Robots sexuales: mayor realismo gracias a la impresión 3D
Las máquinas que dan placer son una industria que va ganando lugar.
Ya en los últimos tiempos se experimentó con modelos robóticos basados en inteligencia artificial para intentar imitar el comportamiento humano y encontrar mayores herramientas en cuanto a placer sexual, pero ahora la industria tecnológica va un paso más allá y busca encontrar un plano de intimidad todavía más importante. Se trata de la impresión en 3D, que intenta lograr robots sexuales sumamente realistas y, además, mucho más baratos.
Desde hace un tiempo, la inteligencia artificial se metió en este mercado creando una revolución en la tecnología robótica diseñada para dar placer a los humanos. Para muchas personas se trata de aparatos de dudosa moralidad y por eso todavía existe un cierto recelo en una parte del público. Sin embargo, como en tantas otras cosas, lentamente se convierte en una nueva realidad.
En la reciente exposición de avances en realidad virtual NanChang City, que se llevó a cabo en China, la firma DS Robotics, filial de DS Dolls, mostró una cabeza robótica pensada para implantarse en robots sexuales y cuya innovación radica en que se fabricó por medio de una impresión 3D. A su vez, la firma implementó un sistema basado en “aprendizaje automático” por el cual la herramienta puede adaptarse a las necesidades de cada persona.
Según publica el periódico español ABC, el método tradicional para fabricar estas muñecas de silicona era mediante el uso de moldes. Los expertos creen que la producción de rostros con impresoras en 3D facilitará el proceso de ensamblaje y permitirá reducir los precios de estos productos. El esqueleto robótico de esta muñeca también está modelado en un cuerpo real para intentar replicar los movimientos humanos de una manera más realista.
Si bien la impresión tridimensional se utilizó ya en otros sectores para crear réplicas humanas, la firma dice que sólo está utilizando modelos para algunos rasgos de la cara. Una decisión dirigida a evitar que posibles clientes deseen crear caras reales de personalidades célebres o personas de su entorno que no dieron previamente su consentimiento. No es una práctica común en la actualidad, pero se estima que lo será en los próximos años.
El experto en IA y autor del libro Amor y sexo con robots, David Levy, considera que tener sexo con máquinas serán habitual en 2050. Un estudio publicado en la revista BMJ Sexual & Reproductive Health deja las cosas claras sobre las “ventajas terapéuticas” de tener relaciones sexuales con robots. Y concluye en que, a pesar de los argumentos a favor, “no hay pruebas científicas ni estudios clínicos” que permitan demostrar que los “sexbots” son mejores que los humanos a la hora de practicar sexo.
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