Golpiza e intento de secuestro en Confluencia: el resultado de los allanamientos
Se allanaron al menos dos domicilios en busca de los agresores del joven. Se logró ubicar la camioneta utilizada para el intento de secuestro.
Luego de varias horas de trabajo, la Policía finalizó los allanamientos en el marco de la investigación por la brutal golpiza e intento de secuestro de un joven en el barrio Confluencia. Qué resultados informaron los pesquisas.
Cabe recordar que el hecho ocurrió el pasado 15 de octubre por la tarde, en la esquina de Félix San Martin y Carmen de Patagones, a una cuadra del mayorista Vital. El joven víctima, que pudo ser identificado y ubicado, solo sufrió lesiones leves y prefirió no denunciar.
No obstante, la gravedad del hecho ameritaba continuar adelante.
Este viernes y luego de identificar a los presuntos agresores, se llevaron adelante varios allanamientos para intentar localizarlos. Una de las viviendas allanadas se encuentra en calle Islas Malvinas casi al final, llegando a la vera del río Neuquén.
Pasado el mediodía, el comisario Claudio Guevara amplió finalizadas las diligencias, que finalmente se logró dar con uno solo de los sospechosos. Se trata de un hombre mayor de edad que quedó demorado y a disposición de la Fiscalía de Actuación Genérica que aún interviene en la causa.
Además, se encontró en su domicilio la Peugeot Partner roja a la que los agresores intentaban subir a la víctima, según se constató con el video difundido. "Coincide en muchas características", destacó Guevara, aunque será sometido a distintas pericias incluyendo una requisa en busca de elementos probatorios.
Por otro lado, el efectivo confirmó que la víctima se desempeña como lavavidrios en las calles del bajo neuquino y que "elige" estar en situación de calle, dado que ha rechazado la ayuda de Provincia para proveerle un techo.
Por último, Guevara lamentó que se descubrió lo sucedido a través del video y que ningún testigo frenó a ayudar a la víctima en el momento, que por fortuna logró escapar tras forcejear hasta el cansancio.
"Parece una carrera a contrarreloj de quién subre primero el video a las redes sociales", señaló.
El hecho
Esa tarde, entre tres hombres, agarraron a la víctima en la vía pública y a plena vista de cualquier transeúnte o automovilista. Lo tiraron al suelo y entre patadas, trompadas y golpes con un limpia vidrios intentaron reducirlo para introducir en la caja del utilitario.
El joven en la desesperación gritó pidiendo ayuda en reiteradas ocasiones, pero fue en vano y debió arreglárselas para huir solo.
Un video de la situación se viralizó en las horas siguientes y motivó a los investigadores a dar con la víctima: se trataba de Cristian Gabriel López, de 30 años, un joven con antecedentes, en situación de calle y con problemas de adicciones. El resultado era de esperarse: no quiso radicar una denuncia. Aunque sí dijo conocer a sus agresores, y ante la gravedad del hecho, la fiscalía ordenó avanzar de oficio.
Respecto de los motivos por los cuales fue atacado con tanta brutalidad, hay una versión oficial y una alternativa.
"Aparentemente, tuvo inconvenientes porque habría intentado cometer un robo o un hurto contra estas personas que se movilizaban en la Peugeot Partner y ellos vieron eso y quisieron tomar justicia por mano propia", explicó en ese entonces el comisario Claudio Guevara. Eso fue al menos lo que les manifestó el joven al ser entrevistado.
En las calles, donde hay reglas no escritas, se debe respetar ciertos códigos que López habría violado. De ser cierta la tentativa de robo, es un motivo suficiente para recibir una golpiza, de acuerdo a los códigos del ambiente, pero de ahí a cargarlo en un vehículo hay una brecha muy amplia que hace ruido.
La teoría alternativa que se maneja, es que los atacantes manejan la esquina en disputa y López se que quiso meter y por eso lo sacaron. Esto es parte de las guerras territoriales que datan de la epoca de los trapitos, lavacoches y ahora limpiavidrios.
Aunque, que lo hayan querido cargar en el utilitario invita a imaginar un final trágico y eso sí que es alarmante.
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