Le dio una paliza al padre después de compartir unas cervezas y lo echaron de la casa
El hijo reaccionó violentamente contra su progenitor. Le dio piñas en la cara, patadas en el piso y le golpeó la cabeza en el baño. Le impusieron la prohibición de acercamiento.
Un hombre que atacó ferozmente a su propio papá después de haber tomado unas cervezas en su domicilio de Allen tiene prohibido acercarse a su casa ni mantener contacto por ningún medio con él.
La víctima se presentó en la Policía y denunció que el último jueves 5 compartió unos tragos con su hijo y en un momento tuvo que salir “a buscar dinero” y que cuando regresó, alrededor de las 23, lo encontró en estado “alterado”, por lo que se fue al patio para evitar problemas.
Más tarde comenzaron una discusión que derivó en una salvaje agresión física al padre de parte del más joven, identificado con las siglas JFA.
Dijo que le dio “varios golpes de puño en la cara” que hizo que cayera al piso. “… me dio patadas, intenté defenderme empujándolo para que dejara de golpearme, desde ahí fui al baño porque estaba lleno de sangre. Cuando estaba en el baño F. me golpeó la cabeza contra el lavamanos, después me empujo contra el inodoro, me tiro en la bañadera donde me volvió a patear”.
Tras las cervezas... la Policía
Alguien del vecindario llamó a la Policía, porque llegó un patrullero. Los efectivos frenaron la golpiza y se lo llevaron detenido al agresor, que había quedado en un calabozo de la Comisaría 33 del barrio Norte de Allen, y le indicaron que formalizara la denuncia.
Así lo hizo, en el marco de la Ley de Violencia Familiar (3040), con el pedido de que se mantenga lejos y no le cause actos molestos.
La jueza de Paz suplente, Beatriz Morante, resolvió que el acusado no podrá acercarse a su padre a menos de 200 metros de su domicilio, lugar de trabajo u otros ámbitos de concurrencia. Y que en caso de encontrarse circunstancialmente en algún lugar con el damnificado u otro miembro de su grupo familiar JFA tendrá que retirarse.
Se pretende con ello “evitar que el/la presunto agresor/a interfiera en el desarrollo normal de la vida personal, social o laboral del denunciante, medida de suma importancia para impedir la repetición de hechos violentos, con la finalidad de mantener alejado al agresor de la víctima”.
La prohibición alcanza cualquier tipo de incidente o actos molestos o perturbadores por cualquier medio de comunicación tanto los tradicionales como los mecánicos o electrónicos, como teléfonos celulares, chat, mensajes de textos, por SMS, Whatsapp u otros dispositivos tecnológicos de las redes sociales, como pueden ser: Messenger, Facebook, Instagram, Skype, Snapchat, o mails.
Las medidas para el atacante
Además, la magistrada agregó que ante “la gravedad de los hechos y de urgencia” ordenó notificar a las autoridades de la Comisaría 33 -donde el atacante estaba detenido- las medidas dispuestas.
El documento judicial agrega que en caso de producirse su incumplimiento de las medidas, que tendrán vigencia hasta tanto no existan elementos que permitan modificarla por parte del Juzgado de Familia de General Roca, se solicitará la intervención del fuero penal “por la comisión del delito de desobediencia”, ya que “lesiona el bien jurídico protegido al comprometer el normal desenvolvimiento de la administración de justicia”.
Agrega en este sentido que en caso de requerir nuevas medidas y de acuerdo al estado de la causa, las partes deberán presentarse con abogados o requerir uno a la Defensoría de Pobres y Ausentes.
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