Persecución de 40 kilómetros por Ruta 22, incluyó el choque con un patrullero

Una peligrosa persecución policial que se extendió por casi 40 kilómetros culminó en Cipolletti durante la madrugada de este martes, luego de que tres jóvenes a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok evadieran un control vehicular en General Roca.

El incidente comenzó cuando los ocupantes del vehículo se negaron a detenerse ante un control policial en Roca y emprendieron una fuga a toda velocidad por la Ruta Nacional 22 en dirección oeste. De inmediato, personal policial inició el seguimiento y solicitó apoyo a otras unidades en la región.

A medida que avanzaban, la persecución atravesó la ciudad de Allen, donde los prófugos realizaron maniobras temerarias que pusieron en riesgo a transeúntes y automovilistas. En medio de la huida, impactaron de manera lateral contra un patrullero de la Comisaría Sexta, provocando daños en la puerta trasera y en una de las ventanillas del móvil. A pesar del choque, continuaron su escape sin detenerse.

Los atraparon en Cipolletti

Con el paso de los kilómetros, más móviles policiales se sumaron al operativo para intentar cercar la camioneta. Finalmente, ya en jurisdicción de Cipolletti, las fuerzas lograron interceptar el rodado y aprehender a sus tres ocupantes.

En el lugar del arresto intervino personal de Criminalística, quien procedió al secuestro del vehículo y al inicio de las actuaciones judiciales pertinentes. La investigación sigue su curso para determinar los motivos detrás de la fuga.

El recuerdo de una persecución trágica

Un conductor fue condenado por la muerte del agente Daniel Alfredo Martínez Barria, de 28 años, ocurrida durante una persecución en Cipolletti el 8 de agosto de 2024. El policía, que circulaba en motocicleta con sirenas y balizas activadas, colisionó con una camioneta Renault Duster Oroch que ingresó a una intersección en contramano, provocando su fallecimiento inmediato.

En un juicio abreviado realizado el 5 de mayo de 2025, el juez Guillermo Merlo impuso al acusado una pena de dos años de prisión en suspenso y cinco años de inhabilitación para conducir. La Fiscalía calificó el hecho como homicidio culposo, destacando la conducción imprudente y antirreglamentaria del imputado.

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La defensa y la querella adhirieron al acuerdo, y el acusado reconoció su responsabilidad penal. El tribunal valoró la exposición de la Fiscalía y la voluntad de la parte querellante para dar cierre al proceso.

El agente Martínez Barria, miembro de la brigada motorizada, fue recordado por su compromiso y vocación. Su muerte generó conmoción en la comunidad y en las fuerzas de seguridad.