia no menor a los 200 metros, incluido su domicilio particular. Tampoco la podía contactar por ningún medio. También debía realizar un tratamiento psicológico sobre cuestiones de género.
En cuanto al resarcimiento, ofreció entregar de manera voluntaria una suma de dinero equivalente a $50 mil en algodón, a beneficio de la institución sanitaria. La querella dejó aclarado que a su representada no le interesaba el pago.
Las demás fueron las reglas de rigor: mantener domicilio, no cometer nuevos delitos, abstenerse de consumir drogas o abusar de bebidas alcohólicas y presentarse cada tres meses en la Oficina Judicial.
Pedido de sobreseimiento
Semanas atrás la Fiscalía solicitó la desvinculación definitiva de MJFO dado el cumplimiento del tiempo fijado, como también el resto de las medidas acordadas.
La defensa, lógicamente, adhirió al pedido.
La jueza de Garantías María Agustina Bagniole aceptó el requerimiento y resolvió declarar extinguida la acción penal iniciada al acusado y dictó su sobreseimiento.
Destacó que las partes se manifestaron en forma coincidente y que debía resolver en esa línea ya que “el sistema acusatorio” la limita a lo “estrictamente peticionado por ellas”.
Mencionó entre los fundamentos el lapso temporal cumplido y que había acatado la totalidad de las obligaciones impuestas.
En el fallo también declaró, como lo exige el Código Penal, que el proceso “no afecta el buen nombre y honor que pudiera gozar el imputado”. Asimismo, lo eximió del pago de las costas.
Estudiante de enfermería condenado por abuso
A principios de este mes se conoció otro caso con connotaciones sexuales sucedido en el hospital cipoleño que involucró a un estudiante de la carrera de enfermería de la Universidad Nacional del Comahue -también integrante del Servicio Penitenciario Provincial- que fue condenado a seis meses de prisión en suspenso y pautas de conducta por manosear a una compañera durante una clase práctica que realizaban en el establecimiento sanitario.
La pena, que le permite seguir en libertad, fue acordada por la Fiscalía y la Defensa en el juicio de cesura, luego de que el juez César Sueldo declarara culpable a VHA -como identifican al hombre-, quien de todos modos se declaró inocente y anticipó su intención de impugnar la culpabilidad.
La Fiscalía describió que el incidente ocurrió el 18 de noviembre de 2022 minutos antes de las 10 de la mañana, en momentos en que la víctima se encontraba sola en el sector de Guardia con su cabeza sobre el pupitre porque estaba cansada.
Allí ingresó el hombre, quien -según la acusación- le introdujo su mano en el interior del ambo y le tocó los pechos por debajo de la ropa, para luego subirse el barbijo con una mano, mientras con la otra hizo el gesto de bajarse el pantalón. Seguidamente, hizo parar a la chica de la silla en que estaba sentada y le volvió a meter la mano debajo del ambo y de la bombacha, tocándole los glúteos.
Pero siguió, porque le agarró una mano y la obligó a tocarle su miembro, mientras la víctima le hacía señas con la cabeza como diciéndole que "... no ..." a lo que A le respondió "... dale...".
La aparición de otra empleada hospitalaria permitió que la chica saliera del lugar.
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