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La Mañana acusado

Sin riesgo para la causa, acusado de matar se va a casa

Se trata de Segundo Fernández Soto, único acusado por el crimen de Ariel Molina en Puente 83.

El vecino cipoleño de Puente 83 acusado de matar de un escopetazo a Ariel Molina tras un violento incidente, logró su excarcelación durante una audiencia realizada la semana pasada. Así, convirtió la prisión preventiva en domiciliaria con pautas de conducta.

El hombre permanecía preso desde el año pasado cuando una jueza cipoleña le dictó la preventiva; pero ahora, se conoció que desde hace algunos días, cumple un régimen de detención domiciliaria con varias pautas de conducta, indicaron fuentes judiciales.

El trámite del cambio de la medida cautelar se originó en el fin de la preventiva dictada en 2020 y teniendo en cuenta que, en la actualidad, el acusado Segundo Fernández Soto no representa un obstáculo para la investigación. Las pesquisas se encuentran muy avanzadas y posiblemente, en dos meses, se concrete la audiencia de control de acusación.

-> El crimen

El salvaje asesinato de Molina generó un enorme revuelo en el barrio Puente 83 y derivó en la intervención de la Policía provincial, que no solo se puso al frente de la investigación de lo sucedido sino que dispuso un fuerte operativo para evitar represalias de los allegados a la víctima.

El crimen ocurrió el 21 de noviembre de 2020, en las cercanías del canal grande, y se habría originado en un entredicho entre el acusado y la víctima debido a que no le quería vender cervezas. Esto fue lo que afirmaron algunos testigos y que la Fiscalía tomó como elemento principal para avanzar con la acusación y, a su vez, pedir la detención de Fernández Soto.

Bajo la lupa, el acusado se presentó por sus propios medios a la Comisaría 26 de Fernández Oro y quedó detenido. La Fiscalía de Cipolletti le atribuyó el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y solicitó la preventiva para que no entorpezca la investigación.

Sin embargo, apuntaron las fuentes, ese riesgo desapareció y por ese motivo no hubo mayores objeciones de los acusadores para que sea beneficiado con la domiciliaria. En dos meses, se haría el control de acusación.

-> Sin riesgo de entorpecimiento

La prisión preventiva es la medida cautelar más gravosa prevista en el sistema, por lo que se deben invocar ciertos riesgos procesales para poder aplicarla. En un inicio, la Fiscalía entendió que de estar en libertad, Fernández Soto podría entorpecer la investigación; pero con el avance de la causa, entendió que una domiciliaria alcanza, ya que el riesgo no persiste.

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