Gutiérrez se apareció en la casa de su odontóloga tras atropellar a Facundo
La profesional dijo que tenía una fractura maxilar y que debieron realizar un proceso extenso para darle una solución rápida. Al acusado lo llevó el hermano, quien le dijo que había tenido un accidente en moto.
El segundo testimonio de la mañana en el juicio por el crimen de Facundo Castillo fue el de la odontóloga de Ramiro Gutiérrez. Ella contó que el acusado se presentó en su casa aquella trágica mañana del 19 de diciembre de 2021 con la boca sangrando, pero -luego de atenderlo- nunca le contó la verdad de lo que había sucedido. Por la tarde se enteró a través de los medios que había una persona fallecida y que el imputado estaba prófugo, por lo que se acercó a la Policía para declarar.
Se trata de María Ángela Francesconi, de profesión odontóloga con residencia en General Roca. Lo venía atendiendo a Gutiérrez desde el año 2014, ya que presentaba muchas "anomalías" con "dientes supernumerosos". También le había colocado ortodoncia como parte del tratamiento.
"El domingo 19 de diciembre, aproximadamente a las 8.20 de la mañana, suena el timbre de mi casa, me despierta. Vuelve a sonar y veo por las cámaras a un joven que seguía insistiendo y no se iba del lugar. Me preocupé porque tengo hijos, pero decidí atenderlo por la ventana. Me dijo que era familiar de un paciente mío que estaba con los dientes colgados porque había tenido un accidente", detalló.
Y agregó: "Le pregunté quién era y la persona me dijo que se trataba de Ramiro. Luego le consulté dónde tuvo el accidente y me dijo que en la ruta, en una moto, que no sabía, que no había estado con él. Uno se imagina una destrucción. Después le pregunté dónde estaba internado, y me dijo que estaba en el auto".
"Volví para cambiarme, lo iba a atender porque no me puedo negar, más recordando cuál era el caso. Llamé a mi secretaria, quien me asiste todo el tiempo. Empecé a armar el consultorio (...) cuando me acerco a la puerta de entrada vi que efectivamente era Ramiro, estaba con un trapo en la boca. Podía caminar, pero no hablar porque sangraba mucho. Empecé a limpiar hasta tanto llegara mi secretaria para anestesiarlo. No sabía con lo que me iba a encontrar", continuó la profesional.
Una vez que pudieron retirar la sangre, la odontóloga comentó que detectaron una fractura maxilar, por lo que empezaron con las maniobras para acomodar la mandíbula, aunque sabía que necesitaba cirugía. "A pesar de estar anestesiado, él zapateaba, porque necesitaba otro tipo de anestesia, algo más general", afirmó.
"El hermano me dijo que había tenido un accidente en moto, que no sabía. Cuando le pregunté dónde estaba internado, me dijo que estaba en el auto, que lo habián derivado acá. Creo que fue una omisión para que lo atendiera", expresó la odontóloga.
Al ser consultada sobre quién era la persona que había llevado a Ramiro, comentó que era el hermano. Luego de preguntarles con exactitud qué había sucedido, hicieron mención a una pelea que mantuvieron contra un grupo de personas: "Me dijo que eran 2 contra 20".
Pocas horas más tarde, Francesconi se enteró -ese mismo domingo por la tarde- a través de los medios de comunicación todo lo que realmente había sucedido. "Decían que estaba prófugo, pero él había estado en mi consultorio toda la mañana. Cuando me enteré que había una persona fallecida me conmocioné y di aviso a la Policía de esto. El lunes a las 8 de la mañana me presenté", afirmó.
En medio de todo el relato, el juez Guillermo Merlo le pidió a Guitérrez que prestara atención al proceso, ya que se encontraba llorando, al igual que su mamá y sus otros dos familiares presentes en la sala.
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