Su madre sufrió un aborto espontáneo en septiembre de 2021 en el hospital de Cipolletti. Pero hasta el momento no sabe que pasó con el cuerpo de su bebé. La fiscalía pidió un informe a la morgue.
Yazmin Fernanda Betanzo (28) y Matías Rivera (27) fueron padres de un bebé prematuro que nació muerto. Así consta en la historia clínica. Dice que nació sin signos vitales, tras un aborto espontáneo que se registró el 15 de septiembre de 2021.
No eran padres primerizos. Tiene tres hijos más: dos mellizos de nueve años y un niño de siete. Y esperaban a Benicio, el cuarto varón de la familia que no pudo ser.
Su mamá Yazmin estaba embarazada de cinco meses cuando comenzó con las primeras contracciones. Fue atendida en el hospital de Fernández Oro, donde la médica que la revisó comprobó que su bebé estaba vivo. "Se escucharon sus latidos", recordó la mamá.
Más tarde salió su traslado hacia el hospital de Cipolletti, donde sufrió un aborto y el bebé nació muerto. Los padres del niño denunciaron al personal por mala praxis, en tanto consideraron que no habían hecho todo lo suficiente, entre ecografías y pruebas de ultrasonido. Sólo le inyectaron algo a la madre para que pueda expulsar el cuerpo de su bebé, en una sala común donde otras madres hacen sus controles.
"Yo fui a pedir ayuda, pero cuando regresé a la habitación mi señora ya lo había expulsado al bebé arriba de la camilla", contó el papá.
Hasta el día de hoy se pregunta qué fue lo que le inyectaron. Dice que no sabe.
"Papá no podemos hacer más nada por el bebé. Eso fue todo lo que me dijeron. No me dieron más explicaciones", se quejó, en diálogo con LMCipolletti.
"Nos mostraron el bebé, parecía un angelito. Y de ahí no supimos más nada, qué hicieron con su cuerpito", acotó.
La denuncia penal que radicaron en la fiscalía tuvo su dictamen y fue desfavorable, en tanto el cuerpo médico forense certificó que la atención del personal de salud no había estado por fuera de los parámetros y se determinó entonces que no había mala praxis en el arte o profesión de las personas que intervinieron en el caso, según se informó desde el Ministerio Público Fiscal.
También se estableció que el bebé por nacer tenía cinco meses de gestación y que su madre sufrió un aborto espontáneo. Por consiguiente, la denuncia fue archivada y su familia, notificada.
"El bebé nació muerto, y en estos casos no se extiende un certificado de defunción", aclararon fuentes judiciales.
Sin embargo, esa denuncia luego disparó otro interrogante: los padres quisieron saber qué pasó con el cuerpo del bebé. "Estamos tratando de ver eso, porque no sabemos. Nadie nos da una explicación", sostuvo el papá.
Desde la fiscalía se indicó que, en primera instancia, consultaron al hospital, pero el sector de Ginecología no dispone de los cuerpos en caso de aborto. "El médico forense dice que por protocolo generalmente se envían a Anatomopatología. Pero ya nos informaron que ahí no ingresó el cuerpo del bebé", señalaron fuentes judiciales.
La familia está al tanto de estos resultados. "Ahora se está esperando el informe de la morgue, a veri si entró o no el cuerpo del bebé que reclama esta familia", agregaron las fuentes.
En el caso trabaja el fiscal Santiago Márquez Gauna y la fiscal adjunta Vanina Merlo.
Aparte, también se analiza si existe un protocolo sobre qué hacer con los cuerpos en situación de aborto. "Ya se le consultó al Ministerio de Salud por esto", advirtió la fiscalía.
Lo que se investiga es si hubo delito y si el hecho cuadra en un incumplimiento de los deberes de funcionario público. "Obviamente que hay que darle una respuesta a la familia y será citada para hacerle conocer los últimos informes que están llegando", se indicó.
Por el momento, no se sabe qué pasó con el cuerpo y dónde está.
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