¿Qué pasó? El rapto de la mujer de Cáritas que denunció el obispo de Neuquén quedó bajo un manto de dudas
La Policía investigó. El obispo rectificó su declaración. No hubo denuncia de la mujer de Cáritas y no hay registro de que haya sido asistida en el hospital.
La Policía investigó la denuncia pública que realizó el obispo de Neuquén, Fernando Croxatto, quien contó en LU5 que a una agente de Cáritas la subieron a un auto con intenciones de abuso y logró escapar. Lo que descubrieron tras seguir todos los datos del eclesiástico los dejó asombrados.
El líder de la grey católica neuquina mantuvo una comunicación telefónica este martes LU5 donde repasó la visita de la sanadora Leda Bergonzi, que llegará a Neuquén en medio de un ambiente social y económico bastante complejo, destacó la noble y difícil labor de la Iglesia que cada vez ayuda a más personas necesitadas en una provincia donde la crisis también se hace sentir.
Incluso Croxatto reveló que, más allá de los fieles, va mucha gente a la Iglesia en busca de alimentos y abrigo. Hay una preocupación constante del prelado que asegura que Cáritas no da abasto.
En medio de la descripción del actual escenario, el obispo narró un hecho de inseguridad que pareció pasar desapercibido, pero que LMNeuquén ahondó por la gravedad del hecho. La víctima fue una agente de Cáritas.
El obispo relata el horror
Fernando Croxatto estaba hablando del difícil momento social que se vive y de la inseguridad. Para dar un parámetro de ello, trajo a colación un hecho que ocurrió a la vuelta del obispado en pleno centro neuquino y a plena luz del día.
Croxatto reveló que una integrante de Cáritas sufrió un intento de rapto con fines de abuso. "El otro día una agente pastoral nuestra, de Caritas, acá en el centro, paró un auto y no sabemos si la quisieron secuestrar o violar. Fueron chicos jóvenes que estaban medios drogados. Eran chicos sin experiencia porque ella terminó zafando, logró abrir la puerta del auto y escapó”, confió el obispo.
El hecho ocurrió a las 10:30 de la mañana en pleno centro neuquino y dejó a todos los feligreses en shock.
La investigación de la Policía
Tras los dichos de Croxatto, LMNeuquén solicitó información oficial a la Policía, entendiendo que un hecho de esas características que fue denunciado públicamente por una autoridad eclesiástica tan relevantemente tendría que tener su derrotero legal.
A la Policía la historia del rapto le llegó por la noticia que publicó LMNeuquén. A partir de ahí comenzaron a indagar por lo que la investigación inició por el denunciante, el obispo Fernando Croxatto, quien fue visitado por un agente de la Comisaría primera.
Acá comienza a complejizarse la trama. El obispo "rectificó sus dichos, agregando que la víctima sería una mujer de la cual no aporta datos debido a no querer revictimizarla", confió una fuente a este medio.
Para el caso de la investigación y de los detalles es sumamente importante que tanto la Policía como la fiscalía entren en contacto con la víctima no solo por los detalles que pueda aportar sino porque además el Ministerio Público Fiscal cuenta con una oficina de Atención a la Víctima que le puede brindar la contención del caso.
Pero sigamos con las aclaraciones que realizó el obispo a la Policía.
"Respecto al hecho, manifestó que habría ocurrido el 10 del agosto a las 10:45 en Calle Echeverria y San Luis", detalló la fuente. Esto sitúa el hecho en la zona del Bajo y no en inmediaciones de la Catedral como había dicho en un principio.
¿Qué pasó en el hospital?
Pero hay un dato importante que sumó Croxatto: "la víctima se habría hecho asistir en el Hospital Castro Rendón", según reveló el informante. Por tal motivo, el agente a cargo de cotejar los dichos concurrió al centro asistencial.
En el hospital Regional tomó contacto con una profesional que explicó que "sobre el registro de entrada de pacientes al sector de la guardia, el sistema solamente almacena siete días posteriores, no obrando registro del ingreso de tal mujer, como así también no obran registro en el libro del parte diario de la consigna policial", confió la fuente.
Un hecho de estas características, rapto con intento de abuso, pone en alerta a todo el sistema y sería muy desprolijo que no sea registrado ni por los profesionales de la salud que deben dar aviso de inmediato al policía que está de consigna para que articule con fiscalía.
La historia no terminó acá. El policía concurrió hasta la intersección del abordaje de la víctima, calle Echeverria y San Luis, jurisdicción de la Comisaría Segunda. Allí mantuvo contacto con el Centro de Monitoreo desde donde le advirtieron que los domos más cercanos estaban a cuatro y seis cuadras de dicha esquina.
Si bien observó cámaras particulares, los DVR registran entre 48 y 72 horas, como mucho una semana, y ya pasó mucho más de ese tiempo.
En definitiva, no hay un nombre de una víctima, no hay registros en el hospital, no hay denuncia en la Policía y tampoco hay cámaras que hayan podido grabar el ataque. Es decir, ni la Policía ni la fiscalía interviniente pueden avanzar en el esclarecimiento.
Todo lo que hay de este intento de rapto a una integrante de Cáritas es la versión que brindó el obispo Fernando Croxatto. Las autoridades aguardan que el prelado pueda brindar información que ayude a clarificar el hecho.
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