Se entregó el padre del joven que murió calcinado en el barrio Cumelén
Fue con dos abogados a la Comisaría Tercera. De acuerdo a los testimonios que figuran en la causa, prendió fuego la casa en medio de un presunto brote psicótico.
El pasado martes las llamas consumieron una casa del barrio Cumelén y cuando los bomberos lograron controlar el fuego, entre los escombros descubrieron el cuerpo calcinado de Nazareno Agustín Jara, de 19 años, integrante de la comunidad gitana. Minutos antes de la medianoche del jueves, David Alejandro Costich, padre de la víctima, se entregó en la Comisaría Tercera junto a dos abogados.
Familiares, amigos y vecinos de la víctima se hicieron presentes en la puerta de la dependencia policial donde el padre de Nazareno quedó demorado y a disposición de la fiscalía. Personal de la Comisaría habría informado de la situación a las personas que se manifestaron frente a la sede policial.
"De acá no nos vamos a mover hasta que nos brinden una respuesta porque nosotros queremos justicia por Nazareno", confió un familiar de la víctima, que permanecía en el lugar, en diálogo con LMNeuquén.
La principal hipótesis
De acuerdo con la información que puedo recopilar LMN sobre la investigación, se supo que Costich con su hijo y una mujer habrían estado consumiendo estupefacientes a lo largo de tres jornadas. Entre ellos, "cocaína y pasta base", figura en la declaración de la mujer que estuvo con ellos en la casa del barrio Cumelén.
Acá es donde la versión oficial que maneja fiscalía y policía denota que se podría haber producido un brote psicótico. La secuencia es la siguiente.
Nazareno y su padre comenzaron a discutir alterados por los consumos. Incluso casi se toman a los golpes. Uno tomó un palo de amasar y el otro una jarra de vidrio por lo que se amenazaron mutuamente, pero el ataque no prosperó porque la joven los separó.
Tras tranquilizar, Costich lo manda a su hijo a dormir arriba y Nazareno hace caso. El padre aprovechó la situación para salir a comprar bebidas alcohólicas a bordo de un Citroën color blanco, pero al regresar comienza a tener una suerte de alucinaciones donde asegura que hay sicarios que lo quieren asesinar por lo que Costich comienza a prender fuego unos trapos y arrojarlo en distintos lugares de la casa, inclusive en el interior del auto que estaba estacionado en el garage.
Pero en medio de esa paranoia, también procedió a prender las hornallas de la cocina y encima le arroja un buzo bañado en aceite. La mujer que estaba con ellos intentó frenarlo a Costich que seguía repitiendo que la casa estaba llena de sicarios.
Cuando las llamas comienza a propagarse por la vivienda, Costich termina saliendo y se sienta en la plaza que está enfrente y se queda ahí como perdido, observando como se quemaba todo.
Demorado en Comisaría Tercera
Según pudo chequear LMN, Costich quedó demorado a disposición de la fiscalía que seguramente mañana analizará todos los elementos de prueba, entre ellos el resultado de la autopsia, que no pudo brindar demasiados elementos porque el cuerpo de la víctima estaba totalmente calcinado.
Ahora, por lo que indicaron testigos, Costich solía tener este tipo de brotes y con tendencia piromaniacas. De hecho, días atrás había quemado el rostro del hermano de Nazareno.
Es por todo esto que la fiscalía de homicidios tendrá un arduo trabajo por delante para establecer las condiciones en las que se cometió este homicidio.
Lo cierto es que el personal de la Comisaría tercera atendió en muy buenos términos a los familiares de Nazareno, se les brindó información y se terminaron retirando en forma pacífica.
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